México, DF, 8 de marzo de 2015.

Para abatir el abandono escolar de niñas y adolescentes indígenas de entre 12 y 18 años de edad, la Secretaría de Educación Pública ha intensificado el Programa de Becas de Apoyo a la Educación Básica de Madres Jóvenes y Jóvenes Embarazadas, conocido como Promajoven.

Con esta estrategia se busca que las jóvenes no se sientan solas, aisladas o abandonadas, sino a que miren que pueden tener espacios de desarrollo y apoyos para ello. Para ellas el programa representa una nueva oportunidad para regresar a la escuela y concluir sus estudios.

Iniciado en 2004 con apenas unas mil becas, hoy beneficia a más de 17 mil jóvenes con apoyos de 850 pesos mensuales, durante 10 meses, siempre y cuando se demuestren que están cursando en sistema escolarizado desde alfabetización hasta la conclusión de la educación básica.

Rosalinda Morales Garza, directora general de Educación Indígena, afirma que Promajoven forma parte del Programa Nacional de Becas “y es la manera más tangible a través de la cual la SEP hace realidad la Reforma Educativa, al implementar la equidad en los lugares menos poblados y más necesitados de nuestro país”.

Refiere que quienes están incluidos en este programa cuentan además de la ayuda económica, con apoyos interinstitucionales que se concretan a través de consultas desde salud reproductiva, información sobre derechos, hasta aspectos como proyectos productivos.

Este programa de la SEP se sustenta en el trabajo interinstitucional con dependencias como Salud, Desarrollo Social, IMSS, ISSSTE, Centros de Integración Juvenil e INEA, entre otras.

Con la permanencia de la escuela, las mujeres tienen una perspectiva de vida para continuar estudiando y buscar un destino mejor para su familia.

Tal es el caso de Sofía; sus padres dibujan como cambió la situación de su hija; aun sin abordar el origen del embarazo y nacimiento del bebe, reseñan sus labores para atender al hijo y darse espacio para acudir a la secundaria.

Con deseos de seguir estudiando

Los requisitos para ser incluidas en este apoyo son: ser madres jóvenes o jóvenes embarazadas; comprobar esa vulnerabilidad, y tener entre 12 y 18 años 11 meses de edad, y deseos de seguir estudiando en cualquier sistema escolarizado. En este caso se puede acudir a alguna delegación federal o estatal de cada entidad.

En 2004, Promajoven inició con mil becas; en los últimos dos años la cifra asciende a 17 mil, misma cifra que se espera para 2015, y se busca priorizar en atención en los municipios marginados junto con la Cruzada Nacional contra el Hambre.
El Estado de México es donde más casos de embarazos tempranos se tienen, seguido de Chiapas, Veracruz, Puebla.

La encargada de atender la Educación Indígena puntualiza que hay un malentendido toda vez que se cree que con Promajoven se premia el embarazo, lo cual “es erróneo”, toda vez que su principal objetivo es incidir en disminuir la tasa de deserción.

“Este programa buscar retener a las chicas en los sistemas escolarizados”, insiste.

La SEP tiene una agenda sectorial por el desarrollo integral en sexualidad con énfasis en la prevención del embarazo, y en ese sentido Promajoven contribuye en la estrategia nacional para la prevención del embarazo en adolescentes, que recientemente el presidente de la República presentó.

Y ha hecho énfasis en el diseño curricular de los profesores en su formación en derechos humanos; no discriminación; derechos sexuales y reproductivos; planes didácticos específicos para tratar temas de salud sexual y reproductiva, y el componente de becas.

Al término del 2014 se habían entregado casi 90 mil becas en diez años, y tan sólo en esta administración se han otorgado 34 mil.

De entre quienes actualmente gozan de estos beneficios, existen mil mujeres en alfabetización; dos mil en primaria, y más de 14 mil en secundaria. En el sistema escolarizado están dos mil y en no escolarizado 15 mil; estas últimas están inscritas en el INEA.

El municipio de Ocosingo, Chiapas, es el sitio donde se han reportado más jóvenes embarazadas en los últimos años.