La leche de vaca es uno de los subproductos pecuarios que no puede faltar en la mesa de los mexicanos. La leche bronca, es decir aquella recién ordeñada, se utiliza como insumo para otros alimentos procesados, desde la leche pasteurizada, los quesos, mantequillas, cremas, yogures, hasta las fórmulas lácteas y sueros.
En México, contamos con más de tres mil 200 establos lecheros, los cuales producen anualmente más de 12 mil 276 millones de litros, principalmente en Jalisco dos mil 542 millones de litros, Coahuila mil 395, Durango mil 243 y Chihuahua mil 160.
Nuestra producción es la 13ª a nivel mundial, y además de surtir el mercado interno, exportamos productos lácteos a Estados Unidos, Colombia, Cuba, Venezuela, Belice, Guatemala, Filipinas, Libia, Panamá, Trinidad y Tobago y Nicaragua.
No obstante, siempre existen áreas de oportunidad, y con el fin de elevar la productividad y competitividad de los productores lecheros, especialmente los pequeños, el Senasica y la Federación Mexicana de Lechería (Femeleche) alistan un convenio para certificar a los agremiados que lo soliciten, en buenas prácticas pecuarias y capacitarlos en combatir la tuberculosis y brucelosis bovina.
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