Amigas, amigos trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad.

Técnicos, directivos.

Ciudadanos de Mezcalapa; del Estado de Chiapas.

Servidores públicos. Legisladores.

Amigas, amigos todos:

Gobernador Rutilio Escandón Cadenas, que acaba de asumir el mando en este importante estado de la República. Este extraordinario estado de Chiapas.

Estamos iniciando la Cuarta Transformación de la vida pública del país, y se decidió dar a conocer aquí los lineamientos generales para la política de generación de energía eléctrica aquí, en Malpaso, en esta importante hidroeléctrica del Río Grijalva.

Estamos iniciando una etapa nueva. Lo dije el día 1º de diciembre, no se trata de un nuevo gobierno. Se trata, fundamentalmente, de un cambio de régimen. Por eso hablamos de una transformación.

No es más de lo mismo. No es gatopardismo, eso que consiste en que las cosas en apariencia cambian para seguir igual. Esto es algo nuevo, que se inspira en lo mejor de nuestra historia nacional.

Siempre es importante recordar la historia. Cicerón decía que era la madre de la vida.

Qué es lo que significa esta Cuarta Transformación.

Significa dar por terminado el periodo neoliberal, los 36 años de política económica neoliberal. No sólo por razones políticas o ideológicas, sino fundamentalmente por juicio práctico. Porque ese modelo no dio buenos resultados. En 36 años, ni siquiera en términos cuantitativos, se produjeron cambios en beneficio de nuestro pueblo.

Decía yo el día de la Toma de Posesión, en 36 años el promedio de crecimiento anual fue del dos por ciento. Si descontamos el aumento de la población, el resultado es cero, crecimiento económico, en 36 años.

Ya no podemos seguir con un modelo ineficiente, que sólo benefició a una minoría, empobreció a la mayoría del pueblo. Obligó a millones de mexicanos a desterrarse, a emigrar, a irse a buscar la vida a otras partes, a buscar algo que mitigara su hambre y su pobreza.

Obligó a millones de mexicanos a trabajar en la informalidad, buscándose la vida en lo que se pueda y que también llevó a muchos a tomar el camino de las conductas antisociales. Porque ese modelo económico fallido fue el que precipitó el problema de la inseguridad y de la violencia. Entonces, ya no vamos a seguir con esa política económica.

Cómo han sido las políticas económicas en otros tiempos.

Esto que se conoce como neoliberalismo, ya se aplicó en una etapa en nuestro país, en el Porfiriato. Por eso, neoliberalismo es neoporfirismo. No el regreso a ese modelo. Y hasta coincide en el tiempo de duración, porque Porfirio Díaz dominó 34 años y el periodo neoliberal tardó 36 años.

Qué hubo después del Porfiriato, con la Revolución.

Pasando la etapa de confrontación, de violencia de la Revolución, hubo una política económica que produjo crecimiento y progreso, desde los años 30 hasta los 80 del siglo pasado; 40 años, la economía creció a una tasa promedio anual del 6 por ciento, no el dos, como en el periodo neoliberal. Seis por ciento.

Y por ese crecimiento económico se hicieron muchas obras de infraestructura. Esto que estamos constatando. Toda la infraestructura hidroeléctrica del país, la infraestructura ferroviaria, se consolidó a partir de la expropiación de Petróleos Mexicanos. Muchas obras importantes.

Y se logró que este modelo funcionara sin tantos desequilibrios macroeconómicos, sin endeudamiento, sin inflación, sin devaluaciones.

Bueno, la etapa que nosotros estamos iniciando va a ir hacia allá, a que logremos más crecimiento económico con estabilidad macroeconómica, financiera. Crecer sin inflación, sin devaluación, sin seguir endeudando al país.

Hace unos días, un alto personaje de la política del antiguo régimen, de los que se acaban de ir, decía: y cómo le va a usted a hacer, de dónde va a salir el presupuesto; de dónde va a salir para financiar las obras.

Decía: Fíjense lo que son las cosas, las paradojas de la vida. No les dio tiempo a ustedes a llevarse todo y nos va a salvar. Nos va a salvar la gran obra de los gobiernos postrevolucionarios.

Esto y los que nos dejaron del periodo neoliberal, para hacer un símil, es como el que asalta un banco y está metiendo el dinero en costales, en la bóveda y de repente suena la alarma y ya no les da tiempo de llevarse todo.

Y con lo que nos dejaron, con eso, vamos a rescatar a nuestro país. Miren lo extraordinario, que no hayan podido privatizar las 60 hidroeléctricas. Las líneas de transmisión de la Comisión Federal de Electricidad, que son de la Nación, y esto mismo aplica para PEMEX.

Saben cuánto entregaron de contratos. Cuando mucho el 20 por ciento de todo el potencial petrolero que tiene México, que tiene la Nación. Con eso vamos a sacar, también, adelante, la industria petrolera, con lo que dejaron.

En el caso de los ferrocarriles, privatizaron todo. Pero me dio un gusto, no saben cuánta satisfacción, alegría, enterarme que el ferrocarril del sureste no lo habían podido entregar, tampoco el del Istmo. Y ahora como tenemos esos tramos de ferrocarril y tenemos el derecho de vía, ahí va el Tren Maya, para sacar adelante al sureste.

Cuál es la propuesta para generar más energía eléctrica.

Como aquí lo mencionó el licenciado Bartlett, primero, acabar con la corrupción, con la impunidad. Porque el neoliberalismo significó un programa de desmantelamiento de la Comisión Federal de Electricidad, de cerrar las plantas públicas, para darle preferencia a las empresas extranjeras que venden la energía eléctrica a la Comisión Federal de Electricidad.

Ese es el meollo de todo el asunto: quedarse con el mercado. Esto comenzó desde la Reforma, a una ley secundaria. En 1992 empezaron a entregar las concesiones a empresas particulares.

Y éramos, entonces, autosuficientes. Y ahora se tiene que comprar la mitad de la energía eléctrica que se consume, a precios elevadísimos, que todo esto lo tenemos que revisar.

Que muchos piensan, y de esto no se habla lo suficiente, de que el subsidio es para el consumidor. No. Se está subsidiando a las empresas particulares y esto no sucede en ninguna parte del mundo. Una cosa es comprarles energía y otra cosa es que, además, de comprarles energía, a precio de mercado, se les dé un subsidio. Eso no. Eso se va a terminar.

Pero va a corresponder a los directivos, a los técnicos de la Comisión Federal hacer una revisión, una auditoría técnica administrativa a la Comisión Federal de Electricidad.

Y estamos haciendo un gran esfuerzo, porque vamos a ahorrar, vamos a evitar la corrupción y vamos también a hacer un gobierno austero, para que el presupuesto nos rinda.

Ya el gobierno no se va a ensimismar, porque ahora el presupuesto es para el mismo gobierno. Todo el presupuesto se gasta en mantener al gobierno. Le cuesta mucho al pueblo mantener al gobierno. Es un gobierno mantenido y bueno para nada.

Va a haber una política de austeridad republicana. Se dan cuenta ustedes que hay algunos que no les gusta, porque estaban acostumbrados a ganar 600 mil pesos mensuales. Imagínense. Eso no. Eso se termina.

Y me da gusto que esté aquí el diputado federal Mario Delgado, porque ellos ya dieron el ejemplo, van a bajar los sueldos a los altos funcionarios públicos. Y es una fórmula sencilla. Es justicia laboral. Se les va a bajar el sueldo a los de arriba, porque se les va a aumentar el sueldo a los de abajo.

Y vamos a ahorrar. Y por eso va a haber presupuesto para invertir. La Comisión Federal de Electricidad va a tener presupuesto para invertir el año próximo.

Vamos a destinar ese recurso a lo que mejor convenga, a lo que sea más eficaz. Todo lo que se dé de manera adicional de inversión pública a la Comisión Federal tiene que aplicarse bien, tiene que dar buenos resultados.

Tenemos, por eso, que llamar a los técnicos, a los especialistas, a los trabajadores en activo, y también a jubilados, que tienen mucha experiencia, que nos ayuden.

No vamos a poder revertir en el corto plazo este grave problema de la dependencia que se tiene de la compra de la energía eléctrica. No va ser un asunto a resolverse en el corto plazo. Pero ya tenemos que elaborar un plan para ir hacia la autosuficiencia, como era antes.

Que esta empresa pública, ejemplar, abastecía de energía eléctrica a todo el país. Eso es lo que tenemos que pensar.

Y en el proceso, en el camino, se va generando la competencia, para que así, a quienes se les compra la energía, también se les diga: nosotros estamos produciendo y somos eficientes. Y vamos a competir en buena lid y nos tienes que bajar los precios. Y los consumidores van a ganar con esta política que vamos a llevar a cabo, de fortalecer la Comisión Federal de Electricidad.

Yo aquí dejo planteada una idea que deberán ustedes considerar, tomar en cuenta, como muchas otras.

Pero creo que estas hidroeléctricas que Angostura, que Chicoasén, Malpaso, Peñitas y las 60 hidroeléctricas del país pueden producir más energía, si se modernizan. Esta hidroeléctrica, en efecto, se hizo en la época de ese gran Presidente Adolfo López Mateos, que fue el que nacionalizó la industria eléctrica y lo recordamos, porque éramos niños, en Chiapas, gobernador León Brindis, en Tabasco un gran gobernador Carlos Madrazo.

Y en esta obra trabajaron ingenieros como Leandro Rovirosa, acaba de fallecer, y lo lamenté mucho, Nacho Rubio, que estuvo también trabajando aquí. Mucha gente trabajando aquí para la construcción de esta presa.

Se hicieron estas grandes obras hace ya algún tiempo y, desde luego, que han habido avances tecnológicos. Si ya tenemos aquí el embalse, si se tiene el agua, por qué no pensar en modernizarla, ésta y las otras hidroeléctricas, y producir energía limpia, porque la energía que se produce con el agua es la más limpia de todas, la que me menos contamina y la más barata.

Todo esto de la producción de la energía con gas tuvo que ver también con un negocio bien maquinado, bien planeado.

Por eso, tenemos que pensar en la modernización de las hidroeléctricas como una opción, como una alternativa. Explorar la posibilidad de modernizar la generación de energía, el sistema de turbinas para utilizar el agua, utilizar toda esta infraestructura. Además, sería ya muy difícil, muy complejo estar pensando en construir nuevas hidroeléctricas.

Ya es mucha la oposición. Desde luego, en la mayoría de los casos con justicia, pero también, en otros casos, por intereses.

Ya no se pueden construir hidroeléctricas como éstas. Es muy complejo. Hay una mucha oposición de ambientalistas y, también, de los que no quieren que se fortalezca la empresa pública.

Por eso, si ya tenemos esto, si ya se tiene, gracias a lo que hicieron los gobernantes de la época postrevolucionaria, si ya se tiene toda esta infraestructura, vamos a potenciarla. Vamos a modernizar estas plantas.

Y que se frene, esa ya es una instrucción, el desmantelamiento de la Comisión Federal de Electricidad. No se va a cerrar una sola planta más. Se acaba la política de estar cerrando las plantas de generación de energía eléctrica de la Comisión Federal de Electricidad.

Y, también, si hay competencia y libre mercado que, quienes se encargan de la distribución de la energía, actúen con rectitud, parejo. No es que de repente no se turbina en Malpaso o en Chicoasén, porque se le está dando más oportunidad a las empresas privadas. No. Trato parejo.

Y que las hidroeléctricas y todas las plantas de la Comisión Federal de Electricidad operen a toda su capacidad. Ese es un comentario en lo general, pero ustedes son los especialistas.

Yo estoy seguro de que vamos a lograr el propósito de fortalecer a esta gran empresa, la Comisión Federal de Electricidad, por el bien del pueblo, por el bien de los trabajadores, por el bien de México.

Muchas gracias, amigas y amigos.