• Surge de la preocupación de la comunidad internacional para prevenir riesgos a la salud humana y al medio ambiente a través de acciones globales atendiendo el ciclo de vida del mercurio

El Convenio de Minamata, cuyo principal objetivo es proteger la salud humana y el medio ambiente de las emisiones y liberaciones de mercurio y sus compuestos a partir de fuentes antropogénicas, entra en vigor este miércoles 16 de agosto de 2017.

Entre los aspectos más destacados del nuevo tratado internacional están la prohibición de nuevas minas de mercurio, la eliminación gradual de las existentes, la reducción del uso del mercurio en una serie de productos y procesos, la promoción de medidas de control de las emisiones a la atmósfera y las liberaciones al suelo y al agua, así como la regulación de la minería de oro artesanal y a pequeña escala.

Este documento también promueve el almacenamiento provisional de mercurio, su eliminación una vez que se convierte en residuo y la gestión adecuada de los sitios contaminados con dicho metal.

El Convenio de Minamata surge de la preocupación de la comunidad internacional para prevenir riesgos a la salud humana y al medio ambiente a través de acciones globales atendiendo el ciclo de vida de este metal.

El Gobierno de la República, a través de las secretarías de Relaciones Exteriores (SRE), de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), de Economía (SE) y de Salud (SSA) trabajan en la integración de una estrategia nacional que permita atender los compromisos y retos de este nuevo Convenio.

En el marco de acciones iniciales que se promueven para la aplicación del Convenio y con el apoyo de recursos financieros internacionales y locales, la SEMARNAT, por conducto del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), prepara la “Evaluación Inicial del Convenio de Minamata” para diagnosticar la situación nacional que concluirá a finales de 2017, en tanto que las demás naciones firmantes realizan estudios similares.

Los efectos adversos a la salud humana del mercurio se identificaron en los años 50, con la catástrofe de la Bahía de Minamata, donde la población de esta ciudad y sus alrededores consumió pescado contaminado con metilmercurio, dando origen a la denominada “enfermedad de Minamata” que consiste en desórdenes permanentes e irreversibles en el sistema nervioso central.

Otra catástrofe histórica, ocurrida en los años 70, fue el envenenamiento con mercurio en Irak de varias poblaciones rurales que consumieron arroz contaminado con fenilmercurio (fungicida mercurial) y desarrollaron el mismo padecimiento.

La Primera Conferencia de las Partes de este Convenio tendrá lugar del 24 al 29 de septiembre de 2017 en Ginebra, Suiza, en la cual el Gobierno de la República presentará su postura con base en la realidad de nuestro país.

Comunicado de Prensa Núm. 74/17 Ciudad de México, a 15 de agosto de 2017