Muy buenos días a todas y a todos. Es para mí un verdadero gusto y un honor poder estar en este evento tan importante, con todas las consejeras y los consejeros de Bancomer.

Antes de empezar, quiero agradecer mucho a Luis Robles.

Y por supuesto, también, a Francisco González, por esta invitación.

Y hacer un reconocimiento, un reconocimiento al apoyo que siempre ha dado Bancomer a la educación. Estuvimos apenas hace unos días —coincidimos Luis y un servidor—, en el evento de Bécalos, que es un esfuerzo de la sociedad civil, y en donde participa Bancomer de manera muy señalada, y por supuesto, la Asociación de Bancos de México, en un proyecto muy importante.

Pero no es nada más donde apoya Bancomer. También, desde hace tiempo, junto con la SEP, se apoya a todos los jóvenes —muy jóvenes, de secundaria— que ganan las Olimpiadas de Matemáticas y de diversas competencias, y que con Bancomer damos un apoyo y una beca.

Así es que quiero empezar dándoles este reconocimiento, y su compromiso con la educación.

Muchas gracias, y felicidades.

Permítanme intentar ser muy breve en este comentario inicial, poderles dar, de manera breve —en una gran síntesis—, lo que se está haciendo con la Reforma Educativa.

Para ello, déjenme iniciar muy breve, poniendo un poco en perspectiva histórica la importancia que tiene esta reforma y por qué se ha hecho, y ha sido —como el propio presidente de la República lo ha dicho— de las 13 reformas estructurales, ésta, la educativa, la más importante y la que tiene el potencial de darle una transformación de fondo al país en el mediano y largo plazo.

En el año de 1921, hace poco menos de cien años —que en tiempo histórico es relativamente poco—, se creó la Secretaría de Educación Pública. En muchos aspectos, la SEP puede ser considerada una de las primeras instituciones que nace después de la Revolución Mexicana.

En ese año, siendo presidente Álvaro Obregón; y el primer secretario de Educación, José Vasconcelos, un intelectual muy importante de su época; la cobertura, con una población de un poco más de 10 millones de mexicanos, la cobertura de educación primaria era únicamente del 10 por ciento, y el resto de los niveles educativos eran prácticamente inexistentes. Y cuando se crea la SEP, en su decreto de creación dice que tiene por objetivo crear y sostener un sistema nacional de educación, que en ese momento no existía.

Un poco más de 90 años después, me parece que éste es el gran éxito del sistema educativo del siglo XX, hoy México tiene uno de los cinco sistemas de educación pública más grandes del mundo, después de China, de la India, de Estados Unidos y de Brasil. Es de 34 millones de alumnos; dos millones de maestros, y un poco más de 260 mil planteles educativos.

Hoy tenemos una cobertura universal en primaria, quiere decir, se atiende al 100 por ciento de la población; prácticamente del 100 por ciento en secundaria; tenemos ya una cobertura de 76 por ciento en Educación Media Superior, nada más en este sexenio se pasó hasta ahora de 68 a 76, y el próximo año vamos a llegar —con un año de anticipación— a la meta de 80 por ciento de cobertura.

Ese —reitero— fue el gran éxito del siglo XX, que fue la cobertura, y lograr crear este gran sistema educativo. Ese sueño que tuvo Vasconcelos, de que en cada rincón del país hubiera una escuela y un maestro, hoy es una realidad.

Sin embargo, era muy claro que la calidad del sistema dejaba mucho que desear, y que en la manera en como estaba organizado el sistema, no íbamos a llegar muy lejos. Y por ello, era necesario hacer una reforma muy profunda, en donde la cobertura dejaba de ser la prioridad, para que ahora, la prioridad fuera la calidad.

Y ese es el gran cambio entre el sistema educativo del siglo XX, que su prioridad era lograr la cobertura, y lograr llegar a todos los espacios; y hoy, el gran reto es que  volvamos a este sistema uno de gran calidad.

La Reforma, en ese sentido, se puede resumir en grandes cinco objetivos.

El primero es un objetivo político, sin lugar a dudas, y es la reorganización del sistema. A nadie escapa que desafortunadamente el sistema educativo era un sistema altamente clientelar y corporativo, en donde de manera indebida, particularmente algunas secciones sindicales, tenían un control sobre la educación y la vida de los maestros, que hacía que el sistema, en lugar de buscar prioridades pedagógicas, fueran prioridades políticas y sindicales.

Y el sistema estaba lleno de vicios, que era imposible aceptar en pleno siglo XXI, y queriendo construir un sistema educativo de calidad para un país que pretende avanzar de una renta media, una renta alta; que pretende salir de la pobreza, reducir la desigualdad, insertarse en los mercados globales como un gran jugador, como lo aspira ser México. Temas como la herencia y la venta de plazas; como por ejemplo, poder controlar la vida de los maestros para dejar a los niños sin clases y salir a presionar al gobierno con marchas y manifestaciones.

Y por eso, la primer prioridad ha sido esta reorganización política, que sustituye un sistema clientelar y corporativo, por uno de derechos y obligaciones muy claro, en donde el mérito es el centro del nuevo sistema. En lugar de que sean los liderazgos sindicales quienes deciden qué maestro puede ser director o supervisor, o quien llega a ser maestro, hoy se hace a través de concursos.

Hoy, para ser maestro en México, se tiene que hacer un examen, y entran los mejores; para ser director, se concursa esa plaza y se la queda el mejor; para ser supervisor, se concursa esa plaza y se la queda el mejor.

Y ese es un cambio fundamental, un cambio para que nos permita pasar del clientelismo y del corporativismo, al mérito, a reglas claras, y una reestructuración de cómo funciona el sistema, logrando lo que se ha llamado la recuperación de la rectoría del Estado en materia educativa y creo que no abundo más en ello, creo que es claro para todos cómo hemos venido avanzando en este proceso: sigue siendo una gran reto.

Hoy tenemos este paro ilegal e indefinido que llamó la Coordinadora en cuatro estados del país, que afortunadamente, como resultado de este proceso, por primera vez la mayoría de los maestros no los siguieron, y hoy tenemos a la mayoría de las escuelas en estas cuatro entidades, funcionado; y a los maestros, ya no siguiendo a estos líderes que, lo único que buscan, y para eso hicieron ese paro, es para poder mantener estos privilegios que están perdiendo a través de la reforma.

Entonces, ése es un objetivo central y fundamental, que sin él, el resto de los avances no sería posible.

El segundo gran objetivo tiene que ver con una reorganización de las escuelas. Crear nuevas escuelas con menos carga burocrática para los maestros, en donde podamos caminar hacia la autonomía de gestión, en donde el tiempo de la enseñanza sea mucho más efectivo.

Es decir, un nuevo modelo de escuela en donde la escuela esté en el centro de las políticas públicas, porque ahí es donde están los alumnos y estamos en esa transformación, precisamente, a través de una nueva política pública que se llama la Escuela al Centro.

Esto se complementa con la infraestructura, hoy sabemos porque antes de la Reforma Educativa estábamos tan atrasados que en México no sabíamos con exactitud ni cuántas escuelas había, ni cuántos maestros había.

Hoy la Reforma mandató hacer un censo, que hizo el INEGI. Hoy sabemos con precisión cuántos maestros, cuántas escuelas, pero algo que antes sabíamos todos de manera intuitiva pero que hoy lo podemos saber con toda precisión, cuáles son las necesidades de las estructuras de las escuelas. Hoy sabemos, por ejemplo, que el 11 por ciento de las escuelas del país ni siquiera tienen baños, y que el 10 por ciento de las escuelas no están conectadas a la red eléctrica.

Y por eso, el presidente de la República nos instruyó al secretario de Hacienda y a un servidor, crear un nuevo programa que permita financiar y poner en dignidad  a la mayoría de las escuelas y así surgió el Programa Escuelas al CIEN, con una inversión de 50 mil millones de pesos adicionales, que se fondea en la Bolsa de Valores de México, y aquí también hacer un reconocimiento a Bancomer que ha creído en este instrumento, que ha apostado por este instrumento que hoy nos ésta permitiendo poner en dignidad a un poco más de 33 mil escuelas de todo el país.

La tercera gran prioridad tiene que ver con el caminar hacia la profesionalización de los maestros. Ya comentaba el nuevo sistema de evaluaciones para entrar a ser maestro y ahora estas evaluaciones se vuelven fundamentales complementados con una capacitación de calidad para los maestros.

Ea evaluación que era algo antes impensable en nuestro sistema educativo. Hoy es una realidad año con año se están evaluando  maestros.

El año pasado tuvimos la primera evaluación en la que participaron un poco más de 140 mil maestros, que hoy sabemos con precisión cuáles son sus fortalezas, cuáles son sus debilidades, y cómo, con un nuevo sistema de capacitación y de formación continua, podemos hacer que los maestros mejoren, y caminemos en esa profesionalización.

El cuarto objetivo tiene que ver con los nuevos contenidos; los nuevos planes y programas que estaremos presentando en las próximas semanas. Son los contenidos y la pedagogía del siglo XXI que se vuelve absolutamente fundamental como parte del centro de este cambio educativo.

¿Hacia a dónde va este nuevo planteamiento? Va centralmente a que los niños aprendan a aprender, más allá de acumular información; que aprendan a discernir; que tengan los conocimientos y las habilidades que requiere el siglo XXI. Ya estaremos platicando de este tema.

Y finalmente, el quinto gran objetivo tiene que ver con que todos estos cambios lleguen a todas las niñas y los niños de México; es decir, que se hagan con equidad y con inclusión, porque desafortunadamente las desigualdades  que tiene nuestro país, también se ha reflejado en el sistema educativo.

De esta manera, con una recuperación de la rectoría en materia educativa; es decir, con esta transformación política del sistema educativo; con una reorganización de las escuelas y fortaleciendo la infraestructura de las mismas; con la profesionalización de los  maestros; con nuevos contenidos y nueva pedagogía, y un sistema con estrategias para hacer más incluyente e inclusivo; con esos cinco ejes es que estamos haciendo esta gran transformación que es fundamental para que México en el siglo XXI pueda ser un actor verdaderamente competitivo en el mundo global y, además, podamos ir superando la desigualdad en nuestro país.

Así es que ese sería mi comentario inicial de manera, pues, muy resumida, pero esos son los grandes planteamientos que hacemos con la reforma.  Muchas gracias.

Audio. Mensaje del secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer.