Muy buenas tardes a todas y todos.

Saludo a la y los Señores Subsecretarios, señor Oficial Mayor, Coordinadores, Titulares de Unidad, Comisarios y Directores Generales de esta Secretaría de la Función Pública, señores Titulares de Órganos Internos de Control que se encuentran hoy con nosotros y miembros de esta dependencia que nos acompañan.

Saludo a todos los que nos siguen por redes sociales en vivo, muchas gracias.

Es para mí un gusto que estemos aquí reunidos esta tarde, todas y todos nosotros quienes cada día dirigimos con empeño y dedicación el trabajo de esta Secretaría.

El motivo de esta gran convocatoria es de gran trascendencia, como saben, el día de hoy entra en vigor la Ley General de Responsabilidades Administrativas, un instrumento jurídico de la mayor relevancia para nuestra dependencia.

Su relevancia radica no sólo en que nos aplica como sujetos de ella, al ser miembros del servicio público, sino que nos compete también como entidad responsable, en muchos aspectos, de su efectiva implementación y vigilancia.

En este sentido, quisiera contextualizar esta Ley y el trabajo de nuestra dependencia en el marco más amplio del Sistema Nacional Anticorrupción, cuya Ley entró en vigor hace exactamente un año.

En mi periodo como Senadora, tuve la oportunidad y el privilegio de participar en el proceso de diálogo y diseño de este Sistema, cuya creación representa, sin duda alguna, uno de los  acontecimientos más importantes en la historia política y gubernamental de los últimos años.

Desde el poder legislativo, fui testigo de la naturaleza inédita del proceso de diseño del Sistema Nacional Anticorrupción.

Tanto en los principios que rigieron el proceso, como en la arquitectura institucional en la que devino, se encuentra inscrito el principal objetivo de esta reforma: consolidar un Estado basado en una relación de sólida confianza de la ciudadanía frente a su gobierno.

La sociedad civil confió en las instituciones públicas al participar en el diseño del Sistema, confió en ellas al establecer un diálogo abierto e incluyente, de respeto, propositivo y constructivo, y a la fecha podemos decir que sigue confiando en la vía institucional, como lo deja claro la labor comprometida y corresponsable del Comité de Participación Ciudadana, parte fundamental del Sistema.

Nosotros, como encargados tanto del control interno como de la política general en materia de mejora de la Administración Pública Federal, somos, además del representante del Gobierno Federal, el pilar de todo el Sistema.

Estando familiarizada con el Sistema Nacional Anticorrupción y atendiendo el encargo del Presidente Enrique Peña Nieto al confiarme la titularidad de la Secretaría de la Función Pública, desde que asumí el cargo, la mayor prioridad de mi gestión ha sido la correcta implementación del Sistema desde las atribuciones de la Secretaría de la Función Pública.

Tanto desde el punto de vista técnico, como por medio del diálogo y la cooperación con los demás integrantes del Sistema y cualquier organización o ciudadano interesado en el tema.

Desde el primer día, además, descubrí con gusto en cada una y cada uno de ustedes el mismo compromiso.

Me encontré con su apertura y disposición para poner toda su experiencia y capacidad al servicio de este gran reto.

Durante los 179 días hábiles que he tenido el privilegio de encabezar esta dependencia, ese compromiso ha rendido frutos de profunda trascendencia.

Como todos saben, cumpliendo un compromiso asumido durante mi ratificación como Secretaria de la Función Pública ante el Senado de la República, presenté un Plan de Trabajo Institucional que todos ustedes conocen, y que ha guiado nuestra labor estos últimos meses.

En este plan definí un objetivo general para mi gestión: fortalecer la confianza ciudadana en sus instituciones gubernamentales, lo que estamos logrando a través de tres objetivos prioritarios: la consolidación de un gobierno moderno, el impulso al gobierno abierto y la garantía de integridad en la acción gubernamental, todo ello enmarcado en el combate a la corrupción como principal asignatura.

En cada uno de estos rubros, gobierno moderno, gobierno abierto y gobierno íntegro, hemos alcanzado importantes resultados.

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