Ciudad de México
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Muy buenos días a todas y todos ustedes.

Quisiera darles en primer lugar la más cordial bienvenida a la Secretaría de Educación Pública.

Y decirles que tenía preparado, más bien tengo preparado un discurso que no voy a leer, porque se me ocurrieron otras cosas al escuchar los discursos que se pronunciaron previamente.

Y, al sentir un poco más el ambiente tan agradable, tan emotivo de quienes aquí han recibido esta mañana su título de maestría.

Muy estimado Arturo, director general del ILCE, Arturo Velázquez. Estimada Patricia Cabrera, directora de los Proyectos Educativos de la institución. Delia y Karina ahora maestras en Comunicación, en un caso, y en Derechos Humanos y Seguridad, en el otro caso.

Muy estimadas y estimados graduados de esta mañana.

Saludo también con especial afecto a los representantes de las distintas embajadas que hoy nos acompañan: Ecuador, Haití, El Salvador, Colombia, sean muy bienvenidas, bienvenidos.

Y déjenme compartirles básicamente tres reflexiones en torno a este evento que parece sencillo, discreto, pero que en realidad tiene una enorme importancia para todos ustedes, pero también para el país y para los procesos educativos en general.

El primero de ellos, es que quizá nadie se hubiera imaginado hace 25, 30, 35 años, como aquí lo recordaba Patricia, que la educación en México y en el mundo habría de ir tendiendo de manera cada vez más acelerada hacia los formatos tecnológicos digitales.

Y esto es un verdadero hallazgo en el cual me parece a mí que el ILCE fue en realidad una institución pionera en la República en trabajar con estos formatos, con plataformas tecnológicas. Fue pionero, en efecto, en abrir camino en un tema del que insisto prácticamente nadie hablaba hace 30 años o un poco más.

Y en ese sentido, me parece a mí que quienes hoy han recibido sus títulos son un verdadero ejemplo, porque el futuro de la educación va a tender a ser cada vez más en formatos digitales y tecnológicos por muchas razones. Pero voy a mencionar dos o quizá tres.

La primera de ellas, es que permite construir un modelo de educación muchísimo más flexible que puede ser actualizado, adaptado con mucho mayor velocidad que los formatos físicos presenciales, tradicionales, aunque ciertamente éstos siguen teniendo su valor.

Y en ese sentido, me parece a mí que estamos ante la posibilidad de multiplicar y de avanzar mucho más rápidamente en la cobertura, en el ofrecimiento de buena educación a través de estos formatos porque en realidad van a ir mucho más rápidos que en formato presencial tradicional que tenemos hoy en las universidades.

Lo estamos advirtiendo, por ejemplo, ya en este momento no sólo el crecimiento de la matrícula en la educación superior sino también en la media superior. La Prepa en Línea ha sido realmente el nivel que ha crecido mucho más velozmente que en el caso de la prepa o el formato tradicional, físico, presencial.

Y esto me parece que tiene una enorme ventaja, y es un tema en el que tendremos el ILCE y todos que estar permanentemente actualizados. Sencillamente porque los cambios tecnológicos se producen mucho más rápidamente que otros.

Piensen ustedes que la famosa Ley de Moore, pues parece haber comprobado su pertinencia y que estamos teniendo cada 12 o 18 meses una renovación de equipamiento tecnológico con mucho mayor capacidad, a menores costos, y eso creo yo, que es un tema al que tendremos que subirnos de manera más rápida en nuestro país.

En segundo lugar, decirles que al final del día y este es un elemento muy interesante de esta generación. Vamos a tener que trabajar más en México con el desarrollo de habilidades digitales de alta calidad, entre otras razones, porque el país se ha vuelto más sofisticado.

La estructura industrial, manufacturera, económica que hoy tenemos en el país, también se ha vuelto muy distinta a la que teníamos hace apenas digamos de 1985 para acá. Y en ese sentido, el desarrollo de temas como la innovación, la mecanización del trabajo, la inteligencia artificial, el manejo de datos a gran escala, naturalmente van a ser mucho más fáciles de adquirir y de asumir, si desarrollamos competencias y habilidades digitales más sofisticadas como las que ahora tienen los que ya han recibido su título esta mañana.

Y eso, naturalmente, les va a dotar de mayores fortalezas para la empleabilidad o bien para la mejoría cuando ya se está inserto formalmente en el mundo laboral, que aquellos que no tengan esas habilidades.

Hay que decirlo ahora que el viejo concepto de analfabetismo, que acuñó la UNESCO hace ya muchas décadas, que era el simple hecho de quien no saber leer y escribir, ya quedo en desuso. Hoy, la alfabetización del siglo XXI, ya no es de saber leer y escribir y hacerlo, sino se requiere dos lenguajes adicionales: que son justamente el lenguaje digital y el aprendizaje de idiomas, especialmente el caso del inglés o de algún otro en la medida de lo posible.

Y en ese sentido, además de la sustancia de las maestrías que ofrece el Instituto, pues también evidentemente les ha permitido desarrollar, a una escala mayor, más sofisticada, este tipo de habilidades y competencias a quienes han recibido esta mañana su título.

En tercer lugar, déjenme decirles que es muy emotivo, lo digo con toda franqueza, el que esta generación tan heterogenia, no solo por sus lugares de origen, sino también porque es una generación, como decía don Jesús Reyes Heroles, donde hay un entreveramientogeneracional, pues hayan tomado la decisión, en algún momento, de hace dos años o cuando hayan empezado esta maestría, de entrar a un esfuerzo de esta naturaleza.

No voy a preguntar las edades de todos porque no quiero ser indiscreto, porque no me las van a decir, pero si es muy interesante que a determinadas edades hayan decidido entrar a la maestría.

Pero eso quiere decir dos cosas importantes. Primero, la iniciativa personal, la curiosidad intelectual, la curiosidad académica por el mero gusto de aprender cosas nuevas. Una vez que han pasado ciertos años en el mundo laboral.

Pero la otra que es también tan importante como las otras afirmaciones, es que los pone en el camino de algo a lo que van a seguir enfrentando en los próximos años, que es el aprendizaje a lo largo de la vida.

Antes, digamos, hace 25, 30 años, uno pensaba que ya saliendo con el título en la mano pues ya con eso tenía hecho el resto de la vida profesional, y no es verdad. Ahora esta maestría que hoy han recibido, púes yo no sé en cuantos años, pero igual se les queda corta, y entonces van a tener que seguir buscando otros formatos y ahí es donde lo digital ofrece esta posibilidad,otros formatos para capacitarse, para actualizarse, para entrenarse, en las cosas que surjan en los próximos cinco o 10 años, que no sabemos cuáles son, pero ahí van a estar, entonces esto ya les da una plataforma muy sólida, que por una parte es la académica, pero por otra parte es esa decisión, esa vocación personal que ustedes tienen y de la cual ustedes se pueden sentir, sinceramente, muy orgullosos, orgullosas, de haberlo hecho.

Y finalmente, como aquí lo dijo Karina, van a formar una red, como ya se acostumbraron a trabajar en los formatos digitales. Me imagino que hacían algunas tutorías por ahí, que tenían chats para estar en contacto, pues ahora ustedes van a volverse no solo una red de esta generación, sino una red que puede multiplicarse hacia otras personas en cualquier parte del mundo, las 24 horas, los siete días de la semana.

Y eso se va a ir construyendo, y con eso termino, lo más importante que puede tener un país, México y cualquier país de los que forman la red, el consejo del instituto, un desarrollo de un capital humano, de un talento mucho más robusto, más sofisticado, más preparado, porque al final del día, con todas las tecnologías que queramos, el capital humano y el desarrollo del talento seguirá siendo la riqueza más importante del país.

Así que no me resta más que felicitarlos, han hecho un gran esfuerzo, siéntanse orgullosos, denle gracias no solo al instituto, sino gracias a sus familias de quienes tomaron un poco de tiempo para dedicarlo a la maestría. Así que en todos sentidos merecen una sincera felicitación.

Gracias.