Intervención del secretario de Educación Pública del Gobierno Federal, Emilio Chuayffet Chemor, en la Conferencia Permanente de Congresos Locales (COPECOL), llevada a cabo en Cuernavaca, Morelos.

Lic. Emilio Chuayffet Chemor: Muy respetado señor gobernador constitucional del estado de Morelos, Graco Ramírez; señoras y señores servidores públicos; señores legisladores locales.

Es verdaderamente un gusto poderme reunir con todos ustedes el día de hoy, porque las legislaturas locales han sido desde 1823, pilares de la democracia mexicana.

Para fortalecer la democracia representativa y federal del país se requieren congresos locales sólidos, capaces de cumplir sus funciones y en especial, la de representar genuinamente a la ciudadanía y la de legislar con eficacia.

El reciente proceso de reforma educativa que llevó a cabo el Poder Ejecutivo de la Unión con el Congreso y las legislaturas locales, demuestra que es posible involucrarnos todos en una misma dirección.

Las legislaturas estatales, aprobaron en su inmensa mayoría la reforma, 25 congresos. Ha sido pues un proceso que sólo se ha dado con voluntad política y ánimo de consenso de todos los legisladores de México.

Por ello, al estar frente a ustedes y de todo corazón, les doy las gracias a nombre de la niñez, de la juventud, de la sociedad mexicana que ha apostado a la educación como el mejor elemento de transición entre la vieja y la nueva sociedad.

Voy a comenzar con un tema, el del federalismo cooperativo, diciendo que salvo una excepción allá en el (siglo) 19, el federalismo mexicano ha sido nuestra forma política de Estado. Sin embargo, no siempre ha sido como forma política respetado cabalmente.

Ha habido en el camino obstáculos, simulaciones, impedimentos. El viejo argumento de que la periferia no puede gobernarse sin el centro, de que los recursos más calificados están en la capital, y éste ha sido un proceso no lineal en el que finalmente hoy, en los comienzos del siglo XXI comienza a vislumbrarse -y Graco Ramírez es un ejemplo- un nuevo federalismo en el que los actores políticos no tienen sólo que ser los actores de la capital, sino los de los estados que promueven con ideas, con sugerencias, con recomendaciones y con experiencias propias el modelo federal de gobierno.

 

La complejidad de las sociedades modernas y la estrecha interrelación e interdependencia de las materias de interés social, ha generado que algunas de las materias de gobierno, tengan que ser uniformes, otras no; otras tienen que estar enriquecidas por las particularidades, por la diversidad de cada estado, y finalmente la inmensa mayoría es mixta, requiere uniformidad en la doctrina, y requiere especificidad en la operación.

La educación es una de esas actividades que refiere o requiere uniformidad en el proyecto doctrinal y aceptación de las diferencias que cada región de México ofrece.

Y por eso a nuestro federalismo actual lo ha llamado el Presidente Peña Nieto federalismo cooperativo.

La exigencia de uniformar se satisface sólo por la cooperación, en las diversas materias todos los agentes del Poder Público tienen que concertar sus esfuerzos hacia el logro de objetivos de común interés.

El Presidente ha afirmado que construido un federalismo coordinado, debe dejar claras -porque ésta es la primera trampa para que no haya federalismo- las competencias y los recursos con los que debe contar cada entidad federativa.

Y con responsabilidad, sin exigir a nadie participación, pero conviniendo unificar esfuerzos, a partir de la diversidad, es posible construir la uniformidad.

La educación es quizá el ejemplo más claro del federalismo cooperativo.

Jesús Reyes Heroles, cuando llegó a la Secretaría de Educación Pública, anunció que ponía en marcha una revolución educativa. Los de siempre, los que nunca le han entendido a las cosas, decían que por qué revolución, que la revolución se había hecho en 1910, que era tardío el término en 1982, y don Jesús explica: “Es una revolución, porque destierra abusos, pero también cambia usos y realmente lo que se pretende con ella, es desterrar los abusos generados en un largo proceso histórico, cambiando los usos que no sirven y consolidando los que sirven en la educación popular”.

La estrategia que él escogió para llevar a cabo la revolución educativa, fue la descentralización, darles a los estados las facultades para decidir en materia educativa, puesto que con esa decisión, don Jesús suponía se involucraría más a la sociedad en el proceso.

Al final me voy a referir a los dramas que ahora enfrentamos, por esa falta de participación de la comunidad y por algo más grave, las escisiones que se están dando entre padres e hijos, unos porque no tuvieron la oportunidad de estudiar, y otros porque han llegado ya a niveles educativos superiores y a veces ahí ha habido un problema de integración que tenemos que resolver, dentro del propio marco del proceso educativo.

Don Jesús descentralizó buscando elevar la calidad de la educación para encontrar un hombre nuevo en una sociedad nueva.

Todo eso demandó definir la naturaleza y el contenido de la educación, redistribuir los servicios, así como reorganizarlos y regular estos desde el nivel básico y medio superior, hasta el superior y aquí don Jesús no fue original, esa regulación desde el básico hasta el superior, la había propuesto en 1833 Valentín Gómez Farías, el primer gran reformador educativo de México.

Producto de la revolución educativa, 10 años después, en ’93, por cierto acabamos de cumplir los 20 años hace dos días, se reformó la Constitución Mexicana, para determinar que la educación no es sólo una función a cargo de la federación, sino de estados, Distrito Federal y municipios, y que todos ellos --en esto consistió la Reforma-- tienen competencia en la propia legislación educativa.

 

También en estas ideas encontramos una semilla de la actual reforma educativa, porque pugnaron por la mejor calidad educativa y dotaron de mayor participación a los padres de familia y a los profesores.

 

Antes de seguir, y conociéndome que me meto en líos por mi espíritu crítico, quiero decir que la reforma no se completó, que el acuerdo de modernización, y lo saben los gobernadores, se quedó a medias.

 

Ni llegó a la federalización completa que se requería para que cada estado fuera el sujeto principal de la educación, ni descentralizó totalmente para que la Secretaría sólo fuera el órgano que propusiera el proyecto doctrinario de educación pública en México.

Y en ese sentido, todavía hoy estamos pagando las consecuencias de una federalización a medias, de una descentralización que no terminó por concretarse hasta sus últimas consecuencias.

Veinte años después, la reforma del Presidente Enrique Peña, se ve complementada, ya no pretende ni descentralizar como Reyes Heroles, ni federalizar como en 1993, sino elevar la calidad de un proceso que se ha desgastado para volverse un proceso que genera niños enciclopedistas y volverlo un proceso de competencias en donde el niño vaya a la escuela, para aprender a aprender.

En eso estriba la reforma que el Presidente Peña Nieto propone.

El Ejecutivo Federal debe de orientar la opinión de los gobiernos estatales y del Distrito Federal, como presupuesto para determinar los planes y programas de estudio en la educación básica, pero con independencia debe considerar la opinión de los diversos sectores sociales involucrados en cada entidad federativa.

Así en la determinación de quién ingresa al magisterio o quién asciende a los cargos de dirección y supervisión, cómo realizar concursos públicos, deben considerarse las autoridades locales, y se los anuncio, así lo estamos visualizando para la legislación secundaria.

Si seguimos centralizando todo el modelo va a seguir empobreciéndose.

Docentes, investigadores, representantes de la sociedad civil son necesarios para la reforma. La idea de federalismo cooperativo, educativo, entiende que en la complejidad se tiene que poner en marcha una visión compartida, coordinada y corresponsable del desarrollo nacional.

La Constitución establece claramente qué debe hacer cada quien y ahora se trata de que las nuevas normas educativas lleguen a la precisión o lleven a la precisión de este mandado constitucional, a todos los cambios que se introdujeron a los artículos 3° y 73 de la Constitución.

Quiero decirles que básicamente son cinco los cambios de la Reforma Educativa del Presidente de la República, pero desde ahora les quiero decir que esos cinco cambios no son la reforma educativa completa, que nadie piense y que nadie sea ingenuo para suponer que con estos cinco puntos ya cambió la educación mexicana, no; son muchísimos otros más, pero estos requerían un cambio constitucional, requerían ser introducidos a la Carta Magna.

El primer pilar radica en el servicio profesional docente. De esta manera son varios los propósitos que servimos, primero contra lo que se dijo por algún sector, le damos certeza a los maestros, el que ingrese y ascienda por concurso, sabe que lo gana por mérito, no por discrecionalidad, y esto es fundamental, que los maestros estén en el servicio, asciendan dentro del servicio e ingresen al servicio por los méritos personales.

En cuanto al ingreso y a la promoción no hay problema, todos lo sabemos, el problema también todos lo sabemos es la permanencia.

¿Qué vamos a hacer con un maestro que se sujete a una evaluación y no califique? Se le va a dejar en su encargo, pero hay quienes críticamente dicen, y no necesariamente ha sido el sector público, no, la evaluación tiene que tener consecuencias jurídicas. Sí las va a tener; el maestro que repruebe la evaluación no va a ser corrido, va a ser sometido obligatoriamente a cursos de capacitación. Eso es lo que tenemos que hacer, preparar a los maestros, no separarlos de su encargo.

Les doy un dato en estos meses en que he estado al frente de la Secretaría: ningún maestro del mundo recibe más cursos que el maestro mexicano. Es en serio, está comprobado; 45 aproximadamente y son muy pocos los que sirven de esos cursos.

Lamentablemente son cursos hechos al vapor, con ligereza, superficialidad y sin una visión sistémica del proceso educativo. Necesitamos que junto con la ley del servicio profesional exista el remedial, es decir, el curso de actualización orientado precisamente a crear competencias en los maestros como la educación debe crear competencias en los muchachos.

El segundo pilar es el Instituto Nacional de Evaluación para la Educación, éste será un nuevo organismo público descentralizado a nivel constitucional, está el IFE, el Banco de México, el INEGI, la Comisión Nacional de Derechos Humanos y ahora este, el INEE.

Lo creó el Presidente Fox como descentralizado en 2002 y ahora se transforma necesariamente como un gran órgano de carácter no sólo consultivo y asesor, sino ejecutivo en cuanto a dictar los criterios de evaluación del Sistema Educativo Nacional.

¡Ojo!, tampoco se ha dicho, y yo lo quiero dejar sentado frente a quienes son protagonistas de la vida política en cada entidad federativa, la evaluación no nada más es de los maestros y de los alumnos, el que crea que eso es evaluar no sabe lo que es evaluar hoy en el mundo, no sólo se califica el magisterio por como enseñe y al alumno por como aprenda, se califica también la infraestructura de las escuelas, se califica también los hilos de comunicación entre los directivos del sistema, se califica también la participación de los padres de familia, de suerte que incluso los niveles de violencia escolar deben entrar dentro del proceso de evaluación. Esta evaluación no tardará menos de 10 años.

Para los impacientes les recuerdo que hacer reformas en educación y demandar resultados inmediatos es como sembrar un árbol en la mañana y en la tarde pedir que dé frutos, el proceso educativo es un proceso largo, es un proceso lento, pero es un proceso que a la larga nos dará, y espero como Corea del Sur o como Finlandia, resultados muy efectivos.

El tercer gran pilar de la reforma es el Sistema de Información y de Gestión Educativa.

¿Qué tenemos que hacer para llevar a cabo la política educativa del régimen?

Les quiero comentar algo que ayer empezamos a implementar. El Ejecutivo tiene que presentar, me remito al punto 2, ternas, cinco ternas para integrar el Instituto Nacional de Evaluación para la Educación.

Ayer acordamos en educación que debemos consultar a los maestros, pero la consulta al magisterio en temas técnicos es un derecho individual del maestro, no gremial.

La rectoría del estado en materia educativa la tiene el Estado, y de esta suerte habremos de formular cerca de mil consultas a especialistas de todo el país para que ellos nos propongan cada uno los 15 nombres que deban integrar las propuestas que el Ejecutivo hará llegar al Senado de la República, y de esta suerte mientras mejor alimentado esté el sistema del conocimiento de especialistas sobre los maestros que puedan encarnar esta función nos irá mejor.

Les hablaba en tercer lugar del Sistema de Información y de Gestión Educativa. El objetivo es contar con una base de datos única que nos diga cuántas escuelas hay, no cuantos edificios escolares. A veces un edificio tiene tres turnos, entonces no sabemos el número de escuelas; cuántos maestros hay, no cuántas plazas ni cuantas horas-clase, que eso lo podemos saber por la simple nómina, pero no sabemos el número de maestros exactamente, es increíble, pero así es. También cuántos alumnos existen, cómo están las condiciones de infraestructura de las escuelas.

Ya tuve mi encuentro con el INEGI en enero y ya se está trabajando el censo. Tendremos resultados preliminares, que no quiere decir exiguos ni pobres, en diciembre, y en febrero del año que entra tendremos los resultados definitivos junto con un sistema que yo pedí por una experiencia que tengo allá del IFE, de actualización anual, si no nos puede pasar que a veces el padrón lo teníamos muy bien y luego cuando no metíamos dinero para que el padrón se actualizara se nos caía y nosotros queremos que este esfuerzo y este censo tenga resultados verdaderamente útiles y no estemos gastando todo el tiempo, sino el mínimo necesario para la actualización permanente.

La reforma abarca también otros aspectos: buscamos la autonomía de gestión de las escuelas. Esto dicho de manera más sencilla significa que transferiremos recursos desde la autoridad educativa federal o estatal a cada escuela del país para que atienda sus necesidades más ingentes, más obvias, de infraestructura y material educativo.

Y de esta idea ha surgido el segundo mito que recorrió la República: hacen esto para privatizar la educación. Al director no le alcanzará el dinero y tendrá que recargarse en los padres de familia. Nada más falso.

Todos los que hemos estado involucrados en la educación sabemos que muchas escuelas descansan en lo que los padres de familia voluntariamente aportan, pero para evitar cualquier sospecha sobre esta decisión se irá acompañada de una reforma educativa, se prohíben las cuotas obligatorias, ningún pago de éstas condicionará ni la inscripción, ni el examen, ni la entrega de documentos a ningún alumno. Y creo que ustedes nos pueden ayudar en sus estados a repetir esta norma para efecto de que la contribución voluntaria sea eso, una mera contribución solidaria de los padres de familia que pueden aportar al mejor desarrollo de la escuela.

Hay un tema que tiene dos vertientes: la calidad educativa y también la equidad. Son las escuelas de tiempo completo con alimentos. El promedio de uso, o mejor dicho, del tiempo escolar de los alumnos es de 4:30 horas en México, bajísimo, uno de los más bajos del mundo.

Queremos extender el tiempo de la escuela por una razón: queremos que los alumnos tengan más tiempo para aprender. Enseguida haré una advertencia que me parece fundamental, y queremos, y esta es la parte de equidad, comenzar en los 400 municipios de la Cruzada para el Hambre con escuelas de tiempo completo que ofrezcan alimentos saludables para los muchachos. Este va a ser un gran sistema de protección social y de educación.

Ahora bien, no queremos que se amplíe el horario escolar para seguir haciendo lo mismo. Eso no puede ser.

En los últimos años se han incluido en la escuela primaria 17 programas además de las asignaturas básicas, que son ciencias, historia y civismo, gramática y matemáticas; 17 programas de todo tipo, 17 programas que hacen perder el tiempo al maestro y dispersar la atención del alumno, y además tener un tercer ingrediente, le cuestan a México 19 mil millones de pesos al año, tres veces el presupuesto de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Los vamos a reexaminar, no podemos sobrecargar al magisterio de trabajo, no podemos dispersar a los alumnos en objetivos que se aprenden en la vida si en la escuela se aprende a aprender, y no podemos seguir creando estructuras en la Secretaría ni en las autoridades estatales que dupliquen o tripliquen recursos que bien pueden ser utilizados para mejorar las condiciones de las escuelas, para crear las cocinas en las de tiempo completo, para reparar las canchas a fin de que el deporte sea parte elemental de la educación.

En ese sentido, este va a ser uno de nuestros retos.

Hay otro más, y ya el estado de Morelos nos está poniendo el ejemplo.

El estado de Morelos está siendo piloto de un programa de becas a los alumnos de tercero de secundaria; y gracias a estas becas nosotros vamos a realizar -probablemente en agosto que se cumplen 70 años de que un gran presidente, Ávila Camacho, y un gran Secretario de Educación, Torres Bodet, la llevaran a cabo- la Campaña Nacional de Alfabetización. Hay siete millones de mexicanos en edad superior a los 16 que no saben leer ni escribir, y hay 8.5 millones que perdieron por el desuso en la lengua, perdieron el aprendizaje que habían adquirido. Necesitamos hacer un gran esfuerzo.

Cuando lo hizo el Presidente Ávila Camacho a la mitad de su gobierno logró una meta sensacional, la mitad analfabetas de México -que entonces eran muchísimos más- fueron incorporados al proceso de lectoescritura y de las operaciones matemáticas fundamentales.
 
El reto no sólo estriba en el rezago, en el abandono escolar o deserción fundamentalmente en las escuelas Media y Media Superior y, obviamente, en el ingreso a la Superior.

Ahora que vamos a modificar el Acuerdo 648 que se dictó sobre evaluación, porque tiene errores muy graves, como el decir que ya desaparece el certificado de Primaria y sólo se dará certificado de Educación Básica, yo me preguntaba: Y ¿qué todos los niños de Primaria pasan a Secundaria? Y los que no pasan ¿qué documentos se van a llevar a su casa para acreditar que estuvieron seis años en la Primaria? Ninguno según el Acuerdo en vigor; ninguno más que sus boletas.

No. Tenemos que seguir dando certificados de Primaria mientras el 100 por ciento de la Primaria no llegue a Secundaria y termine la Básica.

Entonces, de cada 100 niños de Primaria, 88 llegan a Secundaria. De cada 88 que llegan a Secundaria, 66 llegan a Media Superior, y aquí les recuerdo que la volvimos obligatoria, que las cámaras aprobamos en el reciente pasado la obligatoriedad del Bachillerato y que va a ser muy difícil -pero no imposible- si aprovechamos tecnologías contemporáneas, elevar la cifra de cobertura de la Media Superior, hoy en día 66 de los egresados de Secundaria.

Los países más avanzados del mundo tienen 94 por ciento, nosotros consideramos que si llegamos a un 85 o a un 86 será una hazaña. Hay que construir escuelas, hay que preparar maestros.

Este programa le va a costar al gobierno unos 120 mil millones de pesos por año durante los seis años del gobierno. Yo creo que vale la pena que usemos toda la imaginación y que movamos a México también en esta dirección.

Y el caso de la Superior es igual, de los 66 que entran a la Primaria, 33 entran a Superior. Queremos elevar a 45 por ciento el número de estudiantes que ingresen a la Educación Superior.

Conviven con estos problemas muchos otros que no quiero seguirlos aburriendo con tantos datos, pero voy a poner algunos de ellos.

El mal llamado en español Bullying, que debe llamarse violencia escolar, hoy recibiré a un grupo de senadores que han preparado ya una iniciativa de ley para abatir este problema y empezar a discutirlo.

Tenemos también el problema de las pruebas ENLACE y PISA. La Prueba ENLACE la hacemos los mexicanos, la aplicamos en México y el 58 por ciento de los alumnos salen pésimo en matemáticas y en lectura, sólo el 42 bueno o excelente, pero cada día estamos viendo que la Prueba de ENLACE ha condicionado el trabajo del maestro, que el maestro - me voy a explicar fácilmente- está dando clases para que sus alumnos pasen la Prueba ENLACE, es una verdadera perversión.

No es culpa del magisterio, es culpa de la Secretaría que le ha dado un peso total a la prueba y que requiere reorganizar los instrumentos de evaluación.

La Prueba PISA es mejor en términos técnicos. Esa es una prueba que se aplica a los alumnos de Secundaria, se aplica cada tres años, la aplica un organismo internacional y tiene que ver más con competencias, habilidades y destrezas. De esta suerte, ésta refleja una mayor aproximación al perfil del muchacho que queremos tener.

Nuestros resultados son terribles: de 65 países ocupamos el lugar 47. Y quiero decirles a ustedes que países como Corea del Sur o como Finlandia han llegado a tener resultados excepcionales, pero no fueron inmediatos, volvamos a insistir; fueron 30 años de insistir en las mismas prácticas y retroalimentar al sistema para poder darle una eficacia que los llevara a estos resultados.

La Secretaría de Educación Pública está también tratando de influir en una serie de cambios legales que se han hecho consistir en abusos, obstáculos, impedimentos para tener una velocidad adquirida en el tema de la educación.

Yo creo que se nos han olvidado y se nos han perdido áreas como el Civismo, como la Cultura, como la Educación Física en el camino.

¿Saben con cuál creo que debemos empezar? Y cuando digo creo, es que admito que estamos en estudios de estos temas: fomentar la lectura. Fomentar la lectura es algo básico y hay que hacerlo desde los primeros años de la Educación Básica para que los niños sean lectores, pero para que los niños sean lectores los maestros tienen que ser lectores.

Programas que se basen en reformas legislativas para impulsar el conocimiento o mejor dicho la comprensión del lenguaje de la lectura son fundamentales.

Ayer el doctor Molina me presentaba otro programa que es transversal y que es fundamental, se llama: Investigación presencial de la enseñanza científica y matemática.

Déjenme decir algo que he dicho como 100 veces ya, pero no dejo de decirlo porque me enorgullece mucho: Hoy que se discuten cuáles son las materias básicas del Sistema Educativo de cualquier país del mundo, releo una ley dictada en 1861 por Juárez y se llama “Ley para la instrucción pública en el Distrito Federal”.

La ley de Juárez establece cuatro asignaturas básicas en la Primaria, las voy a mencionar, agregando una frase que no es de la ley sino mía:

1.- Gramática. Yo agrego: como instrumento de comunicación.

2.- Matemáticas. Yo agrego: como instrumento de disquisición, es decir, de lógica, de inducción y deducción.

3.- Historia y Civismo. Y aplico: como instrumento de sociabilización, y

4.- Un arte, de preferencia la música, como instrumento de sensibilización.

Estamos en condiciones de decirles que si no este año, el próximo, reaparecerá en los programas de Educación Básica la Educación Artística en México.

Nuestros Libros de Texto Gratuito van a estar por vez primera en años a tiempo este año. Tendrán un lugar en las escuelas antes del 20 de agosto que se inicia el ciclo escolar. Era verdaderamente, no encuentro el calificativo suave, pero se los dejo a su consideración; era verdaderamente… que llegaran 10 o 15 días después de iniciado el curso.

Pero ahora no nada más va a haber Libros de Texto, va a haber computadoras para quinto y sexto grado, con material de apoyo didáctico relativo al currículum del grado y nivel del que se trate, con capacitación del magisterio. Si no capacitamos al magisterio no hay reformas, los maestros tienen que aprender las cosas que se les demanda enseñar.

Y además lo vamos a hacer por una recomendación allá de nuestros compañeros, compatriotas latinoamericanos uruguayos, por regiones pequeñas. Vamos a elegir tres estados del país, uno gobernado por el PAN, otro gobernado por el PRI y otro gobernado por el PRD, para que sea incluyente el programa y de esta manera los tres estados con baja matrícula podamos tener el año 2013-2014 el primer programa piloto de tecnología bien aplicada a las escuelas de México. Yo estoy seguro de que el esfuerzo va a ser muy útil

Y termino: Queda claro que tenemos que realizar grandes transformaciones en materia educativa para que el derecho a la educación no sólo sea derecho a la educación, sino derecho a la educación de calidad y a fin de que la cultura promueva la revalorización del aprendizaje.

Necesitamos todos y muy concretamente los legisladores locales aquí reunidos, aceptar el desafío de llevar la educación al marco educativo local. Cuentan con el apoyo de la Secretaría de Educación para la perspectiva de carácter nacional, pero tienen en ustedes mismos la experiencia, el talento y la vivencia comunitaria de sus localidades para hacer que ese proyecto doctrinario nacional se adapte a las condiciones de cada entidad de la República.

No vamos a repetir el error de un federalismo unitario y unitivo que excluya a los estados. La legislación secundaria aceptará las modalidades que en cada estado se dé, para que sin romper los propósitos fundamentales de la reforma, éstas puedan en cada entidad federativa incorporarse.

Yo digo que en la educación se juega el futuro del país, porque la educación es la raíz embrionaria de todos los problemas y de todas las soluciones de México.

Por ello, la educación encuentra, y con esto agradezco su invitación a dialogar con ustedes, en el federalismo una metodología maestra, una metodología clave para que la educación se vuelva una realidad y rinda frutos en su momento en beneficio del nuevo mexicano al que aspiramos a crear.

Muchísimas gracias.