Señor gobernador constitucional del estado de Durango, don Jorge Herrera Caldera. Distinguido presídium, maestros, jóvenes estudiantes.

Estamos en esta tierra, precisamente una semana después de celebrar que hace 450 años, el capitán don Francisco de Ibarra y el Escribano Real Sebastián de Quiroz, se reunieran en la Plaza de Armas para formalizar la fundación de la ciudad de Victoria de Durango, nombre con el que hoy conocemos a esta bella ciudad.

Los duranguenses han jugado un importante papel como impulsores del cambio educativo en nuestro país. Guadalupe Victoria, primer presidente de México y oriundo de este estado, estableció como una prioridad de su gobierno, la creación de un proyecto de enseñanza pública integral, para que los mexicanos no tuvieran que buscar más allá de nuestras fronteras oportunidades de formación y de crecimiento personal.

Esta entidad también vio nacer a dos secretarios de Educación. A don José Ángel Ceniceros, promotor de la escuela de unidad nacional, y a Miguel González Avelar, continuador de la descentralización educativa que ha permitido revalorar el papel que cada entidad tiene en el proceso de aprendizaje.

Bajo la batuta del Señor Gobernador, el estado ha iniciado una nueva etapa de desarrollo, su experiencia como docente y su labor como coordinador de la Comisión de Infraestructura de la Conferencia Nacional de Gobernadores, sin duda alguna le han agregado una visión única sobre como vincular educación para alcanzar crecimiento económico y, en consecuencia, para mejorar las condiciones de vida de los duranguenses.

Una de las grandes fallas del sistema educativo en México es que hasta el día de hoy no hemos podido vincular la educación con la economía. De tal manera que nuestros jóvenes universitarios egresan de las profesiones libres: abogados, ingenieros, etcétera, y no obtienen un empleo seguro dentro de la profesión que marcó su vocación académica. Y con universidades como ésta, por lo que he visto el cariño que le tienen rectores como el que tiene esta universidad, vamos a poder dar el brinco y vincular economía con preparación académica.

Y seguramente la energía renovable, la clasificación arancelaria y el desarrollo administrativo, serán vocación, pero también serán profesión y yo los felicito anticipadamente.

Estamos decididos a impulsar el desarrollo de regiones y de estados con base en sus vocaciones económicas y capacidades locales. En esta ruta se inscribe la Universidad, hasta la unidad académica que acabamos de inaugurar de la Universidad Tecnológica de Durango, producto de una inversión de 16 millones de pesos y que dotará a esta institución de 16 nuevas aulas.

Este hecho muestra que juntos, gobiernos estatal y federal, estamos trabajando para consolidar una educación técnica con sentido regional, a fin de que los jóvenes puedan desarrollar las competencias que les permitan estrechar los lazos entre el conocimiento adquirido en las aulas y su aplicación práctica.

La Universidad Tecnológica de Durango es fiel a su lema: “Actitud, conocimiento y desempeño”.

Desde que inició sus actividades ha ofrecido una educación superior de calidad como estrategia para acrecentar el capital humano y contribuir al aumento de la competitividad del estado. Hoy, a cuatro años sólo de su fundación, ha duplicado su oferta académica, triplicado sus docentes y sextuplicado sus alumnos.

Por eso vuelvo a felicitar a su rector y a toda la comunidad universitaria por estos logros, pero en especial por este nuevo espacio de intercambio académico que hoy se inaugura. La gran oportunidad de México está en poner a la ciencia al servicio de la práctica, pues en la medida que se fortalezca la educación técnica, todos saldremos ganando. Los jóvenes, las empresas, Durango y todo el país.

El Presidente Peña tiene entre sus prioridades fundamentales reformar la educación para que sea una educación de calidad y aquí en Durango tiene a un dirigente político, a un líder, que es el Gobernador, que secunda ese propósito. Habré de transmitir su mensaje señor Gobernador al Presidente de los mexicanos, pero puedo adelantarle que él, el Presidente Peña Nieto, seguirá respaldando a Durango en materia educativa.

Concluyo recordando las palabras de otro duranguense ilustrísimo, don Francisco Zarco, quien fue el principal relator del Congreso Constituyente de 1857, donde escribió: “La educación es la base de la felicidad de las naciones, de las familias y de los individuos. La educación hace buenos padres, buenos hijos, pero sobre todo, buenos ciudadanos”. Felicidades.