La inocuidad es la característica que tiene un alimento de no causar daño a la salud humana por efectos de algún agente contaminante físico, químico o biológico, por ello, es importante que los procesadores y productores agrícolas, acuícolas y pecuarios apliquen buenas prácticas a lo largo del proceso productivo de los alimentos.   

El acceso a alimentos inocuos y suficientes son factores fundamentales para proteger la salud pública, razón por la cual, el Senasica promueve la aplicación de los Sistemas de Reducción de Riesgos de Contaminación (SRRC), para disminuir las posibilidades de que los alimentos resulten contaminados por metales pesados, agroquímicos, bacterias, virus y otros agentes que pudieran dañar la salud del consumidor.

El organismo de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), opera el Sistema Tipo Inspección Federal (TIF) desde hace más de 60 años, para certificar que se los cárnicos y otros productos derivados de los animales, como la leche y la miel, se procese en condiciones óptimas de higiene, de acuerdo con los estándares de inocuidad más exigentes a nivel internacional.

Para la utilización responsable de plaguicidas, el Senasica impulsa el Buen Uso y Manejo de Agroquímicos (BUMA) que tiene como fin evitar que los alimentos rebasen los Límites Máximos de Residuos (LMR) y para la producción adecuada de frutas y hortalizas, promueve la aplicación de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA).

Adicionalmente, impulsa el uso Manuales y procedimientos con fines de Certificación en Buenas Prácticas de Producción Primaria y de Manufactura para productos de origen acuícola y pesquero, como el pulpo y la medusa Bola de Cañón.

Este 7 de junio, el Senasica se une a la celebración del Día Mundial de la Inocuidad Alimentaria, proclamado en 2018 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para crear conciencia sobre la importancia de este componente para preservar la salud pública.