Ciudad de México
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Muy buenas tardes tengan todas y todos ustedes.

Es hoy para mí un verdadero honor y un  privilegio estar, una vez más aquí, con ustedes.

Como saben, hoy he presentado mi renuncia como secretario de Educación al señor presidente de la República, licenciado Enrique Peña Nieto.

Y el día de hoy he presentado esta renuncia porque he recibido la muy generosa invitación del doctor José Antonio Meade Kuribreña para coordinar su campaña a la Presidencia.

La invitación muy generosa decía, del doctor Meade, de mi amigo Pepe Meade para poder coordinar su campaña a la Presidencia de la República. He aceptado.

Por supuesto que he aceptado esta generosa invitación con muchísimo gusto y con muchísimo entusiasmo. Yo estoy convencido que la preparación, que la experiencia, que la visión, que la fortaleza y que el liderazgo del doctor Meade son los que nos van a permitir que el cambio y la transformación de México pueda continuar. Estoy convencido que, como él mismo lo ha dicho, con su liderazgo México llegará a ser la gran potencia que merece ser y estamos seguros  que el siglo XXI será el siglo de México, y por supuesto con mucho gusto me sumo a esta invitación del doctor José Antonio Meade Kuribreña.

Quiero por supuesto, y quiero iniciar bueno un muy profundo agradecimiento con el señor presidente de la República. Como él hoy lo recordó, en Los Pinos hace unos momentos, son ya más de siete años en que yo he tenido el honor de poder trabajar con él. El honor de poderlo acompañar cuando él era gobernador del Estado de México, después he tenido el honor de participar en su campaña a la Presidencia de la República; después en el proceso de transición; después como jefe de la Oficina de la Presidencia, en donde para mí fue un gran honor y un privilegio poder estar y trabajar tan cerca de un mexicano tan excepcional; además en un momento tan importante para nuestro país que fue la construcción de acuerdos para que 13 reformas estructurales, de las cuales estoy convencido van a cambiarle el rostro a nuestro país para bien, se hayan construido y consolidado con las demás fuerzas políticas de México.

Y después haber tenido el honor de que me designara secretario de Educación. El honor más grande de mi vida, haber estado al frente de esta secretaría histórica fundada, como todos ustedes saben en 1921 por José Vasconcelos, y sin la cual no se podría entender la construcción de México en el siglo XX y que el señor presidente me haya dado la confianza de venir ahora  a encabezar uno de los proyectos más importantes para  el siglo XXI de México: que es el poder tener una educación de calidad.

Por todo ello y porque además le tengo al presidente Enrique Peña Nieto no solamente un gran agradecimiento, sino una profunda admiración; una admiración por ser un hombre, un hombre auténticamente de Estado, que tuvo una gran visión y un gran valor.

Una gran visión por haber logrado conjuntar, después de más de 15 años sin grandes acuerdos políticos en México, haber tenido el talento de conjuntar a las mayores fuerzas políticas para sacar acuerdos a favor de México. Una gran visión porque fueron reformas de una gran complejidad técnica y política.

Una gran visión porque si bien muchos de los resultados de esas reformas hoy ya los estamos disfrutando, muchos de esos frutos llegarán mucho después. Mucho después de que concluya su periodo como presidente. Y de un gran valor: porque se requiere de mucho valor para enfrentar cambios tan profundos, para enfrentar resistencias de intereses que obviamente se afectan cuando hay estos cambios y por todo ello, para mí ha sido un verdadero honor y un privilegio servirle al presidente Enrique Peña Nieto.

Quiero agradecer profundamente a toda mi familia, empezando por María, mi esposa, el amor de mi vida y mi gran compañera. Muchas gracias mi amor. Quiero agradecer también a mi mamá, porque como muchos de ustedes lo saben, porque lo he dicho en diversos eventos y encuentros públicos con la presencia de muchos de ustedes,  mi mamá es orgullosamente profesora e investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México desde hace 40 años, que estaré próximos a cumplir en los próximos días, y fue gracias a la educación que ella tuvo como antropóloga, como historiadora, como académica, que me pudo sacar adelante y que gracias a la educación que ella me dio y que fue siempre el valor principal de nuestro hogar, lo que a mí permitió ser feliz y salir adelante y ese ha sido mi ejemplo para que la educación pueda ser la mayor palanca de transformación para las niñas y los niños de México. Muchas gracias.

Quiero por supuesto también agradecer a los niños y los niños de México a las maestras y a los maestros de nuestro país, a los jóvenes y a los científicos a los intelectuales de esta gran nación. Y por supuesto, el talento y la generosidad de científicos, académicos, de intelectuales, que a través del conocimiento están cambiando y transformando a México; a todos ellos , desde aquí, todo mi reconocimiento y muchas gracias por ser como son, por recibirnos, por estar transformando juntos a México.

Y por supuesto, y particularmente el día de hoy, en este día tan especial, en el que estoy aquí rodeado de mexicanas y mexicanos muy talentosos, muy comprometidos con el país y con la educación, agradecerles a cada uno de ustedes, colaboradores, compañeros de trabajo aquí en la Secretaría de Educación, por su pasión, por su entrega, por su esfuerzo, y por su amor a México. Gracias al trabajo de cada uno de ustedes, hoy podemos decir que hemos emprendido una de las mayores transformaciones en la educación de México y, por lo tanto, también de  nuestro país. Que gracias al trabajo de cada uno de ustedes, hemos logrado cambios extraordinarios.

Hoy, a diferencia de un pasado reciente, las maestras y los maestros de México pueden hacer una carrera a partir de su propio mérito y de su propio esfuerzo. Hoy, quien quiere ser maestro en México tiene que hacer una evaluación, y entra el que más vocación y más conocimientos tiene, en lugar de como sucedía antes que en muchas ocasiones de tener que comprar o heredar una plaza, o buscar palancas para entrar. Este ha sido un cambio extraordinario para México.

Hoy los maestros que quieren ser directores lo hacen por su mérito y su esfuerzo, y no por el influyentismo. Hoy, los maestros y las maestras se evalúan y los mejores tienen incrementos salariales muy importantes. Hoy, todos estos cambios están haciendo que los maestros se liberen y que sea el mérito y su esfuerzo lo que permita que puedan hacer una carrera, y junto con ello mejorar la vida y la educación de las niñas y los niños de México. Y es una transformación que logramos juntos, todos ustedes, en estos poco más de dos años de trabajo. Más de un millón de maestras y maestros han pasado por estos procesos de evaluación, en los últimos dos años.    

De igual manera, hemos logrado vencer resistencias, particularmente este año 2017 tuvimos participaciones históricas en las evaluaciones en Michoacán con más del 98 por ciento de participación; en Oaxaca 90 por ciento;  en Guerrero 100 por ciento; en Chiapas 99 por ciento. Y eso lo logramos de la mano de las maestras y los maestros de estos estados.

Y conseguimos también que por primera vez en más de 20 años, no hubiera un paro magisterial el 15 de mayo. Y que arrancaran los cursos en agosto, sin ningún contratiempo, demostrando que la Reforma Educativa es una revolución  a favor de las maestras y los maestros, de los niños y de las niñas. Pero no sólo ello, en este proceso en el que muchos de ustedes participaron, creamos también un Nuevo Modelo Educativo. Por primera vez nuestro país tiene en blanco y negro y por escrito un Nuevo Modelo Educativo que, además, tiene como lo dijimos desde el inicio, no era simplemente el modelo educativo de la SEP o del gobierno federal, era el Modelo Educativo de México, y por eso hicimos un primer trabajo que se puso a discusión, 15 mesas nacionales con todos los involucrados del sistema educativo, con expertos pedagogos, para discutir y mejorar ese modelo.

Gracias a la participación del CIDE, a quien estoy muy agradecido con el Centro de Investigación y Docencia Económicas, que tuvo la capacidad de recuperar todos esos comentarios, hicimos la segunda y la última versión. Un Nuevo Modelo Educativo que lo que busca es transformar la pedagogía de nuestro país. Como lo dijo hoy el presidente de la República, que los niños aprendan a aprender, que desarrollen un pensamiento crítico, con una educación integral, humanista, en donde tengan todas las herramientas que se necesiten para enfrentar con éxito un siglo XXI en donde estamos pasando de una sociedad industrial a una sociedad del conocimiento.

Y a partir de ese Nuevo Modelo Educativo trabajamos juntos para ponerlo en marcha con nuevos planes y programas de estudio: Cultura en tu Escuela, por ejemplo; hace poco tuvimos un concierto extraordinario en Bellas Artes, con las niñas y los niños que ya son parte de este programa. Salud en tu Escuela que hicimos, por supuesto, con la Secretaría de Salud, junto con mi amigo el doctor José Narro. El programa de equidad e Inclusión, que iniciamos con el doctor José Antonio Meade, cuando era secretario de Desarrollo Social, y continuamos con el secretario Miranda.

Los nuevos planes y programas de estudio, que se hicieron con más de 70 expertos; las mejores mexicanas y mexicanos en materia pedagógica, a quienes desde aquí le mando un gran abrazo y todo mi reconocimiento por ese esfuerzo y ese talento. Preparar los nuevos libros de texto que están en curso. En fin, una inmensa cantidad de cosas, el programa de Fortalecimiento de las escuelas normales, el de inglés y un largo etcétera.

Todo eso lo pudimos construir en estos dos años gracias a su trabajo y a su esfuerzo.

La infraestructura de las escuelas, un programa inédito, 50 mil millones de pesos en Escuelas al CIEN, para arreglar más de 33 mil escuelas. Abatir el rezago educativo. El año record que tuvimos en el 2016 con más de cuatro millones de mexicanos que están saliendo del rezago educativo.

Y así podría seguir mencionando muchos éxitos, todos ellos gracias a ustedes, porque gracias a ustedes es que ha puesto en marcha, como les decía, la mayor transformación educativa en muchísimas décadas en nuestro país, gracias a la visión, como lo dije hace un momento, y el valor del presidente Enrique Peña Nieto.

Y por supuesto que los retos siguen, y esos retos no podrían quedar en mejores manos que en las del maestro Otto Granados. Otto, como ustedes saben, ha sido un gran compañero de trabajo, sin duda ha sido pieza fundamental para que todo lo que ahorita he descrito y muchas otras cosas más, se hayan hecho realidad. Particularmente y desde aquí mi reconocimiento a su empeño para construir y for5talecer el Servicio Profesional Docente, columna vertebral de este nuevo sistema educativo que estamos haciendo y de la profesionalización de los maestros. Y por supuesto también de las evaluaciones y de muchas otras cosas más.

Pero además Otto es un gran mexicano,  un hombre con una formación profunda, con gran cultura, con una experiencia extraordinaria tanto en la academia como en el sector público. Fue gobernador de su estado, de Aguascalientes, entre muchos otros puestos muy relevantes; dos veces embajador de México, académico en diversas universidades, subsecretario de Educación; de Planeación y hoy secretario de Educación Pública. Todo mi reconocimiento y mi cariño a mi amigo Otto Granados, y estoy convencido que no puede quedar esta secretaría en mejores manos que las de Otto. Muchas felicidades Otto.

Y muchas gracias a cada uno de ustedes, estoy seguro que con el compromiso que han demostrado, con la pasión, con la entrega, con el talento y con el amor a México con el que han trabajado en esta Secretaría de Educación Pública, seguirán aportando para que México sea  una gran nación.

Muchas felicidades y les deseo mucho éxito.

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Mensaje del ex secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer.