Con objeto de estimular el desarrollo y registro de plaguicidas agrícolas de riesgo reducido, particularmente los recomendados para cultivos menores, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) presentó ante el Grupo de Trabajo Técnico del Tratado de Libre Comercio de América del Norte sobre Plaguicidas (NAFTA TWG por sus siglas en inglés) un proyecto para financiar estudios de efectividad biológica de plaguicidas en seis cultivos de interés.

El objetivo de este proyecto es fortalecer la competitividad en los mercados nacional e internacional de productos de origen mexicano como papaya, cebollín, hierbas aromáticas, nopal, piña y cítricos, debido a que el uso de plaguicidas de riesgo reducido evita que los cultivos enfrenten alguna problemática por presencia de residuos fuera de los límites permitidos.

Con este plan el órgano desconcentrado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) protege más de 724 mil hectáreas de cultivos, con una producción estimada en nueve millones 315 mil toneladas y valor aproximado en el mercado de 33 millones 520 mil pesos.

Este proyecto de importancia para México se enfoca en cultivos menores, donde existe baja oferta de plaguicidas registrados, por tratarse de superficies de producción pequeñas y donde la industria no identifica un mercado importante para invertir en el desarrollo de productos.

Cabe recordar que el TWG es un grupo que fue conformado en el marco del Tratado Trilateral de Libre comercio (TLCAN) en 2001, cuyo objetivo es la cooperación entre México, Estados Unidos y Canadá, para facilitar el comercio de plaguicidas; construir y fortalecer capacidades regulatorias y técnicas, así como compartir información a fin de reducir o eliminar barreras no arancelarias y sobretodo, implementar acciones para la reducción de riesgos a la salud humana y al ambiente.

Además de la armonización regulatoria, los beneficios del TGW se perciben al contar con un estatus sanitario cada vez mejor, que beneficia tanto a los productos de la agricultura mexicana, como a la población que consume alimentos libres de residuos de plaguicidas.

En el TWG por parte de México acuden el SENASICA y la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS); por Canadá, la Agencia Reguladora del Manejo de Plagas (PMRA); y por Estados Unidos, la Agencia de Protección Ambiental (EPA).

Adicionalmente participan la industria, academia y público interesado, de manera que las actividades sean encaminadas a las prioridades de cada sector involucrado en el uso y manejo de plaguicidas.

Producto de los trabajos del TWG hoy existe un catálogo más amplio de plaguicidas autorizados con límites máximos de residuos (LMR) con lo que se eliminan o reducen barreras no arancelarias al comercio, además de que se promueve el buen uso y manejo, lo que repercute en la calidad del producto y menores riesgos para la salud humana y el ambiente.

Otra vertiente importante del TWG tiene que ver con los denominados bio-plaguicidas, es decir, aquellos que no son de síntesis química, tales como agentes microbianos y extractos botánicos.

En el TWG se han desarrollado diversas estrategias para promover el registro y uso de este tipo de plaguicidas, pues no representan riesgos a la salud humana o al ambiente.

Entre los temas interesantes en el TWG destaca el denominado “Joint Review” o Revisión Conjunta de expedientes para el registro de moléculas nuevas que son de interés para la industria trasnacional, de manera que pueda emitirse un registro sanitario simultáneamente en los tres países.

Esto se prevé que beneficie notablemente a la industria mexicana de plaguicidas, al poder ser el primer registrante de un producto, es decir, que no se requiera el reconocimiento de un plaguicida en Estados Unidos o Canadá para patentarlo en nuestro país; con lo cual se favorece la puesta en el mercado de una mayor variedad de productos, además, de estar dirigidos mayormente a bio-plaguicidas.