¿Qué es?

Construye T es un programa del Gobierno Mexicano, diseñado e implementado a través de la Subsecretaría de Educación Media Superior (SEMS), en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), cuyo objetivo es fortalecer las capacidades de la escuela para desarrollar habilidades socioemocionales en las y los estudiantes, y así mejorar el ambiente escolar en los planteles del nivel medio superior participantes.

El aprendizaje socioemocional se refiere a la capacidad del joven para enfrentar de manera positiva y asertiva los distintos riesgos a los que se enfrenta por su edad, su contexto familiar, su condición socioeconómica y las vicisitudes de la vida en general.

El Programa busca incidir directamente en la educación integral de los estudiantes del nivel medio superior y, de manera indirecta, en la prevención de conductas de riesgo, tales como la violencia, las adicciones o el embarazo no deseado, que pueden truncar su trayectoria educativa.


¿A quiénes se dirige?

Construye T se dirige a directores, docentes y estudiantes de planteles públicos federales y estatales del nivel medio superior, tanto rurales como urbanos, en las 32 entidades federativas del país. Tomando en cuenta que se trata de estudiantes que cursan la modalidad escolarizada del nivel medio superior, sus edades oscilan entre los 15 y 18 años, aproximadamente.


¿Cómo funciona?

El Programa Construye T forma parte de la estrategia de fortalecimiento de las trayectorias educativas y acompañamiento de los estudiantes de la SEMS, la cual busca ofrecer una educación de calidad, contribuir al desarrollo integral de los alumnos y promover la culminación de sus estudios, situando al estudiante como centro de las políticas educativas.

En este contexto, Construye T se concentra en dar acompañamiento y apoyo a los planteles participantes; es decir, dota de herramientas y capacidades a docentes y directivos para acompañar a sus estudiantes en su proceso de formación y mejorar el ambiente escolar; elaborar el diagnóstico y plan de trabajo escolar en esta materia; utilizar activamente materiales de apoyo diseñados y provistos para este propósito; y realizar actividades que involucren a toda la comunidad educativa en función del plan de trabajo escolar.

Por lo anterior, el funcionamiento de Construye T se basa en tres estrategias centrales:

  1. Capacitación docente y directiva: esta estrategia consiste en la capacitación de docentes y directivos para que desarrollen en ellos y en sus estudiantes las 18 habilidades socioemocionales de las tres dimensiones que integran Construye T; y contribuyan a mejorar el ambiente en el aula y la escuela. Este mecanismo es particularmente relevante porque contribuye a desarrollar dichas habilidades en los propios docentes y directivos, lo que a su vez permite fortalecer el vínculo entre los distintos miembros de la comunidad escolar, particularmente entre docentes y estudiantes.
  2. Elaboración y difusión de materiales de apoyo para desarrollar habilidades socioemocionales y mejorar el ambiente escolar: esta estrategia consiste en el desarrollo y la difusión, con el apoyo de especialistas en estos temas, de materiales claros, sencillos, innovadores, útiles y prácticos, como guías o videos, para apoyar la labor docente y directiva en este renglón. Este mecanismo es sumamente importante porque permite apoyar y acompañar a las comunidades escolares dotándolos de herramientas útiles que contribuyan a fortalecer a la escuela como institución y agente de los procesos de toma de decisiones.
  3. Desarrollo institucional de la escuela para fomentar la concientización sobre la importancia y la utilidad de las habilidades socioemocionales y el ambiente escolar: este pilar promueve que la escuela realice un diagnóstico y un plan de trabajo en materia de habilidades socioemocionales y ambiente escolar que tomen en cuenta el enfoque de las capacitaciones y los materiales disponibles y promuevan la participación juvenil en distintas actividades.


Antecedentes

En 2007, la Secretaría de Educación Pública (SEP) diseñó un Programa de Prevención de Riesgos en la Educación Media Superior (PPREMS) para hacer frente a la problemática del abandono escolar y las situaciones de riesgo a las que se enfrentaban los estudiantes de este nivel. El PPREMS buscaba fundamentalmente influir en el clima de convivencia escolar a través de un enfoque holístico que incluía las distintas dimensiones que se podían relacionar con el abandono escolar. Para la primera etapa de implementación de este programa, se conformó una red de 22 organizaciones de la sociedad civil (OSC), expertas en temas de juventud, las cuales trabajaban directamente en los planteles con el personal escolar a través de un facilitador contratado por ellas mismas.

En 2008, la SEP se acercó al PNUD y al Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (UNICEF), posteriormente a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Tecnología (UNESCO), para dar soporte técnico y operativo al PPREMS, desarrollar un marco estratégico para promover la innovación educativa en el país y contribuir al fortalecimiento institucional de las OSC. Es aquí donde nace el programa Construye T, conocido formalmente como Apoyo a los y las jóvenes del nivel medio superior para el desarrollo de su proyecto de vida y la prevención de riesgos, como estrategia conjunta de la SEP, el PNUD, la UNESCO y el UNICEF.

Este Programa fue creado originalmente para contribuir a reducir el abandono escolar en el nivel medio superior a través de la realización de actividades encaminadas a apoyar a las y los jóvenes para desarrollar su proyecto de vida y evitar caer en situaciones de riesgo tales como violencia, adicciones o embarazo temprano. Hasta 2013, el Programa se basó en la realización de actividades en seis dimensiones de trabajo que estaban relacionadas con el abandono escolar: conocimiento de sí mismo; vida saludable; escuela y familia; cultura de paz y no violencia; participación juvenil, y construcción de proyecto de vida. Algunas de estas dimensiones cambiaron de nombre durante la primera etapa pero básicamente abarcaban las mismas temáticas.

En 2014, se fortalece el diseño del Programa con el fin de impulsar la educación integral de los estudiantes; contribuir a su desarrollo socioemocional; mejorar el ambiente escolar, y prevenir conductas de riesgo. Estos elementos contribuyen a promover que los estudiantes desarrollen su proyecto de vida, disminuya el abandono y la violencia escolar, y a empoderar a nuestros jóvenes. De esta forma el nuevo diseño busca:

  1. Fortalecer las capacidades de directivos y docentes para impulsar el desarrollo socioemocional de sus estudiantes y mejorar el ambiente en el aula y la escuela. Es decir, plantar la semilla para que el directivo y los docentes se transformen en agentes que promuevan el aprendizaje socioemocional en los jóvenes. Se trata de que el directivo se transforme en líder de la escuela y el docente en líder del aula.
  2. Desarrollar habilidades socioemocionales en los estudiantes para que puedan entender y manejar sus emociones, sobre todo en una etapa de tantos cambios como lo es la adolescencia; establecer y desarrollar relaciones positivas; y tomar decisiones reflexivas y responsables, para que puedan enfrentar distintos retos, incluyendo los académicos y personales.
  3. Desarrollar acciones de gestión participativa para mejorar el ambiente escolar, de tal forma que promueva el sentido de pertenencia en la comunidad educativa y que los distintos actores disfruten convivir y aprender.

Marco Institucional

El Programa Sectorial de Educación (PROSEDU) 2013-2018 del Gobierno Federal asienta la necesidad de impulsar la calidad e inclusión educativa en el nivel medio superior a partir de acciones que permitan fomentar una educación integral que promueva la salud física y mental; prevenir conductas de riesgo que eventualmente desemboquen en el truncamiento de la trayectoria educativa de los estudiantes; y, crear ambientes escolares libres de violencia y acoso.

Asimismo, el Convenio de Coordinación suscrito por la Secretaría de Educación Pública y las Autoridades Estatales en educación el 30 de mayo de 2014 establece acciones conjuntas con objeto de facilitar el combate a la violencia en las escuelas, entre las que se encuentran algunas específicas al Programa Construye T:

  1. Reforzar en las estrategias de gestión y organización escolar, la promoción y supervisión cotidiana del ejercicio y protección de los derechos humanos, la vida democrática y el aprecio de la diversidad, como elementos de la convivencia escolar, de tal manera que en todo momento quede asegurado el respecto por el principio del interés superior de la infancia.
  2. Proveer de los materiales para fortalecer las labores de los Consejos Técnicos Escolares con objeto de centrarse en los temas de la mejora del ambiente escolar.
  3. Reconocer y fortalecer la función de maestros y directivos dotándolos de las herramientas que les permitan la comprensión de la cultura infantil y juvenil, el fomento de una cultura de inclusión, paz y tolerancia, así como el establecimiento de relaciones sustentadas en el respeto mutuo y la resolución de los conflictos en un marco de sana convivencia.

Finalmente, otras acciones de la SEMS promueven el acompañamiento y empoderamiento de los estudiantes, con el fin de ofrecer una educación de calidad, situando al estudiante como centro de las políticas educativas. Algunas de estas intervenciones son el Movimiento Nacional contra el Abandono Escolar “Yo No Abandono”, el Programa Nacional de Becas y Financiamiento (PRONABES), el Modelo de Emprendedores, el Modelo Mexicano de Formación Dual, entre otras.

Habilidades Socioemocionales

1.- Las habilidades socioemocionales son herramientas a través de las cuales las personas pueden:

  • Entender y manejar las emociones.
  • Establecer y alcanzar metas positivas.
  • Sentir y mostrar empatía hacia los demás
  • Establecer y mantener relaciones positivas
  • Tomar decisiones responsablemente

2.- Precisamente por lo anterior, y considerando las mejores prácticas internacionales, el desarrollo de habilidades socioemocionales se posiciona como una estrategia integral para prevenir conductas de riesgo, reducir la violencia escolar, y empoderar a los jóvenes para que tomen decisiones de manera asertiva y responsable.

Las habilidades socioemocionales son fundamentales

3.- Según la literatura especializada, las habilidades socioemocionales son fundamentales para el desarrollo de los jóvenes porque:

  • Se asocian con trayectorias académicas, personales y laborales más exitosas: los estudios demuestran que en el largo plazo estas habilidades se asocian con menor probabilidad de desempleo, encarcelamiento, o divorcio.
  • Se asocian con un mayor y mejor aprendizaje: el desarrollo de habilidades socioemocionales contribuye a desarrollar más habilidades, tanto cognitivas como socioemocionales, creando círculos virtuosos.
  • El mercado laboral demanda este tipo de habilidades con mayor frecuencia. En el caso de México, la evidencia señala que las habilidades que más demandan los empleadores, incluso por encima de habilidades técnicas, son el trabajo en equipo, la capacidad para relacionarse con los demás, entre otras.

4.- La escuela resulta un lugar ideal para formar este tipo de habilidades considerando que:

  • Los estudiantes pasan gran parte de su tiempo en la escuela.
  • La comunidad escolar representa una sociedad en donde es posible desarrollar en la práctica habilidades como el trabajo en equipo o la empatía.

 5.- Las habilidades socioemocionales se pueden continuar moldeando en la adolescencia, sobre todo considerando que los jóvenes entre las edades de 15 y 18 años se encuentran en pleno proceso de desarrollo físico y emocional y empiezan a tomar decisiones que marcarán el resto de su vida.

6.- Los estudiantes del nivel medio superior expresan que se sienten desprotegidos. Según datos de la Encuesta Nacional de Exclusión, Intolerancia y Violencia 2013 (ENEIVEMS), entre los estudiantes encuestados de escuelas públicas del nivel medio superior.

  • 56 por ciento se siente triste
  • 44 por ciento se siente solo
  • 26 por ciento siente que su vida ha sido un fracaso

7.- Las habilidades socioemocionales no buscan ni pueden erradicar las situaciones de riesgo pero sí pueden moldear y transformar las actitudes y conductas hacia esas situaciones. Es decir, estas habilidades se enfocan en empoderar a los estudiantes para tomar las mejores decisiones para su vida, conocerse mejor, desarrollar empatía por los demás y relaciones positivas.

8.- La particularidad de las habilidades socioemocionales en el ámbito escolar radica en que contribuyen a transformar, fortalecer y mejorar las relaciones entre los miembros de la comunidad: no sólo entre estudiantes y docentes sino también entre los propios estudiantes y los propios docentes.


¿Qué es el ambiente escolar?

El ambiente escolar se define como el conjunto de normas, metas, valores, relaciones interpersonales, prácticas de enseñanza-aprendizaje y liderazgo, y estructuras organizativas dentro de un plantel. En el marco del Programa Construye T, el ambiente escolar se refiere fundamentalmente a las relaciones entre los miembros de la comunidad escolar; es decir, las relaciones entre estudiantes, entre estudiantes y docentes, entre docentes, entre directivos y docentes, y entre directivos y estudiantes.

El ambiente escolar es fundamental porque representa el marco en el cual se desarrollan los procesos de enseñanza-aprendizaje y de socialización. Específicamente, la escuela representa el primer espacio público de socialización o aprendizaje de códigos para la vida social –e incluso para el mercado laboral-, inmediatamente después del hogar y, por ende, se posiciona como una plataforma para definir los parámetros de la convivencia social, ya sea una marcada por procesos de comunicación violenta, o bien una por procesos de comunicación efectiva y resolución de conflictos. En términos prácticos, lo que aprendemos y la manera como lo aprendemos dependen de nuestras relaciones y emociones, razón por la cual es necesario que la escuela tome las riendas de la educación como proceso integral.