Este año será clave para la transformación del
sistema educativo mexicano. En los próximos meses, presentaremos cada
una de las siete prioridades que hemos formulado para llevar a buen
puerto la reforma educativa.
El día de hoy lanzamos la primera
de estas prioridades que hemos denominado el plan La Escuela al Centro.
El objetivo de este esquema es mejorar la organización de las escuelas
para llevar la reforma educativa a las aulas.
En los últimos
meses he tenido la oportunidad de visitar numerosas escuelas en diversas
partes del país. Si bien cada plantel es distinto he encontrado que
existen problemáticas recurrentes. En primer lugar, la mayoría de los
maestros se queja de la excesiva carga burocrática que los distrae de su
verdadera tarea: enseñar.
También es común que los padres de
familia no encuentren la manera de involucrarse activamente en las
escuelas. Por otra parte, muchas veces los directores y maestros no
tienen adónde acudir cuando necesitan acompañamiento técnico-pedagógico y
apoyo en la gestión de su plantel. De igual forma, las comunidades
escolares carecen de flexibilidad y de los recursos económicos para
resolver sus necesidades cotidianas.
Por último, en la mayoría
de nuestras escuelas se utiliza de manera ineficiente el tiempo de
enseñanza. Diversos estudios y expertos internacionales sugieren que al
menos 85 por ciento del tiempo frente al grupo se utilice efectivamente
en actividades de aprendizaje. En México, destinamos únicamente 56 por
ciento.
Con el plan La Escuela al Centro buscamos un cambio en
la organización de las escuelas para que todos los miembros de la
comunidad se involucren activamente en su mejora continua. Todo el
sistema debe estar al servicio de las escuelas y de sus alumnos, y
brindarles el apoyo que requieren para elevar la calidad de la
educación.
Nuestra visión es que las escuelas cuenten con
directores que ejerzan efectivamente su liderazgo y docente que trabajen
de forma colegiada para mejorar sus métodos. Que los supervisores
tengan los recursos para prestar apoyo técnico-pedagógico a los
planteles y que éstos tengan mayor flexibilidad para organizarse de
acuerdo con sus necesidades. Que los padres de familia participen de
manera activa e informada para contribuir a la mejora de la educación.
Que se aproveche de manera adecuada el tiempo en las escuelas, dedicando
al menos 85 por ciento de las horas de clases a tiempo efectivo de
enseñanza.
Para hacer realidad esta visión trabajaremos juntos
con las autoridades educativas locales, maestros, directores y padres de
familia en seis líneas de acción.
Primero, una nueva
organización de la escuela con menos burocracia. Buscaremos que cada
plantel cuente con un subdirectores de gestión escolar y un subdirector
académico. Por su parte, los supervisores contarán con un equipo de
apoyo técnico-pedagógico y uno de gestión. Por último, se limitarán las
solicitudes de información que hoy en día diversas instancias realizan a
las escuelas. En su conjunto, estas medidas permitirán reducir la carga
burocrática y reorganizar los planteles de tal manera que se puedan
enfocar en mejorar la calidad de la educación.
Segundo, más
recursos para las escuelas. Cada escuela recibirá un presupuesto propio
para fortalecer su autonomía de gestión, de acuerdo con su matrícula y
su nivel de rezago. Con estos recursos, la comunidad de cada plantel
-director, maestros y padres de familia- podrán decidir de manera
colectiva en qué gastar el dinero, así sea para arreglar un vidrio roto o
para comprar materiales educativos. el objetivo para el próximo ciclo
escolar es pasar de las 50 mil escuelas que actualmente cuentan con este
tipo de recursos a través del Programa de la Reforma Educativa y de las
Escuelas de Tiempo Completo, a 75 mil. De manera complementaria,
lanzaremos un portal en línea donde maestros, directores y supervisores
podrán consultar en intercambiar recursos pedagógicos y experiencias.
Tercero,
fortalecimiento de los Consejos Técnicos Escolares. Estos consejos son
fundamentales para mejorar la enseñanza en las escuelas, porque reúnen a
los maestros y al director de cada plantel para realizar la planeación y
el seguimiento académicos. Hasta ahora, los lineamientos exigían que
estos consejos sesionaran tres veces antes del inicios de clases para
planear el año y último viernes de cada mes para dar seguimiento a la
ruta de mejora. Con el plan La Escuela al Centro vamos a otorgar a cada
comunidad escolar mayor flexibilidad para organizar estas tareas. Ya no
será obligatorio, por ejemplo, que las sesiones se estos consejos sean
los viernes. Cada escuela, tanto pública como privada, podrá elegir el
día del mes y la hora que más le convengan.
Cuarto,
participación social activa. Los Consejos Escolares de Participación
Social son la base de la toma de decisiones para resolver las
necesidades más urgentes del plantel y su vinculación con la comunidad.
En ellos están representados los padres de familia, los maestros, las
autoridades educativas, organizaciones de la sociedad civil, así como
los sectores social y productivo. Vamos a fortalecer estos consejos para
que los padres de familia tengan instrumentos efectivos para exigir
transparencia y rendición de cuentas en cada escuela.
Quinto,
mejor uso del tiempo en la jornada escolar. Para aprovechar mejor el
tiempo de estudio vamos a permitir que cada comunidad escolar pueda
optar por diversas formar de organizar su calendario. Para ello, se
someterá a consideración del Congreso de la Unión una iniciativa de
reforma al artículo 51 de la Ley General de Educación para permitir
modificaciones en la estructura del calendario escolar.
En
ningún caso se recortará el número de horas. Directores, docentes y
padres de familia, sujeto a la aprobación de las autoridades educativas
estatales, podrán ajustar el calendario escolar y los horarios según sus
necesidades, dentro de ciertos parámetros. Las primarias y secundarias
seguirán teniendo el mismo número de horas al año, pero ahora podrán
escoger si quieres continuar impartiéndolas en 200 días con los horarios
tradicionales o cambiar a un calendario de 185 días con jornadas más
largas y de esa manera mejorar el uso efectivo del tiempo en las aulas.
Ambas
modalidades se mantienen bajo los parámetros que se practican en el
resto de los países de la OCDE. En promedio, los países miembros de esta
organización cuentan con 185 días con 791 horas en primaria y 183 días
con 907 horas en secundaria. En México, las primarias de horario regular
tienen 800 horas de clases al año, las primarias de jornada ampliada
mil 200 y las de tiempo completo mil 600, mientras que las secundarias
llegan hasta mil 167. En todos los casos, el número de días y horas se
mantendrá por encima o exactamente en el promedio de la OCDE.
En
el caso de las escuelas preescolares aumentarán las horas de clase en
todos los casos de 3 a 4 horas diarias para el calendario de 200 días y a
4.5 horas para el calendario de 185 días. Este cambio no solo mejorará
significativamente la calidad y la equidad de la enseñanza -la evidencia
internacional muestra que extender la educación temprana es crucial
para un mejor desarrollo educativo en todos los niveles-, sino que
también representará un apoyo importante a las madres trabajadoras de
México.
Sexto, las escuelas de verano. De manera complementaria a
los ajustes que proponemos al calendario escolar, buscaremos un mejor
aprovechamiento de las vacaciones de verano. Al igual que los nuevos
horarios de las preescolares, esto permitirá no solamente mejorar la
calidad de la educación, sino también la equidad, al ofrecer en escuelas
pública actividades deportivas, culturales, así como de reforzamiento
académico a los hijos de aquellos padres de familia que así lo deseen.
Lanzaremos un programa piloto este mismo verano con la intención de
escalarlo a escala nacional en el ciclo 2017-2018. Todos estos cambios
se realizarán con estricto apego a la ley y sin afectar los derecho
laborales de los maestros.
México vive un periodo excepcional en
su historia. En la vida de una nación, son pocas las oportunidades de
emprender una transformación tan fundamental como la que hoy experimenta
nuestro sistema educativo. Los cambios son muchos, pero nuestro
objetivo es solo uno: que todos los niños, niñas y jóvenes del país
tengan la educación de calidad a la que el artículo tercero
constitucional nos compromete. Para lograrlo, tenemos que trabajar todos
juntos. Nosotros en la SEP definimos las directrices de la política
educativa y encabezamos el proyecto, pero la educación es
responsabilidad de todos. Por eso, convoco a las autoridades educativas
locales, todos los funcionarios educativos, los maestros, los padres de
familia y la sociedad en general a que participen en esta renovación.
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La Escuela al Centro
Artículo del secretario de Educación Pública, Mtro. Aurelio Nuño Mayer
Secretaría de Educación Pública | 25 de enero de 2016
#LaEscuelaAlCentro
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