Nació en la ciudad de Morelia, Michoacán, el 27 de septiembre de 1939. Es hijo del escultor Rodolfo González, con quien trabajó y estudió escultura y fundición de bronce. Más adelante, a los 23 años de edad, formó parte de la Escuela de Artes y del Instituto Allende en San Miguel de Allende, Guanajuato. 

Gracias a la obtención de una beca, realizó estudios de cerámica en Japón con muy afamados y reputados maestros durante dos años. De regreso en México ha trabajado para cumplir su meta de resurgir la fina artesanía de la mayólica tradicional, la cual forma parte de la alfarería tradicional guanajuatense y misma que se ha convertido en su estética visión del arte mexicano y en una filosofía 

A diferencia de la llamada Talavera, nombre de la cerámica producida principalmente en Puebla, la alfarería tradicional de Guanajuato tiene su principio en una arcilla cubierta por un esmalte grueso, blanco y brillante, traído a México por los españoles en el siglo XVI, y que se denomina como Mayólica. Se entiende que el término mayólica deriva de Mallorca, la isla española del Mediterráneo, punto importante durante la Edad Media para la importación de este arquetipo de cerámica hispano-morisca. 

Gorky González es considerado como un artesano ejemplar que ha rescatado y difundido para el arte popular mexicano una técnica alfarera y una manera de decorar que a mitad del siglo XX se pensaban extintas, a la sazón, por lo cual se debe redimensionar su papel como tratadista —práctico y teórico— de una heredada habilidad en pináculo durante los tres siglos de la Colonia y el Virreinato. Su forma de cerámica que partió de la misma tradición antigua guanajuatense, adquirió nuevos y bien proyectados visos estéticos que en sus proporcionadas características, sintetizan las aportaciones españolas criollas indígenas y mexicanas propiamente.