Zacatecas, Zac., 26 de junio de 2015.

Secretario Emilio Chuayffet Chemor: Señor gobernador del estado de Zacatecas;

Distinguidas autoridades educativas;

Señores secretarios de Educación en el país;

Señoras y Señores:

 

Un apunte preliminar, venir a Zacatecas es para cualquier mexicano un privilegio. Es una tierra tan hondamente representativa de México que no lo refleja sólo en sus edificios y en sus calles, sino en la aportación humana que ha hecho a nuestra historia.

 

Decía Marco, que el federalismo ha tenido en esta tierra un campo fértil para su defensa, y cómo no iba a tenerlo si esta es la tierra de Tata Pachito, el hombre que se opuso a las veleidades centralistas del dictador Santa Anna, y que desde aquí llamó a la República a preservar su ser federal.

 

Pero también es tierra de artistas, de Goitia, ese enorme genio de la plástica, o de López Velarde, el hombre que cantando a la patria hizo de su poema “A la patria misma”.

 

Precisamente este mes de junio se cumplen 127 años del natalicio de Ramón López Velarde y 94 de la aparición de su más célebre obra.

 

Fue José Vasconcelos, entonces rector de la Universidad Nacional y patrocinador de la revista “El maestro”, quien le encomendó un texto que reflejara el alma de la nación. Lo que ocurrió es por demás sabido, el jerezano escribió una de las piezas más importantes de la literatura del país, en la que afirmó: “La Patria es impecable y diamantina”.

 

Celebro que la XXXVII Reunión del Consejo Nacional de Autoridades Educativas tenga lugar en esta tierra plena de símbolos, plena de realidades, en la cual no sólo se cantó al espíritu de lo mexicano, sino que también se dieron hechos decisivos para la conquista de prerrogativas sociales fundamentales para el país.

 

Hoy hacemos honor a esta historia, al confirmar que la Constitución, fruto de aquella gesta sigue vigente. Su carácter vivo se refleja en el hecho de que el presidente Peña Nieto impulsara como primera gran transformación una reforma que busca que toda enseñanza sea de calidad y con equidad.

 

Contra las opiniones de que esta renovación educativa es limitada y superficial, baste mirar las primeras acciones de la construcción de un sistema educativo digno para los mexicanos.

 

Ejemplos destacados tenemos muchos. Por mencionar algunos, el Censo de Educación Básica y Especial, el Sistema de Información y Gestión Educativa, el Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y el Gasto Operativo, y el establecimiento de la Negociación Única entre la SEP y el SNTE, avances fundamentales para hacer más eficiente y transparente el uso de los recursos.

 

Además estamos ya en vísperas de presentar a la Nación una modernización del plan de estudios del país. Nos hemos negado a decirle nuevo, de ahí que me traicionara el inconsciente, porque tenemos que ser lo suficientemente humildes para reconocer que lo que se ha hecho antes también ha sido valioso y lo que nosotros aportando no son más que escalones hacia arriba respecto a la herencia que hemos recibido.

 

Hemos creado el servicio profesional docente, que fue posible para miles de personas de manera inédita que concursaran para ser parte de la reforma desde las aulas, con el fin de hacer efectivo el interés superior de la niñez se han puesto en marcha en el nivel básico programas como Escuela Digna y de Tiempo Completo, así el de Excelencia de la Reforma Educativa.

 

En el medio superior hemos aumentado la cobertura gracias a iniciativas como el Telebachillerato Comunitario, la Preparatoria en Línea, el Programa Constrúyete y el Modelo de Formación Dual.

 

En el nivel superior se han creado nuevas alternativas como la Universidad a Distancia, el Tecnológico Nacional de México, y diversos programas de modalidad para docentes y alumnos.

 

Finalmente se ha impulsado una importante política de becas con el fin de evitar que niños y jóvenes vean truncado sus recursos y de esta manera también su propia viabilidad profesional.

 

Con objeto de que la reforma siga avanzando y se en cada rincón del país, es indispensable que todos los órganos de gobierno de manera conjunta trabajemos en el marco del federalismo cooperativo que orienta nuestros sistema político.

 

Por eso también es un gusto estar en Zacatecas, porque don Miguel Alonso gobierna con la sabia de los antiguos gobernantes de esta tierra y ha hecho por ella importantes beneficios que se observan de inmediato no sólo en la ciudad, sino en el campo asociando su convicción y orientación política a la necesidad de un bienestar equitativamente distribuido.

 

Le agradezco su hospitalidad, señor gobernador, todos mis compañeros lo hacen porque hemos recibido desde nuestra llegada muestras generosas de generosidad para todos nosotros. Y no es porque seamos funcionarios de Educación, es porque esa tradición de generosidad zacatecana se sigue por fortuna manteniendo.

 

Señoras y señores:

 

Tenemos el privilegio de protagonizar un verdadero parteaguas en la historia del sistema educativo mexicano. A nosotros, a quienes nos encargaron conducir la formación en nuestros respectivos ámbitos corresponde estar a la altura de las circunstancias; un cambio tan trascendente como éste no puede consumarse de forma inmediata, sabemos que enfrentar inercias y privilegios es una tarea ardua que reclama dedicación y tenaz empeño. Sólo lograremos las grandes transformaciones si respondemos al llamado al que la fraternidad convoca. Para cambiar de raíz la enseñanza debemos hacer del diálogo y de la cooperación la más importante fortaleza.

 

Asumamos esta responsabilidad y comprometámonos con un frente común: el futuro de nuestros niños y nuestros jóvenes.

 

Y para cerrar, en Zacatecas tenemos la receta que nos heredó Tata Pachito para hacer política y desarrollar cualquiera de los fines y de las políticas públicas que un gobierno enseña: Renunciemos a la soberbia, hagamos todo por ser audaces y experimentar, sobre todo, como él dijo, con la sonda en la mano.

 

Muchísimas gracias.