Señor licenciado Enrique Peña Nieto, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. Señores presidentes de las comisiones de educación de la cámaras del Honorable Congreso de la Unión. Honorable presídium. Niñas y niños estudiantes de primaria de todo el país.

Desde su creación en 1961, el Presidente de México recibe a los ganadores de este certamen; hoy lo hace el Presidente Enrique Peña Nieto, como hace 52 años lo comenzara haciendo Adolfo López Mateos.

Los buenos alumnos, como los triunfadores que hoy nos acompañan y que se suman a los 30 mil que han recibido esta distinción, son la riqueza más importante con la que cuenta nuestro país. Decía don Benito Juárez que la constancia y el estudio hacen a los hombres grandes y que los hombres grandes son los que hacen el futuro de la patria.

México tiene excelentes ejemplos de buenos estudiantes que llegaron a ser grandes hombres. Vale la pena recordar a Guillermo González Camarena, cuya disciplina en el estudio le permitió inventar un sistema para transmitir la televisión en color. Y a Mario Molina, alumno aplicado y curioso quien obtuvo el Premio Nobel de Química en 1995 por sus investigaciones sobre la capa de ozono.

Ganadores de este certamen, anteriormente conocido como Premio al Mérito Académico o la Ruta de Hidalgo, han dedicado su vida a la ciencia, como es el caso de don Alfredo Héber Muñoz Martínez, quien creó la maestría en Química Orgánica en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, y en cuyo reconocimiento el Instituto Politécnico Nacional le puso el nombre a dos bibliotecas.

Otros vencedores de este certamen han contribuido a cambiar a nuestro país desde el Congreso y desde la administración pública, como es el caso de Luis Donaldo Colosio; incluso uno que vino aquí a ser recibido por el Presidente, fue el doctor Ernesto Zedillo, quien además alcanzó la máxima encomienda a la que un ciudadano puede aspirar, ser Presidente de México. Esta promesa de futuro hoy más que nunca es también posible y alcanzable para ustedes.

Poseer talento como el que tienen ustedes representa una gran responsabilidad con sus compañeros de escuela y con los casi 15 millones de alumnos que dan vida y razón a todas nuestras escuelas primarias. Son ustedes ejemplo para todos ellos y dando ejemplo ustedes ayudan a educar. Como decía Albert Einstein: “para poder tener mejores profesionales debemos educar mejor”.

La calidad de la educación que nuestro país merece y reclama requiere de una visión de Estado como la que ha tenido el Presidente Peña, quien determinó desde el arranque de su gobierno que una de sus prioridades es la reforma en materia educativa. El Presidente se presenta así desde el primero de diciembre, como uno de nuestros jefes de Estado que mayor atención le ha puesto a la educación.

El triunfo de ustedes, jóvenes, llega en horas de grandes transformaciones para nuestro país, llega a tiempo y llega bien. Las oportunidades que el gobierno y la sociedad estamos construyendo serán para ustedes, la generación que seguirá moviendo a México.

 En toda obra la altura y la fortaleza dependen de los cimientos, nos alegra advertir que ustedes están construyendo bien el edificio de su vida; ahora les toca seguir creciendo y mirar hacia las alturas.

Les deseamos que sigan en el sendero de la excelencia; si el Presidente Peña Nieto ha decidido apostar en su gobierno por la educación, ustedes se vuelven referente y hoja de ruta. A muchos les ha tocado sembrar el futuro de ustedes, a ustedes les va a corresponder sembrar el futuro de otros niños; así se va a medir su grandeza, pues como dijera don Ignacio Allende, héroe de nuestra Independencia: “Los hombres son del tamaño de su obra y del tamaño de su voluntad para engrandecer y enriquecer a sus hermanos”.

Muchas gracias.