Muy buenos días a todas y a todos ustedes.

Saludo en primer lugar, y con mucho gusto, al señor gobernador del estado de Morelos, a Graco Ramírez.

Muchas gracias, Graco, por invitarme a este Consejo que, efectivamente, ya habíamos platicado, ya me lo habías presumido, y ya tenía muchas ganas de poder conocerlos y presenciar una sesión como la del día de hoy. Muchas gracias.

Saludo también, con mucho gusto, a la señora Elena Cepeda. Elena, muchas gracias por recibirnos aquí y permitirme este espacio para conocer cómo está funcionando este Consejo.

Saludo también, con mucho gusto, a los poderes del estado de Morelos, aquí representados. A la magistrada presidenta del Tribunal de Justicia. Al presidente de la Cámara de la Mesa Directiva ¿no?, es Mesa Directiva. Paco, qué gusto verte y que estés aquí con nosotros.

Saludo también a quien nos visita de Argentina: al jefe de gabinete del secretario de Educación, del ministro de Educación de Argentina.

A la secretaria de Educación; a todos los secretarios que nos acompañan.

Y a todos, y todos ustedes del sector privado; del sector académico; sociedad civil, y por supuesto, de los trabajadores.

En primer lugar, los quiero felicitar. Yo creo que esta iniciativa, por lo que he podido ver hoy —más allá de lo que ya me ha presumido Graco—, tiene una gran claridad, y eso da una gran confianza.

En primer lugar, el tener esta claridad estratégica de poner en el centro al capital humano, al capital humano como un eje para el desarrollo, para la equidad, para la libertad; es decir, que desarrollo del capital humano sea el punto central de un eje de un proyecto de desarrollo es la visión estratégica correcta y adecuada.

Segundo, el poder convocar a todos los sectores: al sector, por supuesto, público y político; al sector privado; a la sociedad civil; al sector académico, tanto público como privado, para poder generar una mesa con un amplio consenso y con diversos puntos de vista y puntos de apoyo, y capacidad de ejecución, y de pasar de una visión estratégica y de una idea, a lograr resultados precisos y concretos.

Y por supuesto, como resultado de esto, tener una gran agenda con una gran claridad, escogiendo cuáles son los proyectos centrales, cómo se articula, y cómo se puede procesar entre todos los que están aquí, y eso es lo que yo ya he visto. Así es que me parece que ésta ha sido una gran idea, es un tema muy bien estructurado, muy bien pensado desde el objetivo y la visión estratégica, hasta la manera ya de estar aterrizando y planteando los temas.

Así que yo los quiero felicitar, y les quiero agradecer el que me hayan recibido hoy aquí, y que haya sido invitado en este Consejo.

Déjenme, a partir de esto, retomando varios de los temas que ha dicho el señor gobernador, hacer una reflexión justamente sobre esto y la visión de presente y futuro que se tiene para México.

Partiendo precisamente de este mismo eje, de que el desarrollo del capital humano es el eje articulador de un proyecto para México en el siglo XXI, es qué parte y se toma la decisión de hacer una profunda transformación del sistema educativo; no se puede construir un país teniendo como eje el desarrollo del capital humano sin educación de calidad, y sin un proyecto de ciencia, tecnología e innovación claro y bien articulado.

De manera muy resumida, pero la evolución del sistema educativo en México, que dijéramos inicia con una visión nacional y con una expansión después de la Revolución, en el año de 1921, cuando Álvaro Obregón, siendo presidente, funda la Secretaría de Educación Pública, teniendo como primer secretario a José Vasconcelos. En ese momento, con una población de 15 millones de habitantes —1921—, únicamente el 30 por ciento de los niños iban a la escuela. Y no hablemos del resto de los niveles educativos, en donde la cobertura era prácticamente inexistente. En términos de Educación Superior, la Universidad Nacional, en la Ciudad de México, y universidades en las principales capitales, y no había más.

Y cuando se crea la Secretaría de Educación Pública —por cierto, en muchos aspectos, una de las primeras instituciones que nacen de la Revolución Mexicana—, en su decreto de creación en el año de 21, explícitamente dice que se crea con el objetivo de poder crear y sostener un sistema nacional de educación pública; es decir, era algo que en México no existía.

Noventa años después, con un crecimiento muy grande de la población, con un país que tiene poco más de 120 millones de habitantes, esa visión, dijéramos  y esa utopía inicial de Obregón y Vasconcelos, en gran medida, se ha cumplido.

Hoy en México, a nivel Básico, en cada rincón del país, hay una escuela y un maestro.

Hoy el sistema educativo mexicano público es uno de los cinco más grandes del mundo. En total son 34 millones de estudiantes, dos millones de maestros y un poco más de 260 mil planteles educativos.

Después de China, Estados Unidos, India y Brasil, somos el quinto sistema de educación pública más grande del mundo. Y la cobertura en Educación Básica es prácticamente del 100 por ciento, en primaria es del 100 por ciento, en secundaria es casi de un 99 por ciento.

En Educación Media Superior hemos avanzado mucho. Cuando inició el gobierno del presidente Peña había una cobertura de 68 por ciento, ahorita ya estamos en el 76 por ciento, la meta para terminar el gobierno es de 80 por ciento, y es muy probable que estemos por encima del 80 por ciento con el ritmo que traemos y que es fundamental.

En Educación Superior la cobertura ha pasado del 32 al 35 por ciento, y la meta es llegar al 40 por ciento. Y eso ya nos acerca a niveles de países más desarrollados.

Ese fue el gran reto del siglo XX. Crear un sistema educativo, dar cobertura, alfabetizar, cuando se crea la Secretaría de Educación Pública en el año 21, el 75 por ciento de la población en México era analfabeta, hoy lo es únicamente el 4 por ciento de la población.

Sin embargo, dicho todo esto y viendo esos grandes objetivos que se consiguieron en el siglo XX, me parece que a nadie escapa que la calidad del sistema educativo, si bien, por supuesto, siempre teniendo islas, por decirlo de alguna manera, de altísima calidad, pero en su conjunto era un sistema educativo que no tenía la calidad para afrontar los retos que México necesita en el siglo XXI.

México es un país plenamente globalizado, es uno de los países con más tratados de libre comercio del mundo, que tiene acceso a los principales mercados, por supuesto América del Norte, Europa, en América Latina, ahora la alianza con el Pacífico, tenemos un Tratado de Libre Comercio con Japón y estamos en el TTP, que si se aprueba nos haría entrar también de lleno al mercado asiático.

Somos un país que quiere transitar y pasar de tener una renta media  a una renta alta, poder superar los grandes y altos niveles de desigualdad, etcétera. Para poder competir en ese mundo y lograr esos objetivos, regresamos al tema, necesitamos el capital humano competente, que junto con otros elementos, pero teniendo eso como eje, permita dar ese brinco y ese paso de desarrollo para México.

Y además de eso, la educación es un derecho. Y además de eso, la educación es en sí mismo uno de los procesos más importantes que pueda tener el ser humano y uno de los procesos que en muchos aspectos más felicidad interior le puede brindar, pero que además les permite tener opciones en la vida.

Tener más libertad, pues si uno está bien preparado, tiene opciones para elegir y no toma el trabajo que no le quedó de otra. Entonces hay una clara complementariedad entre una visión del país que necesitamos con el tipo de capital humano que necesitamos para competir, para desarrollarnos en el siglo XXI, junto también con un proceso fundamental de derechos y de capacidades de generar opciones y un espacio de mayor libertad de desarrollo para los mexicanos.

Y por eso se hizo la Reforma Educativa, y por eso en el marco del Pacto por México, que como ustedes recordarán fue un pacto entre los tres principales partidos políticos, de izquierda, del PRD, de donde es el gobernador; del PRI, de donde es un servidor, del PAN, y se logró una agenda que en gran medida es la agenda de transformación para México en el Siglo XXI.

Y el punto central fue la Reforma Educativa. Fue la primera que se aprobó.

¿Qué es lo que hace la Reforma Educativa y cuál es la transformación que tiene?

Primero y lo expresó  muy bien el señor gobernador, había que transformar y pasar de un sistema altamente clientelar a uno con una gran claridad en los derechos y las obligaciones, centrado en el mérito y poniendo en el centro el derecho de las niñas y los niños a una educación de calidad.

Y ése era el primer cambio estratégico y fundamental que teníamos que hacer. Pasar de ese sistema más clientelar y opaco, y en donde el derecho de los niños y las niñas a una educación de calidad no estaba en el centro a un sistema, reitero, de derechos y obligaciones claras, en donde el mérito fuera el centro de ese sistema y en donde el derecho de los niños y las niñas a una educación de calidad y de los jóvenes fuera el centro y el objetivo, que es lo obvio y lo elemental, pero había que reconocerlo, eso no estaba pasando.

Para lograr eso, que es en el proceso en el que estamos, pues hay que hacer una profunda transformación de la organización de las escuelas y por supuesto, de su infraestructura.

Por eso un programa que está invirtiendo 50 mil millones de pesos; es decir, 3 mil millones de dólares adicionales al presupuesto en infraestructura, para mejorar la condición de un poco más de 33 mil escuelas, que están en un tema de un gran deterioro. Pero, dijéramos, en términos para no entrar en detalles y no aburrirlos pero implica una transformación de las escuelas tanto en su organización como en la infraestructura para tener mejores escuelas.

Si tenemos el derecho de los niños y los jóvenes en el centro del sistema educativo, la escuela tiene que estar en el centro, como idea de política pública porque ahí es donde confluyen los niños, es donde se da el proceso de aprendizaje, es donde están los maestros, es donde están los materiales y los recursos de infraestructura y tecnológicos. En la escuela confluye todo.

Y por eso, precisamente a todo este proceso lo hemos llamado poner a la escuela en el centro, y la política pública que rearticula la escuela mexicana se llama la Escuela en el Centro.

El segundo gran objetivo es poder tener mejores maestros también; la profesionalización y el apoyo a la profesionalización del magisterio. Y lo dijo muy bien el señor gobernador, ésta es una Reforma que no va en contra de los  maestros; al contrario, es una Reforma a favor de los  maestros.

Los apoya a que se profesionalicen y los apoya a que puedan hacer una carrera profesional a partir de su propio mérito y no a partir de favores políticos de diverso tipo o de poder escalar en el servicio del magisterio a partir de criterios no claros.

Y por eso las evaluaciones son importantes y tampoco hay que perder el foco.

Las evaluaciones han generado una gran atracción mediática y política, pero no, y es una parte fundamental de la reforma, pero es tan sólo un elemento de una reforma integral.

Pero la evaluación es importante por un factor: para poder tener un diagnóstico mucho  más claro y preciso de qué estamos haciendo bien y qué hay que mejorar. Y la parte sustantiva que complementa la evaluación es la formación continua de los  maestros.

Y por ello, la Reforma tiene una gran apuesta a la formación continua de los  maestros.

Nada más les doy un dato: presupuestalmente hasta el año pasado lo que el país invertía en la formación y el desarrollo profesional continua de los  maestros era de 200 millones de pesos. Este año, como parte de la transformación de la Reforma lo hemos elevado a más de mil 800 millones de pesos.

Es una transformación, es un incremento de 900 por ciento que nos permite por primera vez hacer un primer planteamiento integral buscando y creando un traje a la medida de las necesidades de cada maestro, y vinculado a la evaluación su proceso de desarrollo profesional continuo y de capacitación.

El otro, el tercer objetivo, es decir, mejores escuelas, mejores  maestros.

El tercer objetivo es la renovación de los contenidos en los planes y programas y por supuesto, también del enfoque pedagógico.

Un enfoque pedagógico que privilegie lo que se conoce comúnmente como aprender a aprender. El que los alumnos más allá de acumular o memorizar conocimientos tengan una capacidad de discernir, y por supuesto evolucionar otros temas que hoy sabemos que son fundamentales para el aprendizaje como el desarrollo habilidades socio emocionales.

Que hoy sabemos que son fundamentales y deben de ser en nuestra visión parte del desarrollo y lo que están en la escuela pública mexicana.

Y por ello, próximamente estaremos presentando los nuevos planes y programas, con esta conjunción de temas.

Y por último es la importancia de hacer un sistema más incluyente e inclusivo, que permita que esta transformación llegue a todos los sectores. En muchos aspectos el sistema educativo mexicano reproduce las desigualdades que tiene el país, y aquí hay un problema de causalidad, pero justamente nosotros estamos que la educación es parte de un proceso para romper esa desigualdad.

Entonces, si logramos romper la desigualdad dentro del sistema educativo, eso tiene un impacto después en la sociedad. Si logramos que esta transformación de educación de calidad vaya llegando a las personas con menos recursos, a las familias con menos recursos, a las regiones con menos recursos, que son las que más lo requieren, y se logra insertar este proceso y esta transformación de una educación de calidad, también se podrá ir rompiendo –dijéramos– la desigualdad que está en otras estructuras sociales del país.

Ésa es la Reforma Educativa.

De manera muy rápida, o no tan rápida, ya me extendí mucho en lo que estoy hablando, pero me parece que es muy importante y más en este momento poderlo explicar.

Y ése es el enfoque, y eso es, precisamente, lo que  hoy como decía el gobernador, es lo que está, dijéramos, en proceso de construcción en el país. Es decir, la pregunta, volvemos, ¿por qué la Reforma Educativa? Pues por todo esto. Es decir, la Reforma Educativa tiene que ir más allá de un asunto coyuntural.

La Reforma Educativa es un cambio de fondo y estructural para el país; es la oportunidad de que México en el siglo XXI tenga una ruta de desarrollo mucho más rápida, mucho más equitativa, y que permita a México dar el brinco a un país de estar en vías de desarrollo a un país desarrollado. Implica también la posibilidad de que el ejercicio de los derechos se dé con mayor intensidad, de todos los ciudadanos. Implica el que el país sea más libre porque existen opciones.

Eso es lo que implica la Reforma Educativa, y por ello, después además de un amplísimo consenso, porque ésta es una Reforma que construyó más de dos terceras partes en las cámaras para sacar la reforma constitucional; que tuvo el consenso de las tres principales fuerzas políticas del país, de la izquierda, del centro y de la derecha; que después fue aprobada por todos los congresos locales del país, los 32 congresos locales del país. Ése es  el nivel de consenso de consenso que tuvo esta reforma, y que además, tiene un gran apoyo social: se ve en las encuestas. La mayoría de los mexicanos están con la Reforma Educativa y con esta transformación.

Y por ello, sin duda, no hay que perder la perspectiva de lo que es, y de la importancia de la Reforma Educativa y del cambio que le va a permitir tener al país; y por ello, que es un proyecto fundamental para México, y que regresa —con eso concluyo— y conecto con lo que hoy ustedes están desarrollando aquí en Morelos. Este cambio y esta transformación educativa es fundamental para desarrollar un capital humano que requiere México en el siglo XXI, y a partir de una educación de calidad, el tener este tipo de mecanismos que ha desarrollado aquí —y que los vuelvo a felicitar, y felicito de manera muy particular al gobernador, a Graco, por este esfuerzo—, que permiten entonces una articulación de todos los sectores de la sociedad, en un proyecto claro, con una visión amplia, estratégica, generosa, pero que se aterriza en temas que logran resultados concretos en proyectos específicos.

Así es que pues me da mucho gusto, y los quiero felicitar y agradecer que me hayan permitido estar hoy aquí, con ustedes; que me hayan permitido darles estas palabras y este mensaje, y felicitarlos.

Me parece —reitero— ésta es la visión para México, para Morelos, ir en la construcción de capital humano y a partir del diálogo, la inclusión de todos los sectores, y juntos, ir resolviendo los problemas sobre esta visión y sobre proyectos muy concretos.

Muchas gracias y muchas felicidades a todos.

Mensjae del secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer.