Vivimos en un país considerablemente creativo y productivo, donde cada día buscamos nuevas formas y alternativas para lograr satisfacer nuestras necesidades sin comprometer la estabilidad en un futuro. En este sentido, te damos algunas sugerencias sobre cómo aprovechar el árbol natural de Navidad después de las fiestas decembrinas.
Desde el punto de vista ecológico, sería imperdonable simplemente tirarlo, sin mencionar lo reconfortante que es aportar nuestro granito de arena a un mundo más sustentable.
La alternativa ideal si se dispone de un jardín es ¡plantarlo! y darle una segunda oportunidad. La tierra debe estar suelta, nunca compacta, lo ideal es colocarlo en un lugar soleado, al principio en lo que se adapta, debe tener riegos frecuentes y en poco tiempo se acostumbrara a su nuevo hogar.
Otra opción es acercarse a los ayuntamientos y/o alcaldías cerca de tu hogar, solicitar informes sobre los programas gratuitos de recolección cuyo objetivo es facilitar el desecho de los árboles para que tengan un tratamiento profesional de reciclaje. En algunos sitios el servicio de limpieza acude directamente al domicilio, en otros, se disponen de puntos de recolección.
Si tu árbol se secó al término de la época navideña, la mejor recomendación es usarlo para crear composta y así, emplearlo como abono y/o sustituto de fertilizantes químicos en el mismo jardín. Si no cuentas con jardín o no sabes hacer composta, puedes recurrir a cualquier vivero donde te guiarán o recibirán tu árbol.
El Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) te recuerda que la producción de árboles de Navidad se ha convertido en una actividad relevante para el país, sin embargo, el desecho de los árboles es una tarea que debe ser realizada con responsabilidad.