"Entre los corridos que han dado lugar a pinturas murales realizadas por pintores de prestigio, están dos que ilustrara Diego Rivera en los corredores del tercer piso, segundo patio de la Secretaría de Educación Pública, el de "Las esperanzas de la patria por la rendición de Villa" y el de la "Muerte de Zapata", los cuales en su aspecto de amalgama fueron incluidos en Romance y corrido, publicado por la Universidad Nacional en el año de 1939."

Vicente T. Mendoza: Lírica narrativa de México. El corrido, Estudios de Folklore 2. Instituto de Investigaciones Estéticas, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1962.

Bertram D. Wolfe, en The Fabulous Life of Diego Rivera, conjetura que es derivación de un corrido por José Guerrero. La versión de Vicente T. Mendoza y la de Diego Rivera tiene variantes.
 
ASÍ SERÁ LA REVOLUCIÓN PROLETARIA
 
Son las voces del obrero rudo lo que puede darles mi laúd;
es el canto sordo pero duro que se escapa de la multitud
ya la masa obrera y campesina sacudiose el yugo que sufría
ya quemó la cizaña maligna del burgués opresor que tenía
por cumplir del obrero los planes, no se vale que nadie "se raje"
se les dice a ricos y holgazanes: "el que quiera comer que trabaje".
 
Las industrias y grandes empresas dirigidas son ya por obreros
manejadas en cooperativas sin patrones sobre sus cabezas
y la tierra ya está destinada para aquel que la quiera explotar
¡se acabó la miseria pasada! ¡cualquier hombre puede cultivar!
 
La igualdad y justicia que hoy tienen se debió a un solo frente que hicieron
en ciudades pobladas y ranchos campesinos soldados y obreros
ahora tienen el pan para todos los desnudos, los hombres de abajo,
la igualdad, la justicia, el trabajo y han cambiado costumbres y modos
cuando el pueblo derrocó a los reyes y al gobierno burgués mercenario
instaló sus "consejos" y leyes y fundó su poder proletario
en Cuautla Morelos hubo un hombre muy singular...
 
Justo es ya que se los diga hablándoles pues en plata
era Emiliano Zapata muy querido por allá...
todo es un mismo partido ya no hay con quien pelear,
compañeros, ya no hay guerra, vámonos a trabajar.
 
Ya se dieron garantías a todo el género humano
lo mismo que al proletario como para el artesano.
¡Unión! que es la fuerza santa de todito el mundo entero,
¡Paz, justicia y libertad y gobierno del obrero!
 
Así como los soldados han servido para la guerra
que den fruto a la nación y que trabajen la tierra.
¿Quién no se siente dichoso cuando comienza a llover?
es señal muy evidente que tendremos qué comer.
Si los campos reverdecen, con la ayuda del tractor,
es el premio del trabajo que nos da nuestro sudor.
El oro no vale nada si no hay alimentación,
es la cuerda del reloj de nuestra generación.
 
Quisiera ser hombre sabio de muchas sabidurías
más mejor quiero tener qué comer todos los días
dan la una, dan las dos, y el rico siempre pensando
cómo le hará a su dinero para que vaya doblando.
Dan las siete de la noche y el pobre está recostado,
duerme un sueño muy tranquilo porque se encuentra cansado.
 
Dichoso el árbol que da frutos pero muy maduros
señores, vale más que todos los pesos duros.
 
Es el mejor bienestar que el mexicano desea
que lo dejen trabajar para que feliz se vea
no quiere ya relumbrones ni palabras sin sentido,
quiere sólo garantías para su hogar tan querido.