Hace algún tiempo, la investigadora de la cocina mexicana Cristina Barros, señalaba que si hemos de considerar como patrimonio cultural todo aquello que da fortaleza e identidad a un pueblo, el maíz, sería, sin duda alguna, parte del patrimonio de los mexicanos. Aunque, habría que enfatizar, que su incidencia e influjo no se limitó a nuestro país, sino que se propagó a toda América Latina y al mundo.

El maíz que fue domesticado en México y se esparció a lo largo del continente, donde las comunidades agrarias siguieron fomentando la diversidad y adaptándola a sus propias necesidades ecológicas y culturales. De esta forma, el maíz se convirtió no sólo en el principal alimento que nos ha acompañado –a través de la historia– y que seguramente lo seguirá siendo en el futuro; sino que también se volvió una creación cultural que hace inseparable al hombre y la planta.

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Ejemplo de ello son las diversas manifestaciones artísticas y de cultura popular –como son las leyendas– en las que el maíz es el centro de ellas y que ponen de manifiesto, además de su importancia, su origen divino. En este Día Nacional del Maíz, queremos compartir la celebración presentando algunas de estas expresiones –de entre muchas– que seguramente podemos encontrar a lo largo del continente.

  • Un premio Nobel le dedicó un poema. Oda al maíz, es un poema que Pablo Neruda publicó en 1957, aquí el primer verso:

América, de un grano

de maíz te elevaste

 hasta llenar

de tierras espaciosas

el espumoso

océano

Fue un grano de maíz tu geografía.

  • En la música también tiene presencia. Luis Enrique Mejía Godoy, un célebre cantautor nicaragüense, escribió la canción Hijos del maíz, que en uno de los versos dice:

Somos hijos del maíz

constructores de surcos y de sueños

y aunque somos un país pequeño

ya contamos con más de mil inviernos

un millón de manos floreciendo

 en la tarea interminable de sembrar

de abril a mayo, labrando, sembrando

 tapiscando, desgranando

almacenando para la guerra y la paz.

  • El poema que habla de la grandeza de nuestro país, inicia con su referencia. La suave Patria, el último y más extenso poema de Ramón López Velarde, no podía dejar de mencionar el carácter del maíz en la fundación de México. De ahí que diga en el primer verso:

Patria: tu superficie es el maíz,

tus minas el palacio del Rey de Oros,

y tu cielo, las garzas en desliz

y el relámpago verde de los loros.

  • Leyenda colombiana: Granitos de oro.  José era un indígena que durante todo el año tejía mantas de algodón para llevarlas a los mercados en tierras lejanas, e intercambiarlas por otros productos con gente de las comunidades vecinas. En el intercambio obtenía unos granitos de oro que guardaba celosamente en una bolsita de cuero... por temor a que se los robaran, decidió esconderlos, enterrándolos en la huerta y partió de nuevo a un viaje llevando más mantas. Durante su ausencia comenzaron a brotar de la tierra unas extrañas plantas que nadie conocía, justo donde José había enterrado los granitos…de las plantas surgieron unos hermosos frutos llenos de muchos granos dorados. La gente entendió que era un regalo de los dioses y procedieron a desgranarlos y molerlos.
  • Leyenda guatemalteca: El origen del Maíz. Los antiguos señores se alimentaban comiendo de una planta… que llamaban “madre maíz” (teocintle). Si no lo comían pasaban grandes penas. En una ocasión vieron a un gato montés comiendo unas cositas amarillas y le preguntaron qué cosa comía tan gustoso, y éste les dijo que eran granos de maíz que acarreaba de una cueva en la montaña Paxil. Cuando llegaron a la montaña, encontraron una cueva cuya entrada tenía una gran piedra que no pudieron mover. Por lo que solicitaron al hermano Rayo su ayuda, quien descargó su furia y la roca se abrió. Adentro de la cueva estaban las mazorcas que cada pueblo se llevó, de modo que ya no volvieron a usar teocintle para alimentarse, solamente maíz.
  • Leyenda salvadoreña: Origen del maíz. Cuentan los mayores de las montañas de El Salvador, que en tiempos lejanos llegaron a poblar esas tierras los cuatro colores del maíz en forma humana: el pinto, el blanco, el amarillo y el negro. Estos cuatro hombres y mujeres de colores estuvieron ahí cuatro temporadas de lluvias, en las cuales iban de un lugar a otro haciéndose más y sembrando la vida, haciendo nacer comunidades, sembrando maíz en empinadas laderas y cuestas, trabajando para arrancarle lo necesario a la Madre Tierra y preservar la vida que trajeron.

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  • Leyenda mexicana: El origen del maíz. Se dice que el pueblo Huichol estaba cansado por la monotonía de su alimentación. Querían encontrar alguna planta que pudieran comer todos los días, pero de maneras diferentes. A un joven huichol le llegaron noticias de la remota existencia de una planta, llamada maíz, con cuyos frutos se podían preparar comida de manera muy variada. Al poco tiempo se encontró con una fila de hormigas, que eran las guardianas del maíz, y decidió seguirlas. Llegando así, hasta la Casa de Maíz, donde el muchacho conoció a las cinco hijas de la Madre del Maíz: Mazorca Blanca, Mazorca Azul, Mazorca Amarilla, Mazorca Roja y Mazorca Negra, que simbolizan los cinco colores sagrados del maíz. La Madre del Maíz le pidió que escogiera a una de sus hijas y él tomó a la Muchacha del Maíz Azul, la más bella y sagrada de todas y regresó a su pueblo con ella. Los Ancianos cuentan que Mazorca Azul, después de haber enseñado todo lo que ella sabía, se molió ella misma y es de esta forma que los hombres conocieron el excelente atole, una bebida caliente que se prepara con granos de maíz.

Está visto que el maíz (o sentli, sara, jank’a o avati, como se le nombra en las lenguas Nahuált, Kichwa, Aymara y Guaraní respectivamente) es y continuará siendo uno de los cultivos más importantes de América Latina desde el punto de vista cultural, social, económico y alimenticio. De ahí que se haya establecido una relación simbiótica muy estrecha y fuerte, entre este cultivo y muchas de nuestras expresiones como sociedad. Celebremos este día, reconociendo al maíz como patrimonio cultural y disfrutándolo de entre los muchos platillos que se pueden preparar con él.