Educación Inicial es el servicio educativo que se brinda a niñas y niños menores de seis años de edad, con el propósito de potencializar su desarrollo integral y armónico en un ambiente rico en experiencias formativas, educativas y afectivas, lo que les permitirá adquirir habilidades, hábitos, valores, así como desarrollar su autonomía, creatividad y actitudes necesarias en su desempeño personal y social.

La Educación Inicial es un derecho de las niñas y los niños, una oportunidad de las madres y los padres de familia para mejorar y/o enriquecer sus prácticas de crianza y un compromiso del personal docente y de apoyo para cumplir con los propósitos planteados.

Educación Inicial es una realidad mundial, indispensable para garantizar el óptimo desarrollo de los niños y las niñas. La importancia que tienen los primeros años de vida en la formación del individuo, requiere que los agentes educativos que trabajan en favor de la niñez cuenten con conocimientos, habilidades y actitudes adecuados para elevar la calidad del servicio que se ofrece.


Dirección de Educación Inicial

Somos una instancia comprometida con la sociedad, que brinda servicios educativos y asistenciales a niños y niñas de 45 días a 5 años 11 meses de edad, a través de tres modalidades de atención, mediante el trabajo de equipo, personal profesional y autogestivo, así como evaluación constante y con la guía de nuestro código de ética: honestidad, responsabilidad, actitud de servicio e igualdad.

La Dirección de Educación Inicial es una instancia que depende de la Dirección General de Operación de Servicios Educativos en el Distrito Federal, de la Administración Federal de Servicios Educativos en el Distrito Federal y, a su vez, de la Secretaría de Educación Pública.

 

Misión

Ofrecer y apoyar la Educación Inicial de los niños y niñas de 45 días a 5 años 11 meses de edad, con equidad para el desarrollo de competencias para la vida en la población de las 15 delegaciones políticas del Distrito Federal.

 

Visión

En la Dirección de Educación Inicial somos una institución líder formada por comunidades educativas autogestivas.



Modalidades de Atención 


La Dirección de Educación Inicial ofrece las siguientes modalidades:

1. Modalidad Escolarizada:

Actualmente se considera a la Educación Inicial (desde el nacimiento y hasta la educación primaria), como un derecho de los niños y las niñas y una etapa fundamental en la vida de las personas. En ella, se asientan las bases del aprendizaje y la formación de valores; así como las actitudes que favorecen la capacidad del diálogo y tolerancia en las relaciones interpersonales.

La Educación Inicial, constituye uno de los ejes sobresalientes que promueven la consolidación de la equidad social, entendida como la igualdad de oportunidades en el acceso a los servicios educativos; la permanencia en ellos y el logro de aprendizajes relevantes. Tiene identidad, función propia y un sentido en sí misma, en relación con el crecimiento, desarrollo y aprendizaje de los infantes como sujetos de derecho y protagonistas de su propia vida.

La Educación Inicial de calidad impacta en la eficacia interna del sistema educativo, contribuye a mejorar los aprendizajes, a disminuir los índices de reprobación y fracaso escolar. Su función social tiene diversas vertientes, éstas son: 

  • La función asistencial: en la cual se asume la tarea de dar respuesta a las necesidades básicas de la población infantil: alimentación, prevención y tratamiento de salud.
 
  • La función socializadora: se refiere a aquellas acciones que se proponen lograr a través de dos tipos de objetivos; por un lado, la formación de pautas de convivencia y de interacción grupal y comunitaria; por el otro, la formación de hábitos de alimentación e higiene.
 
  • La función pedagógica: hace referencia a la enseñanza intencional y sistemática de un conjunto de contenidos curriculares específicos y a la construcción de estrategias de exploración del medio y del fomento de aprendizajes distintos de los familiares.

De manera general, se podría afirmar que todas las funciones señaladas tienen una dimensión pedagógica; sin embargo, se pretenden delimitar en esta función los procesos cognitivos propios de este tramo de la escolaridad. La función preparatoria para el nivel primario: constituye una especificación de la función pedagógica; trata de enfatizar el carácter propedéutico del nivel de cara al ingreso a la escolaridad elemental, éste se manifiesta en dos vertientes: a) desarrollar habilidades especialmente para la introducción a la lecto-escritura y la matemática elemental y b) introducir los códigos y las reglas propias de la cultura escolar. 


En este sentido es interés de la Secretaría de Educación Pública que el trabajo educativo que se realiza con los infantes en el ámbito de la Educación Inicial, trascienda cada vez más de las acciones de guarda, cuidado y atención diaria, en prácticas educativas que favorezcan mediante la enseñanza, el desarrollo de competencias en los educandos; de tal forma que los conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes y valores aprendidos, sean herramientas útiles en la resolución de problemas y para enfrentar los retos que se les presentan día con día. 

La Educación Inicial constituye la base sustantiva del proceso de aprendizaje a largo plazo; siendo vital la estimulación y cuidados que reciben los infantes en ambientes propicios y organizados, como en el caso de los Centros de Desarrollo Infantil (CENDI), los cuales pretender ser cada vez más, verdaderos espacios de interacción que proporcionen a los pequeños los medios para una formación integral mediante acciones educativas organizadas y sistemáticas, que encuentran su normatividad e intencionalidad en el marco de un programa pedagógico adecuado. Con base en lo anterior, la modalidad escolarizada –a través de los Centros de Desarrollo Infantil- ofrecen servicios asistenciales y educativos a niños y niñas que van de los 45 días de nacidos a los 5 años 11 meses, quienes son hijos de padres y madres trabajadoras. 


2. Modalidad Semi Escolarizada:

Esta  modalidad surge durante la última década del siglo XX cuando se crearon los Centros Infantiles Comunitarios (CIC) a los que, después de dos años, se les cambió la denominación por: Centros de Educación Inicial (CEI).


Estos centros, aportan asistencia educativa a niños y niñas de dos a cuatro años de edad que vivan en comunidades urbano marginadas del Distrito Federal y, que a su vez, sus madres no gocen de prestaciones laborales. Esta es la razón por la cual, Educación Inicial tiene gran importancia para las necesidades de los grupos más vulnerables de la Ciudad de México.


El modo de funcionar de los CEI, es instalando espacios proporcionados por la comunidad y, en estos, se conforman grupos de 15 a 20 niños o, a veces, la cantidad puede incrementarse; por tanto, los espacios tienen que ser adecuados y cómodos para los niños y que haya, por lo menos, dos personas responsables por cada grupo.  El horario de atención para los infantes puede variar de tres a cinco horas en los CEI regulares y de hasta ocho horas en los CEI que sean mixtos.


Es a través de la ayuda de las madres y padres de familia que se conciben los CEI, ya que son los que proporcionan los recursos materiales y humanos, para apoyar el servicio que se da en los centros. De los integrantes de la comunidad, se seleccionan a las personas que se van a desempeñar como agentes educativos de esta modalidad.


La metodología de operación de estos centros, une, tanto a las actividades programadas y libres, como al trabajo de rutinas fijas o de escenarios. Esta combinación, tiene como finalidad, favorecer el desarrollo de las habilidades de niños y niñas, así como propiciar la consolidación de los buenos hábitos como son: higiene, salud y educación, entre otros.


Tomar en cuenta a los niños y niñas en los años más importantes de su desarrollo integral, es consolidar y estructurar las bases de su futuro adolescente y adulto que requerirán para desenvolverse de manera productiva y satisfactoria dentro de la sociedad. Por tanto, se debe de concebir a Modalidad Semiescolarizada como una estancia educativa y de asistencia que va a proveer, a través de la educación, las herramientas esenciales para que los infantes pertenecientes a los sectores vulnerables de la ciudad, puedan incorporarse al sistema escolarizado, a partir de preescolar e ir preparados con las habilidades básicas para desempeñarse de forma satisfactoria.


 Es preciso que los agentes educativos, tengan conocimiento del desarrollo infantil, ya que de éste, dependerá, en gran medida la forma en cómo se aborda el proceso de enseñanza al interior de los Centros de Educación Inicial.


3. Modalidad No Escolarizada: 

Esta modalidad es una alternativa educativa que ofrece orientación y atención a madres y padres de familia, a través del trabajo en módulos por medio de técnicas grupales, que propician aprendizajes sobre pautas y prácticas de crianza. Estas sesiones de trabajo sirven para apoyar la formación y educación de niños y niñas desde su nacimiento hasta los cuatro años de edad.
 
La modalidad impulsa la creación de marcos educativos que beneficien a los pequeños, a partir de que las familias y demás miembros de la comunidad orienten sus actividades cotidianas en el hogar y fuera de él con una intención educativa, a través de relaciones de calidad entre personas adultas e infantes.
 
Así, esta modalidad no escolarizada busca promover la educación, la atención equitativa, la participación comprometida de los adultos que conviven directamente con niños y niñas, y la sensibilización de la comunidad hacia la cultura a favor de la infancia. Para lograrlo, atiende las necesidades propias de madres y padres de familia al llevarlos a la reflexión y reconocimiento de su potencial educativo, enriqueciendo sus pautas y prácticas de crianza e impulsando las relaciones con calidad entre los integrantes de las familias.
 
En las sesiones de trabajo los responsables de módulo, con apoyo de los educadores comunitarios y bajo la guía de la supervisora, facilitan que los padres y madres de familia obtengan información y tomen conciencia, lo que les permitirá comprender las razones por las cuales sus hijas e hijos piensan y actúan de cierta manera, para así convertirse en un apoyo que fortalezca el desarrollo integral.
 
La familia es considerada la fuente educadora más importante ya que promueve la formación de conocimientos, habilidades, actitudes y valores que serán de utilidad en la vida diaria.
 
Este propósito requiere, para su concretización, que la comunidad en su conjunto participe activamente en las decisiones y acciones que beneficien a niñas y niños. La participación comunitaria implica un proceso que abarca períodos de tiempo extensos, así como fases que van de lo simple a lo complejo.
 
En este proceso el punto de partida se refiere a la sensibilización. Es necesario que la comunidad esté informada de las condiciones reales en que viven y se desarrollan los menores, así como aquellos aspectos que requieren atención prioritaria y los que pueden ser abordados posteriormente.
 
La información oportuna contribuye a la sensibilización, permite organizarse y construir objetivos comunes que se traducirán en acciones concretas a favor de la niñez.