México, D. F., a 26 de noviembre de 2014.

  • Recibe el titular de la SEP un ejemplar del Diccionario de la Lengua Española.
  • Anunció la decisión presidencial para crear la casa sede de la Academia Mexicana de la Lengua.

Durante la presentación de la vigésimo tercera edición del Diccionario de la Lengua Española, el Secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet Chemor exaltó la enorme riqueza de nuestro idioma.

El español, subrayó, se mantiene como un organismo vivo gracias a la afluencia de las muchas voces que en su interior resuenan.

Durante el acto, celebrado en el Foro de la Biblioteca México, dijo que con la presentación de la vigésimo tercera edición del Diccionario de la Lengua Española, una vez más nos entregamos a las letras, “sabedores de que, a través de su poder, es posible contemplar la abundante riqueza de nuestro idioma”.

En ese sentido, anunció que el Presidente Enrique Peña Nieto ha destinado "los recursos necesarios" para crear la casa sede de la Academia Mexicana de la Lengua.

Observó que este trabajo, que se ha renovado constantemente desde 1780, al tiempo que se mantiene fiel a sí mismo, ejemplifica el humanismo más puro.

Nace de ese espíritu de concurrencia, de la voluntad por mantener la esencia que ha permitido al mundo hispano comunicarse, conocerse y confirmarse como una cultura vigorosa.

Con la presencia del director de la Academia Mexicana de la Lengua, Jaime Labastida Ochoa; del representante de la Real Academia Española, Emilio Lledó; de la directora de Grupo Planeta en México, Nubia Macías y del director general de la Biblioteca México, Eduardo Lizalde Chávez, el titular de la SEP recibió de manos del filósofo y lingüista Labastida Ochoa un volumen de colección del nuevo diccionario.

Emilio Chuayffet manifestó que “el Presidente Enrique Peña Nieto tiene la convicción de que, para concretar una educación de calidad y con equidad, resulta indispensable llevar al aula el discernimiento sobre el lenguaje”.

Detalló que la Reforma Educativa “busca que los educandos puedan valorar a esas herramientas humildes, pero increíblemente poderosas que son las palabras, y así descubrir su forma, uso, sentido y capacidad para mover el intelecto”.

Con la presentación de este diccionario, dijo el secretario Chuayffet, celebramos tres siglos de una institución que ha tenido el ánimo permanente por sostenernos en la fuerza de la palabra, por conocerla en todos sus bordes y no cejar en el empeño de volverla el punto de encuentro de quienes la emitimos.

Al incorporar términos de nuevo cuño como internet, web, tuitear y escanear, se da cuenta de que nuestra lengua, como todo lo que tiene vida, está en constante cambio.

El diccionario de la Academia de la Lengua Española es el espacio lingüístico en donde se realiza, de manera más clara, la unidad del español, abundó el titular de la SEP.

Chuayffet Chemor concluyó recordando “al más perenne de nuestros novelistas, quien en el prólogo a las aventuras del hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor, dijo que las palabras deben ser significantes, honestas y bien colocadas.

En su oportunidad, Labastida Ochoa, expuso que la nueva edición del Diccionario de la Lengua Española, contiene cambios importantes, toda vez que anteriormente la obra parecía una autoría de la Real Academia Española; ahora aparece como autor de la misma, la Academias de la Lengua Española. Ahora, la relación entre ambas entidades es horizontal y las academias no se subordinan a los dictados de un centro.

Anunció que en el actual Diccionario se revela que la Lengua Española, es universal, “no tiene un centro o poli céntrica” pues cada una de las naciones posee la forma de habla que le es propia, su léxico y sus giros lingüísticos. La obra presentada es el Diccionario del Español general y por lo mismo no es de americanismos, menos aun de localismos, por lo que cada Academia en 23 países podrá editar uno propio, en donde se expongan sus peculiaridades del lenguaje.

Detalló que la obra lingüista anterior contenía 88 mil 431 entradas, mientras que la actual registra 93 mil 111; además, un total de 195 mil 439 acepciones que incluyen 140 mil enmiendas. Los autores de esta obra ya no son sólo de la Real Academia Española, sino de todas las academias del continente americano.