“Invierte en nuestro planeta” es el llamado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para que pasemos de la idea a la acción en favor de la casa común, la Pachamama, como llaman desde tiempos ancestrales a la Madre Tierra los pueblos originarios.

El Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas afirma que “para los pueblos indígenas la Madre Tierra es la raíz de la vida, y por ello es importante cuidarla y protegerla. Ella es el territorio común en donde habitan las comunidades. Asimismo, forma parte de su patrimonio cultural”.

Desde siempre, las culturas milenarias del mundo han honrado al ser vivo que es el planeta Tierra, y en ella han invertido sus vidas, su tiempo, sus esfuerzos y sus recursos económicos, su tecnología y su sabiduría, con el fin de conservarla en las mejores condiciones y entregarnos el legado que todos y todas disfrutamos y que nos corresponde ahora preservar.

En la historia reciente, con el objetivo de generar conciencia en la humanidad sobre los problemas que suscita la sobrepoblación, la contaminación, la depredación de la biodiversidad, el calentamiento global y la interdependencia entre los seres humanos con otras especies y el planeta, se ha celebrado al planeta desde 1968, primero como Día de la Tierra, y a partir del 22 de abril de 2009 como Madre Tierra, cuando la ONU proclamó la celebración del Día Internacional de la Madre Tierra.

El estilo de vida que hemos adoptado las sociedades modernas a raíz de la revolución industrial nos ha inducido a consumir los recursos naturales en exceso, a derrochar energía y a generar desechos innecesarios, hábitos que podemos revertir si nos mueve el anhelo de legar a las nuevas generaciones un planeta habitable.

Por eso es conveniente mirar desde la perspectiva de los pueblos originarios, ya que “para los pueblos indígenas, la Madre Tierra no es un objeto inerte, es fuente de vida y es sagrada, por lo que se debe vivir en armonía con ella y encontrar un equilibrio para que sirva a las generaciones actuales y futuras”, según reconoce Naciones Unidas.

Esa visión la expresaron representantes de distintas naciones de América Latina en mayo de 2013, durante el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas, en la sede de la ONU en Nueva York, cuando pidieron a los gobiernos que respeten la naturaleza. Entonces denunciaron la explotación salvaje de los recursos naturales en sus asentamientos y el impacto negativo de esos proyectos en sus comunidades.

La médica tradicional quechua Ana María Guacho, del Chimborazo, Ecuador, fue muy puntual: “Los gobiernos creen que son dueños de todo y entonces ellos negocian, venden y explotan sin respeto a los pueblos indígenas. A veces hay muchos desalojos, por ejemplo en la Amazonía. No aman a la humanidad o a la Madre Tierra, aman más al dinero”.

En el Día Internacional de la Madre Tierra 2023 ¿cómo entendemos y podemos atender el llamado de la ONU “Invierte en la Tierra”? ¿Qué podemos invertir por nuestro planeta?

Tal vez nuestro tiempo en aprender a conocerla para respetarla; o en generar nuestros alimentos con respeto a los ecosistemas; quizás en recoger o reciclar los residuos; en corregir alguna fuga de agua, o en hacer conciencia del dispendio que hacemos en nuestro afán de consumir por consumir.

Cada quien puede invertir algo desde nuestro entorno, e incluso podemos invitar a nuestros familiares o amigos a invertir su tiempo en una acción colectiva por la Madre Tierra.