Muy buenas tardes a todas y a todos ustedes.

Es para mí un verdadero gusto y honor estar una vez más en esta hermosa tierra que es el Estado de México.

He tenido la fortuna y la oportunidad de que mi amigo, el gobernador, el doctor Eruviel Ávila Villegas, me haya estado invitando muy seguido a este estado, al que le guardo un gran y profundo cariño, y estar ya por cuarta vez consecutiva en cada semana, incluyendo desde el día de ayer. Muchas gracias

Así es que un gusto, y un gusto, además, de estar aquí en Acolman, poder estar aquí en esta unidad de la Universidad Autónoma del Estado de México, una institución de gran profesionalismo y de gran importancia para el desarrollo educativo de nuestro país, y una institución de excelencia.

Muchas gracias por recibirnos aquí, y un gusto estar con todos ustedes aquí en Acolman.

Señor gobernador, decirle también y reconocerle el esfuerzo que ha dado usted a la educación. Usted conoce muy bien el poder de transformación que tiene la educación; de transformación en la vida de las personas, y por lo mismo, en la transformación que tiene en la vida de las familias, de las comunidades y de todo un país.

Usted es alguien que su vida, estudió, y estudió mucho. Usted es doctor por la Universidad Nacional Autónoma de México —muy bien; bravo, los que sean de la UNAM—, y por lo mismo, usted como gobernador ha puesto el empeño en que la educación sea una prioridad para que trasforme la vida de los mexiquenses.

Yo le quiero agradecer esa visión, ese impulso, y por supuesto el apoyo a la Reforma Educativa, y reconocer y decir que el Estado de México va a la vanguardia en la implementación de la Reforma Educativa, y en la transformación para tener una educación de calidad.

Muchas gracias por todo, señor gobernador, y felicidades por ese impulso a la educación en su estado.

Señor rector, doctor Jorge Olvera, lo felicito por el trabajo que se realiza en una de las grandes instituciones que tenemos de Educación Superior, como lo decía hace un momento, y muchas gracias por recibirnos y permitirme estar hoy aquí, en esta Unidad de Acolman, en donde se seguirá ampliando y se seguirá invirtiendo en favor de la educación.

Gracias, y felicidades por todo el esfuerzo hecho por esta gran y noble institución de Educación Superior de nuestro país. Muchas felicidades, señor rector.

A la maestra María Eugenia Casar. María Eugenia, muchas gracias por todo y el apoyo de la cancillería para estos proyectos. Señor presidente municipal, muchas gracias por recibirnos. Y de manera muy particular, a todas y a todos ustedes, jóvenes, que el día de hoy, o a partir de hoy, emprenderán una gran aventura para estudiar fuera de nuestro país.

Por favor, levanten la mano todos los que van a salir y van a tener cursos en el extranjero, que están hoy aquí.

Ahora les pido, por favor, que levanten la mano los que se van a Estados Unidos.

¿Quiénes se van a Canadá? ¿Quiénes se van a España? ¿A Argentina, o a algún otro país de América Latina? Muy bien.

Déjenme decirles, jóvenes, que así como ustedes, un servidor tuvo la fortuna también de poder tener una beca y estudiar en el extranjero; poder pasar un tiempo fuera —como lo van a hacer ustedes—, conociendo otra cultura, conociendo otros estudios, y déjenme decirles que es uno de los momentos que más se pueden aprovechar de la vida.

Lo decía hace un momento, y ustedes lo saben y por esto están aquí, el mayor poder de transformación que tiene una persona, y por lo tanto una sociedad, es la educación.

Y cuando uno pone mucho empeño en la educación, y cuando uno tiene una oportunidad como la que están teniendo ustedes, que se han ganado a pulso, a través de su trabajo, de su esfuerzo y el de sus familias, que se deben de sentir muy orgullosos de todos ustedes

¿Están las mamás, papás, de los jóvenes que van a salir? Levanten la mano, por favor.

Muchas felicidades.

Muchas felicidades a ustedes, por el esfuerzo que han puesto en la educación de sus hijos y que sin duda se está retribuyendo como ustedes siempre lo han querido y con ese gran orgullo. Yo les decía, la educación tiene ese gran poder de transformación, personal, familiar y de todo un país.

Y cuando se tiene esa oportunidad que, decía, se han ganado a través de ese esfuerzo, pues es una oportunidad única, porque además de recibir y seguir formándose y tener una educación de mayor calidad, van a tener la oportunidad, única, de conocer otras culturas, de conocer gente de muchos países distintos, de conocer puntos de vista de diversos temas.

Van a poder también ver y valorar a México desde la distancia, que es algo fundamental. Desde la distancia van a ver mejor las fortalezas que tiene nuestro país, y también los temas que necesitamos cambiar y transformar.

Por eso, jóvenes, ésta es una oportunidad que tienen que valorar, que tienen que aprovechar y que tienen que disfrutar al máximo.

En los recorridos que estos haciendo por el país; recorriendo escuelas; recorriendo universidades; dialogando con maestros, con estudiantes, con alumnos, tengo muy presente, hace relativamente poco estuve en la Universidad Tecnológica de los Valles Centrales de Oaxaca, y ahí conocí a Magali, un estudiante, como todos ustedes, que también estaba saliendo al extranjero.

Magali se iba a estudiar tres meses a la India, un curso, estaba estudiando para chef, para poder perfeccionar pues todo lo que ella estaba estudiando. Iba a ser  primera vez que Magali salía de México.

Y la emoción que tenía por llegar a  conocer otras culturas, como lo están haciendo ustedes, por seguir preparándose y, particularmente y que fue lo que más me llamó la atención y que me conmovió, sus deseos de regresar a México, de regresar a Oaxaca, para que pudiera poner en práctica su experiencia y lo que estaba conociendo afuera.

Y estoy seguro de que también es su caso. Yo les quiero pedir también,  jóvenes, que esta oportunidad que están teniendo, que reitero se han ganado con su esfuerzo y su talento, la aprovechen para regresar a México, y que sigan trabajando para que tengamos un país mejor.

La verdadera transformación de México la vamos a lograr a través de una educación de calidad; la vamos a lograr a través de jóvenes como ustedes, que están empeñados en salir adelante y a través de la educación; la vamos a conseguir con ese esfuerzo en conjunto.

Hay, y con esto quiero concluir, este poder de transformación que tiene la educación, y que lo hacen ustedes, en gran medida, los jóvenes.

Déjenme platicarles muy rápido una historia que también he conocido en diversos recorridos. Se trata de una señora que conocí en Perote, Veracruz, Doña Flora de Jesús.

Ella tenía, tiene, doña Flora de Jesús 60 años, y no sabía leer ni escribir. Y lo que ella me decía es que esa condición la limitaba profundamente en lo que podía hacer. No era plenamente libre, porque al no saber leer ni escribir, por ejemplo, tenía problemas para tomar un camión, porque no sabía si estaba tomando la ruta correcta o no; no podía firmar un contrato, porque no sabía lo que decía el contrato, y tampoco sabía firmar.

Y a los 60 años decidió tomar el destino de su vida en sus manos, y doña Flora de Jesús se acercó al Instituto Nacional para la Educación de los Adultos, y hoy no únicamente sabe leer y escribir, sino que ya terminó la primaria con 9 de promedio y ahorita está estudiando la secundaria. Y su vida ha cambiado de manera radical, no únicamente ya puede tomar un camión, puede firmar un contrato, sino en el evento en el que estuve en Perote, donde la conocí, por ejemplo, ella misma con su puño y letra, escribió su discurso, con ortografía perfecta y lo leyó. Y hoy es una mujer mucho más libre, mucho más feliz,  y de la que además su familia se siente muy orgullosa.

Pero lo más importante es que en ese evento, y donde conocí a doña Flora de Jesús, fue en la Universidad Tecnológica de Poza Rica, y saben por qué, porque jóvenes como ustedes han decidido también dedicarle y entregar sus tiempos libres, por ejemplo, parte de sus vacaciones de verano, a alfabetizar y a poder apoyar a que personas que no han tenido la suerte a lo largo de la vida y que no pudieron tener una educación, la puedan tener con el apoyo de jóvenes como ustedes.

Ése es el verdadero poder de transformación que tiene la educación y que además tiene cuando los mexicanos nos sumamos. Nos sumamos entre generaciones, y con la educación vamos transformando nuestras vidas y con ellas  la del país.

Por eso yo les quiero reiterar que hoy que tienen esta oportunidad, jóvenes, sean muy conscientes, la disfruten mucho que se la pasen muy bien, pero regresen a México a seguir transformando a nuestro país.

Que todo lo que no les gusta, todo lo que quieren que se cambie en este país lo podamos hacer con este esfuerzo, juntos, unidos y a través de la educación.

Y por eso como decía el señor rector de la Universidad Autónoma del Estado de México, por eso, porque el mayor punto de transformación para nuestro país es la educación es que estamos haciendo esta Reforma Educativa.

Y por lo mismo, porque el futuro de México depende de una educación de calidad, es que no vamos a dar ni un paso  atrás, y vamos a continuar con esta transformación a través de una Reforma Educativa y por supuesto, junto con jóvenes como ustedes que a través de su esfuerzo están cambiando sus vidas, pero que también al cambiar sus vidas están cambiando la de sus familias, la de sus comunidades y la de México.

Muchas felicidades, y les deseo mucho éxito en su viaje y también desearles, jóvenes, que se la pasen muy bien. Por favor les dan la mano a todos.

Les pido que se pongan de pie les queremos dar, por favor, les queremos dar un aplauso.

Señor gobernador, yo creo que se la van a pasar muy bien, que se la pasen muy bien, disfrútenlo, aprovéchenlo y regresen a cambiar su Estado de México.

Muchas gracias.

Audio. Mensaje del secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer.