La miel es utilizada desde hace miles de años en todo el mundo, ya sea como saborizante de brebajes, alimento o medicamento y la que se produce en México tiene los estándares más altos de calidad, gracias a las buenas prácticas de manejo y envasado que el SENASICA ha implementado en conjunto con los productores de cada estado.

Asimismo, se cuenta con el Sistema Nacional de Identificación de la Miel, que asigna una clave única de identificación individual a cada figura en el proceso productivo de la miel, con el fin de conocer la trazabilidad del producto y mantener los estándares de higiene e inocuidad hasta el consumidor final.

Una de las mejores propiedades de la miel es que no se echa a perder; puede dejarse en cualquier lugar por muchos años y nunca tendrá un aspecto ni sabor desagradable.

Además, la miel posee una acción bactericida y puede ser empleada como agente terapéutico en algunas infecciones y desequilibrios nutricionales del organismo. Por ejemplo en enfermedades respiratorias, como rinitis, faringitis, laringitis y bronquitis.

El sabor, color y olor de la miel depende de las distintas fuentes de flores y plantas visitadas por las abejas.

Así que ya lo sabes, la miel mexicana es de las mejores del mundo y además de tener un gran sabor, puede ayudar a curar enfermedades gastrointestinales como gastritis y úlceras gástricas.