Discurso del Lic. Emilio Chuayffet Chemor, Secretario de Educación Pública, durante la entrega de Becas-Salario Universal, efectuada el día de hoy.

Lic. Emilio Chuayffet Chemor: Ciudadano Presidente de la República, ciudadano Gobernador del estado de Morelos, distinguido Presídium, jóvenes beneficiarios de este programa, señoras y señores.

Desde antes de iniciar su mandato, el Presidente Enrique Peña y el Pacto por México concibieron a la educación exactamente como la concibió Pablo Latapí, como un derecho clave.

No se puede ejercer ninguno de los derechos civiles, políticos, sociales, económicos o culturales sin un mínimo de educación.

Así lo hemos entendido los mexicanos siempre. La preocupación por el tema se expresa ya desde hace 200 años en el Congreso de Anáhuac, durante el cual, Morelos, que apellida a esta entidad, leyera sus Sentimientos de la Nación.

Hoy a 200 años exactos de aquel momento estelar de México vivimos un momento en el cual la calidad y la equidad educativas, siguen siendo asignaturas pendientes.

No existe mejor manera de igualar oportunidades, que la educación; pero también en sentido inverso la inequidad vulnera gravemente a la sociedad.

Según los expertos, la educación equitativa tiene dos dimensiones: la justicia y la inclusión. Justicia implica que las circunstancias sociales y personales como el género, el estatus socioeconómico o el origen étnico no sean obstáculo para el éxito... e inclusión quiere decir garantizar a todos un mínimo de educación de calidad.

Por otra parte, la calidad de la educación aunada al principio de la equidad, perfecciona el carácter de derecho social o de tercera generación que debe tener la educación en nuestro país.

Educación de calidad no es pensar ni hablar en abstracto, significa concretamente la pertinencia de la formación en el contexto del mundo que enfrentarán nuestros jóvenes. Ellos necesitan las herramientas técnicas, los conocimientos y las habilidades que faciliten su exitosa inserción en el mercado laboral.

Por eso este tema nos concierne a todos, a los poderes públicos en los tres órdenes de gobierno, a la sociedad en general, a los alumnos, a los maestros y a los padres de familia.

Dos obstáculos que anulan la vocación social de la educación son la deserción y la falta de vinculación educativa con las necesidades económicas y sociales del país. De ahí que entre las acciones que el gobierno ha emprendido para lograr la eficiencia terminal, la oportunidad de vincular a los estudiantes al mercado productivo y de mantenerlos en el aula, se hayan desarrollado cinco programas de la Secretaría.

1.- Éste, cuya implantación piloto en Morelos comienza hoy, el de Becas - Salario Universal y que como dijera su gobernador hace un momento, ojalá se extienda a toda la República.

2.- La formación dual para favorecer el equilibrio formativo entre teoría y práctica, en el que el factor clave lo constituye la educación del estudiante en el aula y en el propio lugar de trabajo, es decir, aprender haciendo.

3.- Fortalecimiento de las prácticas profesionales, que permita a los jóvenes que están por egresar de los niveles media superior y superior, poner en práctica sus conocimientos y adquirir experiencia laboral.

Al respecto, todavía es necesario institucionalizar este mecanismo y generar los incentivos adecuados para llevarlo a cabo.

4.- Fomentar la cultura emprendedora. La Secretaría, por instrucciones del Presidente Peña Nieto, ha establecido ya un modelo de formación de emprendedores, cuya meta es convertirse en semillero a fin de darle salida al capital de innovación y creatividad que hay en las aulas.

5.- Planeación de la oferta educativa. La escasa información con la que cuentan los jóvenes al salir de los grados media superior o superior ha generado una gran saturación en la oferta de ciertas opciones y provocando consecuentemente salarios bajos y pocas oportunidades de empleo.

Siete de  cada diez egresados de educación media superior se ubican sólo en ocho carreras, y en el caso de la superior, cuatro de cada diez estudiantes se concentran en diez opciones educativas. Por eso no debe sorprendernos que entre profesionales menores de 25 años la tasa de desocupación sea tres veces más alta que la de los mayores de 30 años.

En México se requiere, pues, definir una estrategia clara respecto al desarrollo de competencias a nivel regional y nacional en los sectores más dinámicos y productivos.

La Reforma Educativa se despliega para ello, en todos los órdenes, sin detenerse, para mover y cambiar a México.

Torres Bodet advertía con razón: "Los talleres en los que se forma el alma del pueblo son los hogares y las escuelas", pero también agregaba, y es momento de que todos lo tengamos en cuenta, toda reforma educativa demanda tiempo, humildad, paciencia y voluntad de cooperación".

Estamos a tiempo, vamos a perseverar y a seguir convocando a todos para que la Reforma Educativa no se empantane. El país se mueve con el Presidente Peña y con el Pacto por México hacia una educación que promueva la calidad, la equidad, la inclusión, la tolerancia y la paz.