Amado Nervo nació en Tepic, Nayarit el 27 de agosto de 1870. La muerte de su padre y hermano transformó por completo su perspectiva del mundo y lo llevó a preguntarse las razones que podría tener el ser humano para terminar con su vida. “A menudo las perspectivas nos envuelven y ponen ante nosotros un velo insalvable, en nosotros está el cambiar de posición para ver más allá”, afirmaba Nervo.

Llegó a decir que su principal propósito era el de “ganarse la vida escribiendo”, y ejercer su carrera profesional como un complemento.

En 1894, se trasladó a la Ciudad de México donde presentó sus escritos ante Manuel Gutiérrez Nájera, director de la revista Azul; aquí conocería a Luis G. Urbina y otros escritores y poetas con los que comenzó a compartir impresiones sobre la necesidad de un verdadero movimiento literario y poético a nivel latinoamericano.

Colaboró también con el diario El Nacional y el periódico El Mundo. Esto propició el avance de su primer trabajo novelístico, titulado “El bachiller” publicado en 1895, teniendo buena respuesta por los lectores y logrando que Nervo preparara una segunda publicación pero ahora con otro género literario, la poesía; con una compilación de sus poemas más personales, bajo el nombre de “Perlas negras”.

Cécile Louise Dailliez Largillier se convertiría en su musa y de quien confesaría “su presencia me hace ver pequeño cualquier problema”. Con ella viviría en México y en Madrid, su muerte en 1912 llevó a Nervo a un estado de luto profundo, y le escribe “La amada inmóvil”, considerado una de sus obras más melancólicas y desgarradoras, editada de manera póstuma en 1920, por Alfonso Reyes.

En 1919, el 24 de mayo,  Amado Nervo fallece a causa de una crisis de uremia en un hotel de Montevideo, Uruguay. Al día siguiente, el gobierno de ese país decretó honores en su memoria. Cuatro meses después apareció en México su libro “Amado Nervo y la crítica literaria”.

Fuente: Secretaría de Cultura

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