Por Rafael Pacchiano Alamán 

A partir del Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto esta situación ha cambiado. Hemos actuado de manera diferente, para no caer en el mismo error de siempre: suponer que solamente el sector ambiental se hacía cargo y velaba por el patrimonio natural.

En esta administración hemos integrado a nuevos sectores, relacionados con la biodiversidad, para que por primera vez en la historia, incluyan en sus políticas criterios para cuidar la biodiversidad. Hoy el cuidado del medio ambiente está en más manos.

La alianza con el sector turístico es muy importante. Sobre todo ahora que México ya es el octavo país más visitado del mundo, con 35 millones de turistas que nos visitan cada año, no nada más para probar nuestra comida o gozar de la calidez de los mexicanos, sino también para disfrutar de la belleza natural que tenemos.

Nuestro país es uno de los que tienen mayor riqueza natural del mundo. Tenemos apenas el uno por ciento de la superficie del planeta y en este pequeño pedazo de la Tierra viven más del 10 por ciento de las especies de flora y fauna.

Este patrimonio es un privilegio y también una oportunidad para atraer más gente de todo el mundo. Por eso estamos obligados a conservarlo y el Gobierno de la República lo asume y lo hace diariamente.

Otra diferencia con respecto a otras administraciones es que vemos la conservación no solamente como prohibir cualquier tipo de actividad. Al contrario, vemos el éxito a través del aprovechamiento sostenible.

Un buen ejemplo es lo que hicimos en la Playa del Amor de las Islas Marietas, uno de los sitios turísticos promocionados como una obligación conocer antes de morir. Se recibían más de tres mil personas diarias, lo que devastó los corales, se acumulaba basura como vasos desechables y los barcos ponían música a todo volumen. Lejos de ser atractivo, se dañaba el patrimonio natural.

Ahora, con el apoyo de los locales, definimos una capacidad de carga sumamente restrictiva (160 personas por día), los lunes y martes están cerrados para que el ambiente se pueda recuperar e hicimos labores de reforestación del coral.

El resultado: un sitio turístico con reservaciones desde meses antes y mayores ganancias para los prestadores de servicio, por menos horas de trabajo, ya que los visitantes están dispuestos a pagar más por una experiencia ecoturística.

Ésta es nuestra visión de turismo sostenible. Es en lo que hemos trabajado para impulsar opciones ecoturísticas y playas limpias. Queremos que la Semarnat no sea vista como un lastre, sino como un aliado de los grandes proyectos turísticos, que al mismo tiempo protegen el patrimonio natural de todos los mexicanos.