Cuenta la leyenda, que en un enfrentamiento entre indígenas y españoles, un capitán se enamoró de la hija del jefe de la tribu y seguro de su decisión, fue a pedir la mano de su enamorada,  el jefe accedió al saber que su hija correspondía al amor del español.

Pero un día, mientras la pareja  conversaba, un indio, enamorado de la bella mujer, en un ataque de celos, tomó un mazo y golpeo al capitán; en seguida la india lloró amargamente y  trató de vengar a su amado, pero el indio, temeroso, también la golpeó.

Los pobladores despidieron a la pareja con una ceremonia, y con el paso del tiempo, se dieron cuenta de que en el lugar donde fueron asesinados crecía una plantita que se transformó en un árbol con frutos en forma de lágrima y cuando maduró, era amarillo como el oro y se multiplicaba rápidamente, como el amor de aquella pareja.

Esa fruta es la que hoy conocemos como papaya. Su forma de lágrima representa la nostalgia del triste final de los enamorados.

Nota: La papaya es deliciosa y también es maravillosa para el cuidado de la piel, tratamiento del acné e hidratación corporal.#QuéRicoMéxico