Muy buenos días a todas y a todos que nos acompañan el día de hoy.

Quisiera agradecer a Daniel Ponce Vázquez, encargado del despacho de la oficina de la presidencia del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), que nos acompañe en esta sesión de inauguración durante todo el evento.

Por supuesto, agradecer al maestro Arturo Velázquez Jiménez, director y representante de la oficina en México de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura; como siempre, hemos mantenido una alianza muy estrecha con la UEI y la Secretaría de Educación Pública en los diferentes trabajos.

Agradezco a don Jesús Martínez Castellanos, director general de Mapfre en México, que nos acompañe y., sobre todo, por ese espíritu y responsabilidad social corporativa, con la que Mapfre siempre ha trabajado en diferentes proyectos vinculados con la educación.

De mi compañera de la Secretaría Educación Pública, Marcela Santillán. Gracias, Marcela, por la organización y por trabajar aquí con nosotros en este importante evento.

Yo celebro, y quisiera antes de iniciar un breve mensaje, a nombre del secretario de educación pública, Aurelio Nuño Mayer, pues darles... extenderles la más cordial bienvenida y agradecerles que están aquí con nosotros, y me pide el secretario que celebremos juntos este compromiso de las organizaciones, que desde hace diez años ya trabajan para hacer de la integración e inclusión educativa, una parte crucial de los procesos de enseñanza y aprendizaje en las escuelas mexicanas.

Gracias justamente al Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación; Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura; a la Fundación Mapfre, al Consejo Nacional para el desarrollo de Personas con Discapacidad, y a todos quienes integran dichas organizaciones.

Y en la misma Secretaría de Educación Pública, durante esta última década, hemos luchado brazo con brazo para llevar estos temas a la política pública, y llevar estos temas más importantes aún a las escuelas.

La inclusión educativa no sólo es un tema de derecho a la educación, de justicia y de integración social, sino es un tema principalmente de aprendizaje. Y si antes era un aspecto central de la política educativa, ahora con la Reforma Educativa del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto cobra aún más relevancia.

Estamos al inicio de la implementación con mucho vigor, de una gran reforma que cambia la escuela mexicana hacia la calidad. La gran batalla del siglo XX fue la batalla de la cobertura y de poder llevar las escuelas hasta el último rincón del país; la gran batalla de nuestro siglo XXI en educación, es la batalla por la calidad.

Y para empezar, la Reforma Educativa coloca a la escuela en el centro. Ustedes habrán escuchado al secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, recientemente mencionando siete prioridades estratégicas para la implementación de la Reforma Educativa, y justamente, la primera la primera de estas prioridades es colocar a la escuela en el centro. ¿Y qué significa colocar a la escuela en el centro? Significa otorgar la autonomía, acompañamiento, aprendizaje. 

En esta estrategia triple A, el aprendizaje es esencial y tanto la inclusión como la integración son reclamos sociales traducidos en políticas públicas escolares que mejoran las habilidades de los niños y jóvenes para aprender otras habilidades: debemos aprender a aprender, aprender a convivir. La inclusión e integración no sólo logra ambientes de aprendizaje más agradables y poderosos en las escuelas, sino que mejora el clima social, las relaciones entre alumnos, entre alumnos y maestros, entre maestros y familias; escuelas inclusivas e integradas, diluyen las barreras de segregación y discriminación, que tanto impactan en el resultado educativo de nuestros niños.

Alrededor del mundo, sistemas educativos más integrados, menos segregados y con iguales y equitativas oportunidades de aprendizaje para todos, muestran sin duda mejores resultados, tanto en las habilidades cognitivas, como no cognitivas de los estudiantes. Los sistemas educativos con escuelas integradas propician una transición más segura, justa, armónica, entre el hogar y la sociedad para todos los niños y jóvenes, y ocasionan que las escuelas se conviertan, efectivamente, en instrumentos de coalización, de equidad  y de movilidad social.

Por tanto, por donde uno lo vea, la inclusión y la integración son dos verdaderos poderosos activos educativos. Ahora, además de eso, a través del Concurso Nacional de Experiencias de Inclusión Educativa, de escuelas familias y alumnos, atendemos otra política pública de gran importancia para la vida escolar: ésta es, la fertilización cruzada de buenas prácticas.

Los mejores ejemplos no sólo nos ayudan a mejorar a la política educativa, sino que también inspiran a los estudiantes, a los maestros, a los padres de familia y a las autoridades en forma que no nos llegamos a veces a imaginar. Tienen un gran impacto esta, sobre todo, promoción de las mejores prácticas en la materia. Las experiencias exitosas, que por lo general son demostración de liderazgo y compromiso social, impactan por años y décadas el comportamiento de miles de personas, que multiplican a través de su participación en la sociedad, buenas e innovadoras prácticas educativas y de convivencia social

Estos líderes, y los líderes que le siguen, son los campeones de la inclusión, de la integración, y del aprendizaje; soy un convencido del enorme beneficio de su labor y gracias a todos los organizadores, los participantes, estamos muy reconocidos por sus aportaciones. Sin duda, la pobreza, la segregación, la inequidad, la inequitativa distribución de la riqueza y el ingreso, tienen un impacto en los resultados de aprendizaje y educativos tan grande, o más grande que la escuela misma.

En ese sentido, las políticas y prácticas inclusivas integradoras, diluyen los efectos nocivos de dichos problemas estructurales en nuestras sociedades. Debemos como sociedad, en todos los ámbitos, entender que mientras no resolvamos esos problemas de segregación, inequidad e injusticia, la pedagogía puede hacer poco para aumentar los aprendizajes de todos, por eso nuestro enfoque debe ser integral; sí, efectivamente, alinear los esfuerzos en torno a la pedagogía, pero también alinear los esfuerzos de la comunidad y de la política de organización comunitaria, para poder ir avanzando en torno a los grandes retos de la inequidad  la injusticia. Aquí en donde encaja en la perfección los esfuerzos de las escuelas, pero también, de todas las organizaciones que han hecho posible más y mejor integración-inclusión.

Sin duda, queremos escuelas de calidad: eso implica equidad, inclusión, integración, diversidad y respeto. Hoy en el seno de este evento, y también esta tarde como parte de la entrega de premios en el XI Concurso Nacional de Experiencias Exitosas de Inclusión Educativa, se van a reconocer escuelas, familias, alumnos que han hecho posible la inclusión, la integración y la equidad educativa. También vamos a aprender de los investigadores durante este día, y la mejor investigación, lo que nos dice la ciencia en este tema, para mejorar nuestras políticas y prácticas educativas.

Sin duda, al agradecer a todos quienes están participando en este importante evento, con este programa y este evento, sin duda, todos ganamos; gana la educación de México, ganan nuestros niños y jóvenes.

Muchas gracias.

Audio. Mensaje del subsecretario de Educación Básica, Javier Treviño Cantú.