• Con Velasco se inicia la construcción simbólica del Popocatépetl y el Iztaccíhuatl, como elementos de identidad nacional: Víctor Rodríguez
  • Velasco se sirvió del arte para dar claridad a la ciencia y de la ciencia para dar veracidad al arte: Andrés Reséndiz

El 26 de agosto se conmemora el 103 aniversario luctuoso del pintor José María Velasco, maestro del paisajismo mexicano, quien con su obra favoreció el fortalecimiento de la identidad nacional, por lo que el Gobierno de la República, a través de la Biblioteca Mexicana del Conocimiento, reedita el libro: José María Velasco: Horizontes de luz, paisajes de modernidad. 

Por su precisión científica y su contribución a la identidad del territorio nacional, José María Velasco ha sido el más grande paisajista que ha tenido México, coincidieron especialistas consultados por el Programa Editorial del Gobierno de la República (Proedit).

Para Víctor Rodríguez, investigador velasquiano del Museo Nacional de Arte (Munal), Velasco “ha sido el más grande paisajista que ha tenido México”, considerando que en el Siglo XIX “al no haber medios como el cine y la televisión, correspondió a la pintura generar una asimilación de nuestro territorio. José María Velasco fue un pintor que generó una gran cantidad de imágenes que funcionaron para el Estado como para la cultura del país, y los elevó en exposiciones universales del último tercio del siglo XIX”, agregó

“Por la relevancia de su producción, fue considerado el principal exponente del paisaje mexicano del siglo XIX, y su obra fue declarada patrimonio nacional”, señaló Andrés Reséndiz, académico del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas, del Instituto Nacional de Bellas Artes.

Con Velasco “se inicia la construcción simbólica del Popocatépetl y el Iztaccíhuatl como un elemento de identidad que rebasa los límites geográficos, y que se instalan como signos de una nacionalidad. Es un artista sumamente importante para la historia del arte en México y para el imaginario nacionalista”, aseguró el investigador Víctor Rodríguez.

Para Velasco “no existía obstáculo disciplinario para relacionar al arte con la ciencia. Así colaboró como dibujante en obras científicas y hasta se interesó en iniciar un registro botánico por su propia cuenta; a la vez, incorporaba en sus paisajes los detalles propios de nuestra vegetación y geología. De esta manera, se sirvió del arte para dar claridad a la ciencia y de la ciencia para dar veracidad al arte”, comentó Andrés Reséndiz.

“José María Velasco era un genio del dibujo, un genio de la pintura, un genio del paisaje y un hombre interdisciplinario. Fue director de la Sociedad Mexicana de Historia Natural; fue miembro destacado del Instituto Geológico de México en el Porfiriato; fue un ilustrador del Museo Nacional de Etnografía, de Arqueología”, y además fue maestro de pintores de la talla de Diego Rivera, Roberto Montenegro y Doctor Atl, explicó el investigador del Munal, Víctor Rodríguez.

“Pictóricamente, los paisajes de Velasco han quedado como íconos de lo mexicano, y constituyen un punto de referencia, pero también un compromiso para las generaciones posteriores de artistas que buscan un camino propio en este género”, consideró el investigador Reséndiz Rodea.  

Para el coordinador general del Proedit, José Alejandro Vargas, al incluir José María Velasco: Horizontes de luz, paisajes de modernidad, dentro de la colección México. Espacio y Tiempo, la Biblioteca Mexicana del Conocimiento busca reconocer los aportes de este genio de la pintura en la construcción de la identidad nacional.

José María Velasco nació en Temascalcingo, Estado de México, el 6 de julio de 1840 y falleció a los 72 años en la ciudad de México.