En enero de 2020, la calificación promedio de satisfacción con la vida reportada por la población adulta urbana de nuestro país (primer aspecto del bienestar subjetivo a valorar, en una escala que va de 0 a 10 puntos, donde cero indica total insatisfacción y 10 total satisfacción) se situó en 8.3 puntos, igual al dato de abril, julio y octubre de 2019, pero una décima menor a la calificación reportada en enero del año anterior.

Según el nivel de satisfacción, el 48.3% de esta población señaló un nivel de satisfacción de entre 9 y 10 puntos, esto es, que se encuentra totalmente satisfecha; el 42.9% de entre 7 u 8, moderadamente satisfecha; el 7.5% con 5 o 6, poco satisfecha; y sólo el 1.3% con entre 0 y 4 puntos, insatisfecha.

Por sexo, las mujeres reportaron una calificación de 8.3 puntos, en tanto que la calificación de los hombres fue mayor, de 8.4 puntos.

Por rango de edad, las personas de entre 18 y 29 años y los de entre 30 a 44 años son quienes declararon mayor satisfacción con la vida, al promediar 8.5; mientras que las personas de entre 60 y más años reportaron una menor calificación, al promediar 8.0.

Cabe señalar que, entre los más jóvenes, los hombres se encuentran más satisfechos, en promedio, que las mujeres de su edad; por el contrario, en el de 30 a 44 años, las mujeres reportan mayor nivel de satisfacción que los hombres

A lo largo de la serie se valoran más los aspectos relacionados con la parte privada de las personas y, menos, con lo que concierne al ámbito público. En enero de 2020, las relaciones personales fue el ámbito mejor valorado, con una calificación promedio de 8.8 puntos. En contraste, aspectos que tienen que ver con la esfera pública, como la satisfacción con la ciudad, el país y con la seguridad ciudadana, continuaron siendo los ámbitos peor valorados, con promedios de 7.3, 6.9 y 5.2 puntos, respectivamente. De hecho, la satisfacción del dominio de la seguridad ciudadana fue uno de los 5 que descendió respecto al año anterior (estado de salud, nivel de vida, vecindario y tiempo libre), el resto se mantuvo estable.

Por su parte, en cuanto a la eudemonía o estado de satisfacción debido generalmente a uno mismo en la vida (segundo aspecto del bienestar subjetivo) que se califica de 0 (totalmente en desacuerdo) a 10 (totalmente de acuerdo) -en cuanto a la identificación con ciertos enunciados- se observa que, entre enero de 2019 y enero de 2020, dos enunciados de valencia positiva presentaron un crecimiento: soy una persona afortunada, y soy libre para decidir mi propia vida. Tres enunciados de valencia positiva se mantuvieron sin cambios: tengo un propósito o misión en la vida; el que me vaya bien o mal depende de mí; y me siento bien conmigo mismo; mientras que cuatro disminuyeron: lo que hago en mi vida vale la pena; tengo fortaleza frente a las adversidades; soy optimista con respecto a mi futuro; y la mayoría de los días siento que he logrado algo. En tanto que se redujo el único enunciado de valencia negativa: cuando algo me hace sentir mal me cuesta volver a la normalidad.

Finalmente, el promedio de balance anímico general de la población urbana en México de 18 años y más (tercer aspecto del bienestar subjetivo), en una escala de -10 a +10-, fue de 6.5 puntos en enero de 2020, 0.1 puntos por arriba del registrado en enero de 2019 (6.4 puntos), señalando el predominio de estados anímicos positivos sobre los negativos.

La medición del bienestar subjetivo se refiere al progreso social de las personas desde su propia perspectiva (calidad de vida), y no solo a través de la disponibilidad de bienes y servicios (PIB).

Esta medición es representativa de la población urbana adulta de México y sigue los lineamientos emitidos por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y se levanta el primer mes de cada trimestre, aunque los resultados son dados a conocer por el INEGI dos veces por año. (Comunicado INEGI  aquí)

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