En los últimos años se ha incrementado el financiamiento para infraestructura económica en carreteras, puertos, logística, gasoductos o plantas de generación de energía, así como para servicios con alta rentabilidad social como el transporte público, acceso a agua potable y tratamiento de basura.

Se trata de elementos esenciales para elevar la productividad de las industrias, regiones y personas con el fin de aspirar a mayores niveles de crecimiento en el mediano y largo plazo.
 
El incremento del financiamiento para infraestructura en nuestro país es resultado de las reformas estructurales en materia financiera y energética, así como del impulso a la participación del sector privado, a través de nuevos productos financieros y de las Asociaciones Público-Privadas (APPs) que promueven un reparto eficiente de riesgos y generan mayores montos de inversión, lo que permite compensar en gran parte las restricciones presupuestales del sector público.
 
La ejecución de dichas acciones se traduce en mayores niveles de financiamiento bancario en infraestructura, con una participación creciente de la banca comercial, destaca lo siguiente:

A la par, la reforma financiera permitió que la Banca de Desarrollo cuente con una mayor autonomía en su operación, definir productos y esquemas que ofrecen mejores condiciones financieras, y asumir mayores riesgos para atender estrictas medidas prudenciales. Por su parte, la reforma energética, abrió oportunidades de inversión en el sector y favorecer el desarrollo de proyectos de energías limpias.
 
Banobras en el financiamiento de infraestructura
 
En lo que va de la actual administración, el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) alcanzó resultados que fortalecieron su papel en el financiamiento al desarrollo de infraestructura.
 
Los esfuerzos para otorgar e inducir crédito se vieron reflejados, al cierre de 2016, en un saldo total de la cartera de crédito directo e inducido que ascendió a más de 505 mil millones de pesos. Dicha cartera mostró un crecimiento de 12.5 por ciento con respecto a 2015 y, un incremento acumulado de 87 por ciento entre 2012 y 2016.
  
En lo referente al financiamiento a proyectos de infraestructura con participación privada, en el 2016  Banobras brindó e indujo créditos por 30 mil millones de pesos, monto que contribuyó a alcanzar más de 123 mil millones de pesos de recursos otorgados e inducidos en lo que va del sexenio.
 
Por primera vez en la historia de Banobras, aprovechando las nuevas oportunidades que generó la reforma energética, el año pasado la mayor parte del otorgamiento de crédito fue para el sector energético, incluyendo proyectos de energía renovable. El fondeo a bancos privados alcanzó su mayor nivel, con lo que la banca tiene ahora un papel más relevante en el financiamiento a la infraestructura.
 
Además, Banobras administra el fideicomiso más grande del país enfocado al financiamiento de proyectos de infraestructura con participación privada, bajo el nombre de Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin).
 
A través del Fonadin, se han destinado más de 50 mil millones de pesos para proyectos en distintos sectores estratégicos. El Fondo autorizó apoyos financieros por 71 mil millones de pesos, que impulsan el desarrollo de diversos estudios y proyectos.
 
En el 2016, entre los proyectos financiados por Banobras destacan obras como el Gasoducto Los Ramones II Sur; la Terminal de Carga en el Puerto de Tuxpan; el inicio del Libramiento de Hermosillo; los parques eólicos Ventika I y II y La Bufa; el hospital del ISSSTE en Mérida; así como con el apoyo del Fonadin.
 
Y los  estudios para el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, la continuación de las obras de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales “Atotonilco”, la más grande de su tipo en América Latina, el BRT de la Zona Metropolitana de Oaxaca, los estudios para el desarrollo del sistema integral de transporte de la Zona Metropolitana de la Laguna y la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales en Bahía de Banderas, Nayarit.
 
De esta forma los esfuerzos de Banobras y el Fonadin en proyectos con participación privada, en lo que va de la administración, ambos instrumentos del Gobierno de la República, otorgaron alrededor de 140 mil millones de pesos[1], con lo que se impulsa una inversión estimada de 650 mil millones de pesos en diversos proyectos estratégicos para el país, lo que representa un efecto multiplicador cercano a cinco veces.
 
Banobras impulsa, además, el desarrollo de infraestructura con alta rentabilidad social en estados y municipios. El Banco ha otorgado créditos directos e inducidos por alrededor de 170 mil millones de pesos, de los cuales, 21 por ciento se canalizó en 2016, es decir, 36 mil millones de pesos.
 
Como parte de los proyectos en estados y municipios destacan algunos financiados en coordinación con organismos financieros internacionales. En el marco del Programa de Transformación del Transporte Urbano (PTTU) que ofrece Banobras con recursos de Banco Mundial y del Fondo de Tecnología Limpia, se canalizaron recursos a tasas muy competitivas para proyectos como el Sistema Integral de Transporte de Tijuana y la línea 1 del Tren Ligero de Guadalajara, ejemplos de sistemas de transporte que no solo son más eficientes sino más amigables con el medio ambiente.
 
Los resultados que el Banco obtiene en sus principales líneas de negocio se han alcanzado para la salud financiera y la sostenibilidad de la institución, lo que se refleja en sus niveles de morosidad y capitalización, que son de los más sólidos del sistema bancario mexicano, el cual, a su vez, es uno de los más importantes a nivel internacional.

Para 2017, Banobras refrenda su compromiso de hacer equipo con la banca comercial y con el sector privado para inducir más financiamiento mediante el diseño de nuevas garantías que cubran riesgos específicos como el de demanda o asociados a factores sociales o de tenencia de la tierra, así como a través de un mayor impulso a las Asociaciones Público-Privadas, particularmente en aquellos proyectos que fortalezcan la competitividad y sustentabilidad de las ciudades y de las industrias como el transporte público y el acceso a energías limpias, a través de mejores condiciones financieras.
 
El Banco analiza oportunidades para incrementar la participación de APPs tanto en grandes proyectos de infraestructura económica como en proyectos municipales asociados a transporte, alumbrado público y agua, entre otros servicio con el fin de detonar el potencial que tiene México en materia de APPs comparado contra otros países de América Latina.

[1] No considera refinanciamientos, ni crédito inducido.

Para mayor información, consultar el PDF adjunto.