Doctora María Leoba Castañeda Rivas, Directora de esta Facultad de Derecho:

Doctor Héctor Fix Fierro, Director del Instituto de Investigaciones Jurídicas:

Doctor Francois Julien-Laferriere, Profesor Emérito de La Universidad de París:

Doctor José Alejandro Salcedo Aquino, Director de la Facultad de Estudios  Superiores  de Acatlán:

Maestro Gilberto García Santamaría, Director de la Facultad de Estudios Superiores de Aragón:

Doctora  Gloria  Soberón  Chávez,  Coordinadora de Estudios de Posgrado de La Universidad Nacional Autónoma de México:

Doctor Jorge Fernández Ruiz, Coordinador del Programa  de  Posgrado  de  la  Facultad  De Derecho:

Doctor Fernando Serrano Migallón, Subsecretario de Educación Superior y Ex Director de Esta Facultad:

Distinguidos miembros del presídium.

 Distinguidos Investigadores y Maestros: estimados Alumnos:

Señoras y Señores:

 No es casual que sea precisamente el Artículo Tercero Constitucional, dedicado a la Materia Educativa, la norma en la cual el constituyente consideró que debía definirse el término democracia. La educación es democracia y la democracia  tránsito,  ambos  son  siempre búsqueda, indagatoria  fincada  en  valores  pero no absolutos, en ensayos y experiencias, en logros y proyectos que, entrelazados,  explican el dinamismo perpetuo de esa exploración.

La  Universidad  Nacional  Autónoma  de México ha sido motor, espejo y objeto de la búsqueda educativa. Lejos de ser una universidad-museo, es una casa de estudios viva, donde resuenan las inquietudes que la realidad propone como problemas a cada persona y al pueblo.

Universidad de encuentros, procesión de antorchas  como  la  concibiera  su  fundador. Cruce de caminos en el que se vertebran la formación  de  profesionales,  el  quehacer cultural, el desarrollo  del pensamiento crítico y la creación de nuevos conocimientos.

Desde hace ciento tres años, la UNAM forma  conciencias a   plenitud. Actualmente,  es   la   Institución   de Educación Superior más representativa de la producción de conocimiento y cultura del país, a través de sus facultades  e institutos de talante internacional.

Con gran empuje desde su creación, la entonces Escuela Nacional   de  Jurisprudencia   y  después Facultad  de Derecho de nuestra Universidad, ha preparado a miles de jóvenes para ejercer la profesión jurídica.

Volver a mi Alma Mater y a mi casa  académica  es para mí  un  privilegio  y  un  renovado motivo de agradecimiento. Participar en este V Congreso  Internacional    y  VII  Mexicano de Derecho Administrativo, materia a  la que he dedicado mi vocación profesional, es un honor.

Este evento, dedicado al tema del "Régimen Jurídico de Los Servicios Públicos de Educación", me da la oportunidad de compartir con ustedes algunas reflexiones sobre porqué la Reforma Educativa Mexicana debe considerarse como un ejemplo del Derecho Administrativo Contemporáneo.

Aprobada  el pasado mes de febrero, surge como una prioridad del Presidente Enrique Peña Nieto, bajo la encomienda que los niños y jóvenes en México tengan la oportunidad de desarrollar al máximo  sus aptitudes, sus conocimientos y sus capacidades.

Frente al paradigma de que la Constitución se limitaba al ordenamiento de los poderes y al reenvío a normas secundarias, en esta Reforma hemos buscado que el texto supremo contenga aspectos materiales.

Este  fenómeno, conocido como Constitucionalización del Derecho Administrativo, puede apreciarse  en la regulación  del Servicio Profesional  Docente. Es tal la importancia de los maestros que se ha determinado elevar a rango supremo su noble tarea, dignificando y reconociendo su labor.

Otro importante aspecto al que quiero hacer referencia es el surgimiento de un derecho de principios; clave de la Hermenéutica Jurídica Contemporánea, como lo destaca el catedrático español Luis Prieto Sanchís, sobre todo en el ámbito del derecho administrativo.

Antes, nuestro  sistema jurídico  era en su diseño fundamental, un sistema  de regulación por reglas. Sin embargo, de acuerdo a don Javier  Barnes,  el  Derecho Administrativo  de la "luz roja"  o de la "Prohibición de circulación", ha dado paso al de la "luz  verde" o al de las "señales  de orientación y recomendación"; tendiendo a ser un ordenamiento más   enfocado  en  la   prestación efectiva de los servicios  públicos esenciales.

Como apuntaron los juristas Eduardo García de Enterría y Tomás Ramón Fernández, hemos superado una etapa de legalismo exacerbado expresado en reglas. Estamos en una etapa de normas-principios que, en palabras  del maestro alemán  Ernest  Forsthoff,  se  adecúan  a  la dinámica,  innovación  y a la evolución  incesante  de los actos que se pretenden regular.

Esta característica del Derecho Administrativo actual, puede evidenciarse en la Reforma Educativa,  que  presenta  la  calidad  de la educación como un principio vinculante a todas las políticas que hay en la materia.

La  calidad  educativa  no  es  un  concepto abstracto sino, como menciona Robert Alexy, un mandato jurídico de optimización. Pese a que no hay en él una estructura disyuntiva, es una verdadera norma jurídica que debe ser cumplida.

Por otra parte, tal y como lo establece la exposición  de  motivos  de  la  Reforma,  la educación que el Estado proporciona debe conjugar satisfactoriamente la equidad con la calidad,  en  la  búsqueda  de una  mayor  igualdad de oportunidades.

De este modo, la calidad es un principio que al sumarse  al  de  la  equidad,  perfecciona  el carácter de Derecho Social o de tercera generación que debe tener la educación en nuestro país. Ambos conceptos se materializan desde la propia norma constitucional, con la creación de tres sistemas: el de evaluación, el de profesionalización docente y el de gestión educativa.

Se  ha  dicho  que  esta  reforma  es  más  orgánica que  sustantiva, más laboral que de fondo.  Sin  embargo,  esta  es  una estimación absolutamente incorrecta.

La calidad  es un principio y, por tanto,  derecho  condensado  como  lo señala   el   magistrado del   tribunal constitucional español Manuel Aragón, el cual tiene relevancia para los profesores, directivos, materiales   educativos,   métodos   de  enseñanza, instalaciones,  etcétera;  cuya  positivización hubiese  detenido  el  incremento  constante   que con su formulación principialista puede y debe tener.

Queremos  que  nuestras  escuelas  formen individuos libres, responsables  y comprometidos, haciéndolos  ciudadanos  de  México  y del  mundo. Esta es nuestra encomienda y para cumplirla, necesitábamos construir un nuevo andamiaje jurídico, que garantizara  el cumplimiento  de tan noble misión, aplicando para el caso mexicano todos  los  avances   que  en  esta  materia contempla el mundo del derecho actual.

Estas consideraciones permiten entender que la Reforma del Presidente Peña, se inscribe en la vanguardia  jurídica, además de ser de avanzada  desde los puntos de vista político y educativo.

Esta  reforma  es  el  camino  para  que  la Secretaría  de Educación Pública  recupere la rectoría en la materia, después de que ha sido asaltada por los poderes fácticos. Esta situación  obliga,  además,  a  reorganizar  el sector educativo  para  que éste deje  de ser, lo que he comparado desde que llegue a la Secretaría con un archipiélago sin comunicación entre las islas.

Necesitamos un diálogo entre Academia y Administración   Pública. Siguiendo   a   Don Jesús Reyes Heroles, profesor de esta Institución y Secretario  de  Educación  Pública, hay que rebelarse ante la separación de estas dos imaginarias dimensiones: por un lado, el intelectual,  ofuscado  por  sus  ideas,  pero incapaz de ejecutarlas, y por el otro, el político, sin conceptos propios y sólo apto para la transacción oportunista.

No  hay  tal   distinción,  como  bien  lo  decía  Don Jesús,  quien sostenía  que "si  la  política  es actividad  cultural  y  la  cultura,  en  su  sentido más  trascendente, tiene un  significado  político, la figura del intelectual político no sólo se ha dado  en el  pasado  y en el  presente, sino que  tiende  por  si  a  subsistir  y  está sustancialmente justificada."

Bajo esta óptica, el intelectual es receptivo a la realidad,   pero se   deja   influir   por  ésta,  y   el político se mantiene siempre vinculado con el mundo  de  las  ideas,  encontrando  en  el  pensar una fuente insoslayable de política.

Felicito una vez más a la Universidad Nacional Autónoma  de México y a la  Facultad  de Derecho, a usted don Jorge, por el evento académico que hoy nos convoca.

Al inaugurarlo, hago votos porque los trabajos de este  Congreso  continúen  haciendo  de  esta Casa de Estudios, uno de los  pilares fundamentales para la construcción del México con educación de calidad y equidad que todos deseamos.