México, DF, 1 de marzo de 2015

La 36 Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería fue el marco para la presentación del libro Los Bárbaros del Norte. Guardia Nacional y Política en Nuevo León, Siglo XIX, del investigador Luis Medina Peña, cuyo valor estriba en el análisis de las condiciones sociales, económicas y militares del noroeste del país en esa época.‎

En la presentación de la obra, editada por el Fondo de Cultura Económica y el Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), los historiadores Jean Meyer, Érika Pani y Luis Alberto García destacaron el trabajo de investigación de más de seis años que llevó a Medina Peña concretarla.

Ante casi un centenar de personas, en la Galería de Rectores del Palacio de Minería, Luis Medina Peña, quien también ha escrito Invención del Sistema político mexicano, Hacia el nuevo Estado. México, 1920-2000 y El siglo del sufragio. De la no reelección a la alternancia, aseveró que durante muchos años se ha alabado la construcción nacional, pero se ha descuidado lo valioso que son las clases locales, “los que hacen el país, los bloques originales de esta gran pared que se llama México”.

En este sentido, quien también se desempeña como coordinador de Asesores del secretario de Educación Pública y ha sido profesor del CIDE y del Colegio de México, destacó el valor del político neolonés Santiago Vidaurri, el cual planteó un proyecto regional, para que el noroeste del país fuera reconocido como región, económicamente poderoso, y tuviera peso frente a las decisiones nacionales.

A su vez, Jean Meyer manifestó que la obra, que incluye 149 biografías, es una historia total: militar, política, social y económica, que comienza con la geografía y de un repaso, desde el siglo XVI hasta 1850, del noroeste del país.

En este sentido, resaltó que es un libro de historia militar como no se había hecho en México, que incluye una descripción sociológica de los soldados ciudadanos que integran la Guardia Nacional y sus batallas. Cómo viven, qué comen, cómo duermen, cómo alimentan a sus caballos, y las armas que utilizan quienes se ganaron el apodo de los Bárbaros del Norte.

Ese ejército, dijo, fue el más organizado, y a diferencia del resto de los que había en el país, no era un cuerpo de armas de leva, sino de ciudadanos soldados, bien equipado, y que no necesitaba saquear el país, apuntó.

Habló también que el autor da a la importancia de Vidaurri, y mencionó que fueron calumnias las que señalaban al neolonés como promotor de la independencia de esa región y su anexión a Estados Unidos. Ése nunca fue el proyecto; su proyecto fue: déjennos en paz y dejen de ordeñar el noroeste, apuntó Jean Mayer.

En su oportunidad, Érika Pani, directora del Centro de Estudios Históricos del Colegio de México, dijo que el libro, escrito con elegancia y un gran sentido del humor, abre una gran ventana sobre el complicado siglo XIX, y ayuda a comprenderlo, además de que es muy valioso porque rescata la figura de Santiago Vidaurri.

Consideró que esta obra, de 450 páginas, señala la importancia de la diversidad de México del siglo XIX y, en ese sentido, describe a la sociedad del noroeste, que era distinta a la del resto del país; es decir, mucho más igualitaria, nueva, de pequeños propietarios, independiente e interesada en la libertad.

Érika Pani manifestó que es un fascinante el acercamiento a la historia regional, que muestra los efectos que tiene la geografía en la historia. “El libro nos muestra un México y un siglo XIX mexicano que normalmente no pensamos”, indicó.

Al comentar el libro, Luis Alberto García resaltó el enfoque de estudio regional de frontera, pero no como una división política, sino un espacio de interacción entre distintas culturas.

Dijo que el autor desarrolla un análisis de larga duración en la frontera noroeste, y muestra como elementos locales y externos se conjugan para la formación del Ejército del Norte durante la Guerra de Reforma, y como un conflicto entre nómadas y sedentarios marcaría la dinámica de la región.