Si al respirar tuviéramos conciencia de que el 70% del oxígeno que inhalamos lo aportan mares y océanos, podríamos experimentar gratitud hacia esas imponentes masas de agua que cubren el 71% de la superficie terrestre y representan el 96.5 % del agua del planeta. En consecuencia, haríamos todo por protegerlos y conservarlos.

Contrario a eso, las cifras revelan una enorme incomprensión hacia los ecosistemas marinos que en 150 años han perdido el 50% de los corales vivos y en sólo cuatro décadas han recibido 10 veces más plástico que nunca, mientras la tercera parte de sus poblaciones de peces ha sido sobreexplotada y crece el número y extensión de los desiertos submarinos donde la vida no prospera por falta de oxígeno, según datos de Naciones Unidas

No obstante, mares y océanos absorben alrededor del 30% del dióxido de carbono producido por las actividades humanas y amortigua así los impactos del calentamiento global; aportan proteínas que dan sustento a 3 mil millones de personas, y ofrecen tal cantidad de recursos que sus insondables profundidades guardan misterios aún por descubrir.

Precisamente este 8 de junio, Día Mundial de los Océanos, podemos vislumbrar en la prodigalidad de estas imponentes masas de agua una esperanza para la salud humana. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) afirma en un escueto mensaje: “Organismos descubiertos a profundidades extremas (del océano) se utilizan para acelerar la detección de COVID-19 y, lo más asombroso, que podría dar una solución a la humanidad”.

El tema de la conmemoración es: “Innovación para un océano sostenible”. La innovación, relacionada con la introducción de nuevos métodos, ideas o productos, por ser “un término dinámico y fundamentalmente lleno de esperanza”.

Este día se pretende no sólo reconocer juntos la belleza, la riqueza y el potencial de los océanos, sino también movilizar y unir a la población mundial en torno al objetivo de la gestión sostenible de estos ecosistemas que constituyen una fuente de alimentos y medicinas y que son parte esencial de la biósfera.

El evento central es la conmemoración on line a cargo de Oceanic Global, que busca arrojar luz sobre las innovaciones de todo el mundo en áreas de necesidad que han sido probadas con resultados prometedores, infunden optimismo y/o demuestran la capacidad de escalar de manera efectiva.

Parte importante es la participación de líderes de opinión de diversos orígenes que están allanando nuevos caminos para la salud de nuestros océanos y nuestro planeta, con lo que también arranca la Semana Mundial de los Océanos para explorar las innovaciones en tecnología, infraestructura de sistemas, gestión de recursos, productos de consumo, finanzas y exploración científica, y describirán cómo estas innovaciones pueden aplicarse, su impacto potencial y los recursos necesarios para transformarlas en soluciones duraderas.

Se anticipa así el Decenio de las Naciones Unidas de Ciencias del Océano para el Desarrollo Sostenible (2021-2030) para fortalecer la cooperación internacional en el desarrollo de la investigación científica y las tecnologías innovadoras que puedan conectar la ciencia oceánica con las necesidades de la sociedad.

Entre las preocupaciones que suscita la situación de los océanos destaca la sobrepesca y la captura incidental con redes de arrastre que llevan a una “silenciosa extinción de especies marinas, invisible para las mayorías”, advierte el biólogo Ulrich Karlowski, de la Fundación Alemana para la Protección Marina, citado por la agencia alemana Deutsche Welle.

Otras inquietudes las generan los desechos plásticos que hacia 2050 superarán a las poblaciones de peces en el mar, pues cada año llegan ahí 8 millones de toneladas de esos materiales, además de toxinas, sustancias radiactivas y municiones, mientras se extrae petróleo y gas, materias primas, materiales pétreos y sal; se navega con motores diésel y el transporte marítimo impacta con su ruido a la fauna; se desfogan agroquímicos, incursiona el turismo y se producen desastres ambientales por el cambio climático que acidifica y eleva el nivel del mar.

Se suma a lo anterior un anhelo genuino: la equidad de género en el ámbito de los océanos. El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Gutérres, lo expresa puntualmente:

“Los efectos de la contaminación y el cambio climático sobre los océanos repercuten de manera desproporcionada en las mujeres. Durante mucho tiempo, las mujeres no han podido aprovechar en pie de igualdad los beneficios que aportan los océanos. Representan la mitad de la mano de obra que trabaja en la captura de peces, tanto en libertad y como de piscifactoría, y, sin embargo, cobran sustancialmente menos que los hombres” señala Gutérres.

“Hacer frente a la desigualdad de género es esencial para lograr el Objetivo 14 y las metas de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, señala el líder del organismo mundial, expresa, y conmina a gobiernos, organizaciones internacionales, empresas privadas, comunidades e individuos a “promover la igualdad de género y los derechos de las mujeres y las niñas como contribución fundamental para hacer frente a los problemas relacionados con los océanos”.

Este 8 de junio, ¡bucea virtualmente en los océanos! Ocean Agency invita a las familias a experimentar las asombrosas formas de vida submarina a través de un breve viaje desde casa. Da clic en tu teléfono o computadora portátil en el link: Inspírate y participa en inmersiones virtuales, expediciones y concursos oceánicos