Ciudad de México
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Quisiera, en primer lugar, darle la más cordial bienvenida a Nuria Sanz, la directora de la Oficina de la UNESCO en México. Muy buena amiga de la casa, de la secretaría. Muy querida y muy apreciada y quien ha estado ya por largo tiempo acompañando un poco este proceso. Así que Nuria, mil gracias por estar aquí con nosotros esta mañana.

También le agradezco muchísimo al doctor Francisco Javier Acuña Llamas, comisionado presidente del INAI, del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, gracias Paco por estar con nosotros, te lo aprecio muchísimo de verdad.

También saludo con particular aprecio al arquitecto Pablo García del Valle, vicepresidente ejecutivo del Sector Educación de la CMIC, de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción.

Y también quisiera saludar la presencia de la diputada Rocío Matesanz que es la presidenta de la subcomisión de seguimiento del Programa Escuelas al Cien. Muchas gracias por estar esta mañana con nosotros.

También quisiera hacer una mención muy especial de todas y todos directores estatales de los Institutos de Infraestructura  Física Educativa que nos acompañan esta mañana. Su presencia es muy importante para nosotros porque ustedes han sido los protagonistas, las bujías, los pivotes esenciales del desarrollo de este programa en todo el país.

Como lo veremos a continuación, Héctor Gutiérrez de la Garza, director  general del Inifed, ha preparado una presentación en la cual o mediante la cual, nos gustaría hacer un balance de cómo vamos, de cómo estamos en este programa tan importante de infraestructura física educativa que el presidente Peña Nieto ha animado a lo largo de estos cinco años de gobierno.

Esta presentación parte de ubicar en un contexto apropiado ¿Cuáles eran las condiciones de las escuelas mexicanas a partir de dos instrumentos? El primero de ellos, el censo, el censo de educación básica que se hizo en el año 2014 y el cual,  y respecto del cual, se hizo una actualización en 2016, si mal no recuerdo, lo cual nos da ya en primer lugar, una fotografía muy puntual de cómo estaban las escuelas de todo el país, mediante la cual o a través de la cual podemos hacer una medición correcta, una evaluación correcta de cómo vamos en este sentido.

La segunda parte o uno de los segundos, de los otros componentes de esta presentación que Héctor hará a continuación, tiene que ver con poder sumar, acumular este esfuerzo de inversión para el país.

De acuerdo con nuestras propias comparaciones, me parece a mí que el sexenio del presidente Peña Nieto en esta materia ha sido de lejos el más proactivo, el más eficaz, en términos de infraestructura educativa sin duda alguna, comparado con los datos de por lo menos los últimos tres sexenios.

De tal manera que este ha sido un esfuerzo de la mayor importancia que supone no solamente el hecho de contar los recursos financieros, presupuestales, suficientes para emprender este programa sino que requiere otra dos condiciones. La primera de ellas, y ustedes lo saben muy, bien aquí hay muchos ingenieros que saben perfectamente bien de estos temas, se requiere una gran capacidad de ejecución.

La programación, la planeación de obras, de intervenciones de esta naturaleza tiene un componente ciertamente de diseño, de buena planeación, pero la prueba del ácido radica justamente en la ejecución que se hace ya en el terreno. Y me parece a mí, en ese sentido, que lo son varias de las cifras que Héctor va a mostrar a continuación. Nos describe muy bien cómo hemos ido avanzando en esta materia a pesar de desastres como fue el caso de los sismos del año pasado.

Son desastres naturales que suelen presentarse en distintos estados del país. De manera tal que ese es un componente. Y el otro componente no menor que entre otras cosas explica la presencia de Paco en esta reunión, es que es fundamental el que tenga el programa plena transparencia.

Y es fundamental no solamente porque es lo debido, es lo correcto en el ejercicio de los recursos públicos, sino porque un porcentaje del componente presupuestal, por ejemplo, de Escuelas al CIEN está fondeado a través de un mecanismo que ustedes conocen, de colocación de bonos o certificados a través de la Bolsa Mexicana de Valores.

Y esto supone cumplir no solamente las reglas o la normatividad propia del sector público, sino también la de quienes emiten papel de esta naturaleza ante el público inversionista.

Y, por último, la última parte de la presentación tiene que ver con hacer el balance de cómo estamos en este momento tanto en la ejecución de obra, en la distribución de los estados, cuáles son aquellos estados que, como observaran ustedes en la última parte, llevan porcentajes en la ejecución muy avanzados, otros no tanto, pero al final del día México es un país heterogéneo, los estados responden también a condiciones muy particulares o propias en ese sentido, pero va a ser útil el poder ver un poco todo el país, dividido en cinco regiones, que nos permitan en efecto evaluar cómo vamos en estas condiciones.

Después de esta presentación de Héctor, tendremos cuatro intervenciones de mis colegas de mesa ya aquí mencionados, compartirán sus reflexiones, sus aportaciones, su visión de un programa de esta naturaleza.

Si acaso yo mencionaría, y con esto concluyo, que uno de los elementos que habrá de considerar para los próximos años, es el hecho de que este es un esfuerzo y ustedes lo saben perfectamente bien, muy importante, cuyo éxito y cuya sostenibilidad a lo largo del tiempo tendrá que ver con atender debidamente todos los temas relacionados con el mantenimiento.

¿Por qué razón? Porque finalmente intervenciones de esta naturaleza son muy buenas, pero necesitan tener mantenimiento en las escuelas. Eso por una parte, por la otra toda porque toda la literatura académica, la evidencia empírica internacional, nos muestra, a lo mejor Nuria hace un comentario sobre ese tema, que las mejores condiciones en las que están las escuelas, son un componente muy importante para un mejor desempeño de la instituciones y para mejores logros de aprendizaje de los estudiantes, que al final del día es lo que buscamos con los distintos componentes e intervenciones de la propia Reforma Educativa.

Así que les quiero agradecer nuevamente a todas y todos ustedes su presencia y participación en esta mañana y le cedo “los trastes” como se diría en los toros, al ingeniero Héctor Gutiérrez de la Garza.

Bueno, simplemente unas cuantas reflexiones finales para concluir esta reunión.

En primer lugar, desde luego, reitero mi felicitación al director general del Inifed y a todo el equipo del Inifed que ha hecho una espléndida tarea como aquí lo hemos podido constatar esta mañana y me gustaría hacer siete comentarios finales, como para identificar los retos que tiene por delante no solamente elPrograma de Escuelas al CIEN, sino toda la política pública de infraestructura educativa en nuestro país.

Empezaría por decir que en un escenario ideal, a mediano plazo, uno se puede preguntar cómo va a continuar esta política pública si todo continúa exitosamente durante los próximos años; es decir, cuando hayamos avanzado de una manera muy sólida y consistente en la infraestructura básica ¿Cuál sería la siguiente generación de política pública en esta dirección?

Y en ese sentido conviene quizás ir haciendo por parte del Inifed un ejercicio a mediano plazo, los próximos 10 o 20 años, que reconozca un poco lo que puede ser o que se anticipen a lo que pueden ser las nuevas tendencias en materia de construcción de este tipo de infraestructura, con el encaje adecuado en términos, como se decía aquí por Nuria Sanz de la arquitectura social, de los entornos urbanos tan heterogéneos que tenemos en nuestro país.

Pero quizás, decía al principio, idealmente a lo mejor el día de mañana la vocación o una parte de la vocación del Inifed estará mucho más vinculada ya no tanto a las necesidades básicas que se han atendido en estos años, sino al desarrollo de nuevos componentes en materia de construcción y de mantenimiento de escuelas.

Entre otras muchas razones, porque habrá que resolver en el futuro algunos dilemas derivados de cómo se fue construyendo el sistema educativo nacional a lo largo del siglo XX.

Voy a dar un solo ejemplo, a nivel primaria, como ustedes saben tenemos aproximadamente, en cifras redondeadas, unas 90 mil escuelas. De esas 90 mil escuelas, en la mitad de ellas está el 87 por ciento de la matrícula nacional, la otra mitad, apenas en el 13 por ciento ¿Por qué se da así? Porque a lo largo del siglo pasado cuando el gran objetivo era básicamente escolarizar, el Estado mexicano construyó o instaló escuelas en prácticamente todo el país, -ya he recordado yo en alguna otra ocasión, lo hago ahora con ustedes-, hay una frase del presidente Lázaro Cárdenas que dijo: donde hay un árbol y un maestro, ahí hay una escuela, la frase es muy bonita, es muy poética, pero los tiempos han cambiado y nuestro país, que hace 60 años tenía el 80 por ciento de la población viviendo prácticamente en zonas rurales, nada más había tres grandes zonas metropolitanas, Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey; ahora es al revés, ahora el 80 por ciento de la población vivimos en zonas urbanas, en 59 zonas metropolitanas.

Entonces ese porcentaje de 45 mil escuelas, más o menos, en donde estudia el 13 por ciento de la matrícula evidentemente, a mediano plazo, si queremos darle un servicio educativo de muchísima mejor calidad en todos los sentidos va a requerir un proceso de consolidación gradual, ordenado, consensuado, que nos permita que esas pequeñas escuelitas de ocho, 10, 12, 14 alumnos en zonas muy apartadas puedan recibir un servicio educativo mucho mejor. Hay un estado de la República, Campeche, que ya ha iniciado con este programa de consolidación, justamente, en este ciclo escolar.

Entonces, el Inifed debiera dedicar un poquito de tiempo en los siguientes meses que le restan a esta administración a identificar estos retos, digamos, que me parece que son centrales para, como he llamado, una nueva generación de política pública en materia de infraestructura educativa.

Un segundo momento, también, que creo importante es tratar de vencer un poco esta especie de signo fatal que tenemos en México de hacer políticas única y exclusivamente de alcance sexenal, este es un esfuerzo muy importante que se ha hecho como ustedes pueden ver aquí en esta presentación que hizo Héctor. Se dice fácil el haber invertido hasta ahora 132 mil millones de pesos, lo que supone 70 millones de pesos diarios a lo largo de los cinco años de esta administración hasta el 31 de enero de este 2018.

Pero eso va a requerir, entonces, imaginar cómo atender las necesidades de mantenimiento y ese es un tema en donde la responsabilidad principal está, evidentemente, en las autoridades estatales, pero es un tema capital, porque salen muy bien en las fotografías al inaugurar un plantel o reinaugurarlo, o en las distintas obras de modernización, pero si no tienen un programa de mantenimiento adecuado gradual, consistente, pues a la vuelta de dos años, o cuatro años o seis años, ese plantel va a estar en las mismas condiciones en las que estaba antes de la intervención del programa de infraestructura de este gobierno, y ahí entran, entre otras cosas, los nuevos componentes que tienen que ver con conectividad con cosas más propias del siglo XXI.

Una tercera área de oportunidad es, sin duda alguna, avanzar en mucho mejores mecanismos de coordinación y de armonización entre la autoridad federal, en este caso el Inifed y los institutos estatales en esta materia. Este es un tema, digamos, de capital importancia, el país es muy heterogéneo, las condiciones particulares de cada estado son distintas, de todo tipo, del desarrollo de capacidades tecnológicas, físicas, humanas, etcétera, hasta temas más particulares, climatológicos o de niveles de sismicidad, cosas de esta naturaleza y sirve que entregamos entre todos un ejercicio de armonización y de coordinación muchísimo más más eficiente para los próximos años.

En este sentido también incluye, y ese sería mi cuarto comentario, el hecho de cómo hacer una planeación presupuestal más estratégica, más de largo plazo, que considere problemas como desastres naturales, emergencias de esa naturaleza, no es claro que todo los países tengan en efecto este componente, el caso de Chile, por ejemplo, que tiene un nivel de sismicidad  importante, donde requirió por ejemplo en el sismo de 2010 donde prácticamente todo ese gobierno haya dado cuatro años, tres de ellos estuvo muy volcado a las tareas de reconstrucción, y eso que es un país, digamos, mucho más pequeño, con condiciones orográficas más fáciles o más sencillas, y aun así requirió un ejercicio, un esfuerzo muy importante de ese gobierno, del gobierno en turno, del 201º al 2014, invertir una cantidad de recursos que no estaban suficientemente programados o planeados como puede ocurrir en, digamos, desastres o fenómenos de esta naturaleza, pero bueno este es un cuarto componente muy importante.

Un quinto tiene que ver con, eventualmente, hacer una lectura, una reflexión, una revisión de la Ley Federal de la Infraestructura Física Educativa, un poco con la idea de ver cómo podemos establecer tramos de coordinación más eficientes entre todos. En este sentido, la autoridad normativa, la autoridad rectora es el propio Inifed, pero habrá que revisar si dadas las condiciones actuales conviene o nos conviene hacer alguna reforma o proponer alguna reforma a algunos de los componentes de la ley que nos permitan estableces, en efecto, más eficientes tramos de responsabilidad, de coordinación y de ejecución entre la federación y los estados en esta materia.

Un sexto elemento que me llamó la atención de las últimas tablas que presentó Héctor Gutiérrez, es el de los avances en los distintos estados, en las cinco zonas del país en que fueron clasificados los estados. Uno puede encontrar algunos que están ya en niveles muy elevados 97, 98, 99 por ciento; algunos otros que están en digamos 60 por ciento o incluso más para abajo ¿Por qué son esas asimetrías? Pueden ser causas muy diversas, digamos a lo mejor los proyectos ejecutivos no llegan a tiempo, no están lo suficientemente bien estructurados, a lo mejor hay problemas de avance físico de las obras, temas de eficiencia, en fin, que responden simplemente a la heterogeneidad que tenemos en el país, pero que sí hay un elemento que me parece si es un denominador común: en buena medida el avance del programa, el éxito del programa, de éste y de otros, en el futuro va a depender de la gestión estatal, en algunos casos específicamente de la gestión escolar.

Déjenme darles un ejemplo, hacer una analogía que a la mejor nos sirve un poco para entender mejor este punto: si ustedes revisan los resultados de PLANEA que se publicaron hace dos o tres semanas, hay un ingrediente que es muy interesante y que es el hecho de que en las dos disciplinas que evalúa esta prueba, hubo en la primera de ellas, Lenguaje y Comunicación, 11 estados que subieron puntajes de dos dígitos hacia arriba; y 17 o 18 subieron también en Matemáticas. Algunos de ellos, como el caso, por ejemplo, de Sonora, que subió 29 y 27 puntos respectivamente si mal no recuerdo, pero así hay otros estados que también subieron. Y hay otros que bajaron, incluso estados digamos tradicionalmente más robustos desde muy diversos puntos de vista, como fue el caso de Nuevo León.

Hay algunos estados que tradicionalmente obtienen malos resultados, pero hay otros donde se nota que entre la prueba de 2015-2017 bajaron. Por qué algunos subieron de una manera significativa y otros bajaron, justamente hay que explorar las causas ya digamos específicas de lo que hicieron los gobiernos estatales, las autoridades educativas estatales en estos dos años en este aspecto en particular, porque probablemente nos generan los incentivos como para que en esta materia de infraestructura, como también de logros del aprendizaje y otras más, puedan los estados hacer más en la dirección de mejorar un poco más el contexto educativo estatal.

Y esto es algo que, pienso, empieza ya a ocurrir en México, sino que es algo que ha pasado en otros países. En por lo menos en 20 casos en donde ha habido en los últimos 15 o 20 años reformas educativas, algunos de los avances en la mejora de los logros de aprendizaje  se han alcanzado en estados o regiones, por ejemplo en Ontario, Canadá; en Minas Gerais, en Brasil; en Boston, en menos de 14 años mejoraron sensiblemente en su sistema educativo a nivel del comparativo de educación básica; en Sudáfrica; en la Rioja, en fin. Qué quiere decir todo esto, si digamos lo ponemos en una mesa, que hay una enorme área de oportunidad en los estados, en los gobiernos estatales para mejorar en los distintos componentes que tienen que ver con la calidad de la educación con la mejora en los logros de aprendizaje.

Y si esto es cierto, entonces buena parte del éxito del desarrollo de la sostenibilidad de la evolución del desarrollo del programa de infraestructura de nuestro país, va a depender de manera muy puntual de la eficiencia, de la eficacia que los estados inviertan en este sentido y cuando digo invertir lo digo en un sentido muy amplio.

Y por último, un  reto, un área de oportunidad adicional es que habrá que seguir la pista sobre cuáles son las innovaciones que se están produciendo en el mundo, en materia de construcción de escuelas, de equipamiento de escuelas, del display con el que ahora los salones trabajan, etcétera, etc.

Hay casos, digamos, muy interesantes en el sureste asiático, en donde incluso en condiciones físicas desventajosas como Vietnam, por ejemplo, bueno, sus resultados han mejorado de manera importante.  Y hay otras experiencias donde muestran que digamos la distribución tradicional de los espacios físicos como más o menos lo tenemos nosotros o de los que fuimos a la escuela hace algunos años, puede estar cambiando para mejorar entre otros temas el trabajo en equipo, el aprendizaje colaborativo, en fin lo que quiero decir con esto es que habrá que explorar, darle un buen seguimiento de las escuelas como para imaginar o como van a ser las escuelas en los próximos 25 años, cómo nos las imaginamos con los cambios enormes y con las innovaciones tan vertiginosas que están sucediendo en el mundo de la educación en general.

Con esto concluyo simplemente diciéndoles que para el gobierno del presidente Peña este ha sido realmente una altísima prioridad, ahí están los datos, ahí están los números. Evidentemente habrá que cuidar de manera muy escrupulosa y muy estricta en lo que le resta a esta administración el poder entregar las mejores cuentas, no solamente en términos del avance físico de alcanzar las metas que nos hemos propuesto, sino también en términos de transparencia, de equidad, de inclusión y de calidad.

Porque al final del día, el tener estas escuelas no es un fin en sí mismo, es un medio para que sirvan a la mejora de los logros del aprendizaje y en este sentido a hacer una realidad el derecho a la educación de calidad de  los niños de México. Así que mil gracias a todos.

Muchas felicidades y nuevamente gracias por las distintas participaciones.

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Participación del secretario de Educación Pública, Otto Granados Roldán