Muy buenos días. Muchas gracias por estar aquí.

Manuel, muchas gracias por la invitación. Un honor poder estar en esta reunión aquí con los industriales del país. Muchas gracias, Carlos también, y gracias por el compromiso que tienen con la educación.

Es de verdad para mí un gusto estar aquí con ustedes, estar con los industriales del país, poder estar en este evento que entiendo, llevan más de 20 años haciéndolo, más o menos, en una organización que van ya para cumplir un siglo, 1918, entiendo que se fundó, y el poder estar aquí para poder ver objetivos compartidos.

Yo los felicito, los felicito Manuel por esta iniciativa. Tendremos hoy en la tarde la reunión del Comité de Productividad; ahí estaremos abordando estos temas y me parece una gran iniciativa ver y tener esta visión tan amplia sobre cómo podemos apoyar la productividad y la importancia que tiene el talento, la formación de talento y de la educación. 

Y es precisamente ahorita que veía las cifras que presentabas, Manuel, por ejemplo los puntajes y los resultados que se han obtenido de la prueba PISA de la OCDE en materia de educación nos muestran una realidad yo diría que hasta dramática en cuanto al estado en el que se encuentran la calidad de la educación en el país, y precisamente por eso es que hicimos una Reforma Educativa. Si la calidad de la educación en el país estuviera donde debe de estar, la reforma no hubiera sido necesaria, por eso precisamente la hicimos.

El Sistema Educativo Mexicano durante todo el siglo XX tuvo el gran acierto y el gran mérito de poderse crear, sostener y llegar a los últimos rincones del país. En 1921, cuando se fundó la Secretaría de Educación Pública, que la fundan el presidente Álvaro Obregón y el primer secretario de Educación, obviamente, José Vasconcelos.

En ese momento en el país únicamente había una cobertura de 10 por ciento para los niños de primaria, y para cualquier otro nivel educativo era prácticamente inexistente.

Cuando se crea la SEP, en el decreto de creación se dice “poder crear y sostener un sistema de educación pública en todo el país”, y eso es algo que logramos los mexicanos durante el siglo XX.

Hoy en día el Sistema Educativo Mexicano tiene 34 millones de alumnos en más de 260 mil planteles, con una cobertura del 100 por ciento en primaria, prácticamente del 100 por ciento en secundaria, ya con un 75 por ciento de cobertura en la Educación Media Superior y un poco más de 34 por ciento en Educación Superior.

Todavía hay mucho que avanzar, pero sin duda en un periodo de tiempo muy similar al que llevan ustedes de existencia, pasamos de no tener un sistema educativo que fuera, tuviera una mínima expresión a un sistema educativo realmente nacional y que por lo menos en Educación Básica se llega a cada rincón del país con una escuela y un maestro.

Les doy un dato de esto. En México para 34 millones de alumnos o 34 millones de alumnos de preescolar a la universidad se atienden en 260 mil planteles. En Estados Unidos, para 86 millones de alumnos se les atiende en 180 mil planteles. Es decir, en México para una cantidad menor, 34 millones, 260 mil planteles; en Estados Unidos 86 millones, 180 mil planteles.

Eso habla, por un lado, de una condición que conocemos, sobre todo en el sur del país, de una gran dispersión de la población, pero habla de un esfuerzo que ha hecho el Estado mexicano, que hizo durante el siglo XX para poder llegar auténticamente a todos los rincones del país.

Sin embargo, el reto que tenemos ahorita y el reto de lo que, hablaba Manuel, es que a ese sistema educativo le demos una mayor calidad, porque claramente la calidad de la educación en México no está donde debe de estar, y éste va a ser un proceso largo.

Los países que hoy son un referente en materia de calidad educativa hicieron sus reformas hace tiempo. Corea del Sur, que es un referente, hizo su reforma educativa hace 30 años; Finlandia, que es el ejemplo o el país a seguir en materia educativa, hizo su primera gran reforma en los años 60.

Los procesos educativos tardan en madurar. El que veamos un incremento significativo, por ejemplo, en estos puntajes de PISA, va a llevar tiempo; tampoco tanto, pero nos va a empezar a llevar algunos años.

Esta Reforma Educativa se empezará a consolidar en términos de mejorar significativamente la calidad de la educación, más o menos una década; sin embargo, era fundamental empezar. El sistema educativo en México tenía muchos vicios: era un sistema educativo con una estructura clientelar, corporativa y opaca, que no estaba orientado ni al mérito, ni a enseñar con calidad, sino que estaba orientado a poder tener resultados con fines políticos o distintos a la educativo.

Y esta reforma, precisamente lo que hace, es transformar este sistema y pasar de un sistema clientelar y corporativo, a un sistema de derechos y obligaciones; transparente, orientado al mérito y que tiene como fin último, hacer una realidad el derecho que tienen los niños y las niñas en México: una educación de calidad.

Y ese cambio sin lugar a dudas, que es un cambio que rompe con estructuras, que rompe con privilegios, genera resistencias; resistencias que todos conocemos, particularmente en algunas regiones del país, pero que hay que ir avanzando y superando. Al final del día esta reforma, además de ir en beneficio, ese es su objetivo central de los niños y los jóvenes en México, también lo va en el beneficio de la gran mayoría de los maestros que ya no quiere estar secuestrado por organizaciones, o cúpulas sindicales, que intentan llevarlos a objetivos políticos y no educativos; y en ese proceso educativo, estamos.

Déjenme a partir de esto, poderles platicar de manera breve, cuáles son los objetivos que tenemos para poder cumplir con esta Reforma Educativa, incluyendo los temas que aquí les debe de interesar más y que nos ocupan también, qué tiene que ver con la vinculación que debemos generar entre el sistema educativo y el empresarial.

Hemos definido 7 grandes prioridades para poder implementar la Reforma Educativa. La primera prioridad es el fortalecimiento de la escuela, es lo que hemos dicho: poner a los alumnos y a las escuelas en el centro del sistema educativo.

Previo, cómo lo explicaba hace un momento, previo a la Reforma Educativa, las escuelas del país estaban al servicio del sistema, al servicio de sus burocracias, al servicio de algunas dirigencias sindicales, y hoy tenemos la oportunidad de invertir esa ecuación y de que sea el sistema educativo, las instituciones, quienes estemos al servicio de la escuela.

¿Y qué significa eso en concreto? Significa todo un plan, que además estaremos presentando en enero. Plan de Nueva Escuela, que implicarán darle mayor autonomía de gestión a las escuelas, fortalecer el rol que tienen los directores, fortalecer a los consejos técnicos escolares, el acompañamiento pedagógico que debemos dar desde el gobierno a las escuelas; y por supuesto, una mayor participación de los padres de familia; un plan que fortalecerá la escuela, hará comunidades de aprendizaje mucho más sólidas, que es un paso fundamental para tener aprendizajes o enseñanza de calidad.

La segunda prioridad tiene que ver con la infraestructura y el equipamiento de las escuelas. Hace un momento mencionaba este gran esfuerzo que ha hecho el Estado mexicano, que para 34 millones de alumnos, tiene más de 260 mil planteles y lo comparaba con lo de Estados Unidos; este gran esfuerzo, sin duda, ha llevado también a que haya un deterioro de la infraestructura escolar del país, o que ese esfuerzo no haya podido hacerse con toda la capacidad de vida y por lo tanto, hay escuelas con muchos rezagos.

Gracias al Censo Educativo, que fue otro de los logros de la reforma, hoy conocemos con precisión cuántas escuelas hay en el país, cuántos maestros hay, y cuál es su condición. Eso era algo que previo a la reforma ni siquiera sabíamos, ése era el estado en el que se encontraba el sistema educativo del país.

Hoy, gracias a ese censo, podemos saber, por ejemplo, que el 11 por ciento de las escuelas del país no tiene baños, y que esta calidad, y que esta situación, se vuelve mucho más crítica en estados más pobres. En estados como Guerrero, Oaxaca y Chiapas, puede llegar a ser hasta del 30 por ciento de las escuelas que no tienen baños; nada más para dar un dato, hay otras que no tienen luz, hay otras que no tienen pisos firmes, otras que no tienen techos firmes. 

Y por ello, precisamente el 2 de septiembre, el día del Informe de Gobierno del presidente de la República, el presidente anunció un nuevo programa financiado con un mecanismo muy original de financiamiento que son los Certificados de Infraestructura Escolar para crear el Programa Escuelas al CIEN, que nos va a permitir tener 50 mil millones de pesos adicionales para los próximos tres años, que nos va a permitir dejar en buenas condiciones  a cerca de 33 mil escuelas.

Es decir, éste va a ser el programa más agresivo y ambicioso que se ha tenido en décadas para la infraestructura escolar, y que nos va a permitir arreglar y dejar en condiciones de dignidad a la gran mayoría de las escuelas del país.

De igual manera estamos trabajando en la construcción de algo que hoy no existe, que es una Política Nacional de Equipamiento Escolar, que nos permita equipar a las escuelas con un sentido pedagógico, equiparlas equitativamente y, por supuesto, ir caminando en todo el país hacia compras consolidadas que nos permitan hacer ahorros importantes al erario y destinar esos recursos a otros temas importantes de educación.

Y por supuesto en esto, conforme vamos avanzando, queremos que se pueda tener buena participación de los empresarios mexicanos.

La tercera prioridad, tiene que ver, o es sobre el desarrollo profesional docente. Es decir, la formación y preparación de los maestros y esto tiene tres componentes centrales: el primero, es la educación inicial, es decir las normales. El próximo año estaremos presentando una estrategia integral para el fortalecimiento de las 449 normales que hay en el país.

Ahí es donde se forman los futuros maestros o la gran mayoría de ellos, y es evidente que tenemos que mejorar también las enseñanzas en las normales y fortalecerlas, con un ingrediente adicional, a partir del próximo año todo aquel en México que tenga un título de licenciatura puede competir por una plaza de maestro. 

Hoy, a diferencia de lo que pasaba antes, en donde existía una especie de pase automático y donde únicamente los normalistas podían ser maestros, hoy gracias a la Reforma Educativa, número uno, para ser maestro se compite en un examen nacional por una plaza y número dos queda abierta, por supuesto a los normalistas que tienen esa vocación, pero queda abierta a todo aquel que tenga una licenciatura y desea participar.

Y eso generará mayor competencia, mayor diversidad, pero hay que preparar a las normales para competir en este mundo, y por eso estaremos presentando ese plan.

De igual manera, es muy importante la formación continua de los maestros. La evaluación sólo hace sentido si tenemos junto con ella un programa de capacitación adecuado para los maestros. La evaluación no se hizo para castigar a los maestros o para correr maestros; es una consecuencia que a nadie nos gusta, es una última consecuencia en caso de que los maestros decidan no evaluarse, pero la idea es que todos se puedan evaluar.

Y la evaluación es una fuente de información para saber que están haciendo bien y que deben de corregir. Y eso que hay que corregir hacerlo con la capacitación pertinente y estaremos fortaleciendo. Les doy un dato nada más, es tan importante mejorar la formación continua de los maestros, que para este presupuesto a pesar de los problemas que ustedes conocen, derivados de la caída del precio del petróleo, que ha hecho que en prácticamente todos los rubros haya un recorte presupuestal, no lo es así en la educación al ser la prioridad del gobierno. 

El presidente nos dio la instrucción de que no hubiera recortes en la educación e incluso pudimos tener un incremento, un pequeño incremento. Pero para el caso de todos los programas de formación de maestros el incremento del presupuesto es de 700 por ciento. Porque es fundamental que podamos financiar adecuadamente la capacitación de los maestros, estamos pasando de 220 millones de pesos a casi 2 mil millones de pesos para poder tener la capacitación que requieren los maestros.

Y el tercer elemento, por supuesto son las evaluaciones. Las evaluaciones están ahorita en marcha en todo el país como ustedes saben, y aprovecho aquí para felicitar a la mayoría de los maestros de México que están cumpliendo con su obligación y con su derecho de irse a evaluar.

Después de dos jornadas de evaluación tenemos una taza de participación del 95.6 por ciento de los maestros que se han convocado a evaluar.

Y felicito, además particularmente a los  maestros de Michoacán que rompieron por primera vez con un cerco que se ejercía en ese estado, que no se podían ejercer evaluaciones hasta la que pudimos hacer la semana pasada que se realizó en Morelia, se realizó en paz y tuvo una participación importante de  maestros.

La participación fue menor que la media nacional de 95. 6 por ciento, pero es un avance y quiere decir que vamos en la dirección correcta.

Y déjenme compartirles porque hay veces que pareciera que la mayoría de los  maestros se resisten al cambio cuando es al revés. La gran mayoría está a favor del cambio y ha hecho suya esta reforma.

Ahora que estoy recorriendo las escuelas, he decidido estar recorriendo el país e ir a las escuelas para tener un encuentro directo con los  maestros que están en los salones de clase, que están enseñando y tengo un diálogo totalmente abierto con ellos, me encuentro con que la gran mayoría participa con mucho entusiasmo.

Este lunes, por ejemplo, estuve en una escuela en el Centro Histórico del país. Una escuela que su director, el maestro Silvestre se ganó su plaza de director por un concurso de oposición de la Reforma Educativa, y el orgullo y la satisfacción de decir: yo me gané esta plaza, no se la debo a nadie.

Me la gané en un concurso nacional para ser director de esta escuela, le da una fortaleza increíble y un liderazgo que de otra manera no se tendría, y dentro de esa escuela, por ejemplo, cuatro maestras  más fueron convocadas y asistieron a la evaluación de este fin de semana,  incluyendo la subdirectora de la escuela que es una  maestra con más de 40 años de servicio, la maestra Luz María, más de 40 años de servicio, que tiene más de 60 años, que no está lejos del retiro, que pudo haber optado por algún programa de retiro voluntario y aun así dijo: no, yo quiero ser parte de esta reforma, y se fue a evaluar.

Eso es lo que realmente está pasando en la mayoría del país, esos  maestros, este ejemplo de esta escuela que estuve el lunes, perdón, en la ciudad de México.

Ayer estuve en otra escuela en San Luis Potosí y me encontré con lo mismo, y esa es la constante que me encuentro en todas las escuelas del país.

Esos son los cerca de 96 por ciento de maestros que se están evaluando, quienes rechazan la reforma es una minoría, centralmente los liderazgos de la Coordinadora  no quieren perder sus privilegios y como yo lo he dicho en diversas ocasiones, hay dos caminos y ellos tienen la opción de escoger por cuál quieren transitar. Existe el camino de que sigan rechazando la Reforma Educativa. El camino de dejar a los niños sin clases, el camino de no irse a evaluar, el camino de querer presionar a los maestros que sí se evalúan. Si quieren ir por ese camino, van encontrar un gobierno muy firme en la aplicación de la ley.

Pero existe otro camino, que es el que a todos nos gustaría recorrer que es el camino donde se acepte, o acepten, la Reforma Educativa y caminemos juntos en su implementación.

Hay mucho que dialogar, la Reforma Educativa da mucho espacio para que la forma en que la implementemos se adapte como debe de ser a las diversas realidades regionales que tiene el país, y eso, si quieren recorrer esa vía, van a encontrar un gobierno abierto, dialogante con el que podemos construir un mejor futuro particularmente para los estados de Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, que son los que más lo necesitan. 

Ellos tienen la decisión. El gobierno está listo para los dos escenarios, está listo para transitar si es que quieren seguir por el camino de la confrontación, con un gobierno firme en la aplicación de la ley; ni más ni menos, pero con gran firmeza.

Pero también está listo para caminar por el segundo sendero, que es el del diálogo y el de que juntos podamos implementar la Reforma Educativa.

Déjenme muy rápido para ir también al tema que estuvo abordando Manuel, haré más rápido las siguientes prioridades. La cuarta, que sé que es un tema que también les va a interesar y en el cual los estaremos formalmente  invitando a participar también, junto con muchos otros segmentos de la sociedad en México o grupos de la sociedad en México que tienen que ver con el cambio del modelo educativo y los nuevos planes  y programas de estudio.

Eso es algo que vamos a iniciar, una ruta que iniciaremos el próximo año, en donde estaremos por supuesto dialogando con pedagogos, con expertos, con los maestros, con las autoridades locales, con el sector privado, en fin, con todos los que tienen que opinar sobre este tema, para que juntos podamos construir esa ruta y que antes de que termine el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, tengamos también ya en marcha nuevos programas y planes educativos, que es parte del cambio que debemos de tener.

La quinta prioridad es construir un sistema educativo con mayor equidad. Un tema fundamental.

La sexta prioridad, que es a la que quería llegar, es el tener una vinculación mucho más eficaz y eficiente entre el mundo educativo y el mundo laboral. Precisamente, parte de lo que nos platicaba Manuel hace un momento y de que, reitero y felicito, y doy la bienvenida a esta iniciativa.

En México, y ustedes lo saben, tenemos una paradoja: por un lado, tenemos estudiantes universitarios y tecnológicos que no necesariamente encuentran empleo o no el empleo que quisieran, que esto también es muy importante.

Finalmente, también, nuestro objetivo es que a través de la educación, los mexicanos además de ser más productivos y ganar más, también sean más felices; que la oferta educativa permita que todo mundo se dedique a lo que le gusta hacer, y que pueda disfrutar de sus actividades laborales y de su vida.

Puede sonar cursi, pero creemos que es algo fundamental y que es algo que tiene que lograr la educación. Ustedes lo saben: si uno se dedica a lo que le gusta, uno es mucho más feliz. Y para eso uno tiene que tener las herramientas educativas para poderlo lograr, y entonces, existe esta paradoja de estudiantes que no encuentran el trabajo que quisieran, pero también de empresarios, de industriales que no están encontrando el capital humano que requieren para seguir creciendo.

Eso nos habla de un desfase; es decir, no estamos teniendo la vinculación más adecuada y eficaz, entre la oferta educativa y la demanda laboral. Y lo tenemos que lograr, lo tenemos que hacer, lo decía muy bien Manuel, además con una visión regional. México son muchos Méxicos, y las condiciones económicas o las vocaciones regionales y económicas son muy distintas entre un estado y otro o entre una región y otra. Y tenemos que entender que esas vocaciones productivas tienen que encontrar una contraparte de oferta educativa de calidad que se conecte con esa demanda laboral y de productividad.

Pero también debe ser a la inversa. Yo creo que el sector productivo se puede enriquecer enormemente de las fortalezas educativas que también tiene el sistema educativo mexicano y el de ciencia y tecnología dado, que eso es muy importante, el que sigamos caminando en poder tener mejor y más innovación.

Manuel daba hace un momento el dato de que en México gastamos casi el 0.6 por ciento del Producto Interno Bruto. Sin duda, insuficiente. La meta es que al final del sexenio podamos llegar a cerca del uno por ciento del Producto Interno Bruto, pero déjenme darles un dato porque también es importante reconocer  cuando vamos avanzando, porque hay cambios que se dan de manera paulatina: llevábamos tres décadas de que el casto en ciencia y tecnología era del 0.4 del Producto Interno Bruto. O sea, durante tres décadas no hubo un cambio en términos de porcentaje del Producto Interno Bruto del gasto en esta materia. Y en los tres años del gobierno del presidente Enrique Peña subimos de 0.4 a casi 0.6. Es la primera vez que hay un incremento real en el gasto en ciencia y tecnología, con la ruta de poder llegar al uno por ciento o cercano al uno por ciento cuando termine esta administración.

Y déjenme nada más ilustrarles, también, algunas de las cosas que estamos haciendo y estaremos platicando hoy en la tarde y hacia adelante, de las experiencias que podemos afianzar y darle una mayor escala.

Tenemos, y yo creo que muchos de ustedes conocen, el Programa de Educación Dual que está funcionando muy bien en algunos estados, pero todavía está en una fase casi de programa piloto. Necesitamos darle más escala y para ello necesitamos cerrar filas para que juntos lo podamos hacer.

Tenemos proyectos, tenemos una gran apuesta por la educación técnica y tecnológica en el país, y hoy tenemos un conjunto de universidades, ya son 11 universidades en todo el país, universidades tecnológicas pero bilingües; es decir, ahí los jóvenes toman clases cien por ciento en inglés. Entran muchas veces con un conocimiento pobre del idioma, tienen un curso intensivo de más de un cuatrimestre o casi un semestre, incluyendo el que vayan a Estados Unidos; después regresan y tiene la mitad de las materias en inglés y la otra mitad en español; después 75-25, y el último año el cien por ciento de las materias en inglés.

Acabo de visitar una de estas universidades tecnológicas bilingües en Aguascalientes, la de El Retoño. Es impresionante. La sesión de trabajo que tuve con ellos fue en inglés; tienen un dominio absoluto del idioma. Se está introduciendo ya japonés, alemán y francés, y por supuesto el cien por ciento de los egresados de esta universidad tecnológica encuentran empleo, en un estado como Aguascalientes, donde además todo esto está vinculado a la industria automotriz, aeronáutica, a las fortalezas que tiene Aguascalientes.

Ese modelo, que ya tenemos 11 universidades en el país, es algo que queremos replicar y que le queremos dar una escala mayor.

Y finalmente, por último, la séptima prioridad es una reforma, le hemos llamado también, una reforma administrativa de la SEP. La Secretaría de Educación Pública tiene que alinearse con la nueva realidad de la Reforma Educativa, tiene que responder a ella. En una frase coloquial pero creo que expresa muy bien el sentido de lo que queremos hacer: le queremos quitar grasa y darle músculo a la SEP para que actúe de manera más eficaz, más transparente, y llevemos los recursos a los temas prioritarios, a lo que nos va a generar un impacto en elevar la calidad de la educación y hacerlo con mucha transparencia.

Yo quería ser breve. Me alargué de más. Pero creo que había temas importantes, y yo les agradezco mucho el que hayan estado aquí, el que hayan tenido la paciencia de escucharme, y estoy a sus órdenes.

Audio. Participación del secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer.