A través de los siglos, la domesticación del maíz, jitomate, chile y algodón, base de la alimentación, el vestido y la medicina mexicanos, llegó a nosotros mediante la transmisión oral de saberes ancestrales de los pueblos originarios, es decir, a través de las lenguas indígenas.

Extensa es la lista de especies humanizadas por los antiguos mexicanos, pero las anteriores ilustran el vínculo entre diversidad lingüística y preservación del capital natural en México y en todo el mundo, lo que da pie a celebrar cada 21 de febrero el Día Internacional de la Lengua Materna, declarado por las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en el año 2000.

La UNESCO reconoce a los pueblos indígenas como “custodios de una rica diversidad cultural, portadores de una sabiduría única de vida sostenible y respeto a la biodiversidad”, y reafirma la importancia de preservar la diversidad lingüística, por lo que pide a gobiernos e individuos mayores esfuerzos para conservarla como patrimonio común de la humanidad.

La diversidad lingüística de México es la más alta del continente y la quinta mayor del mundo, 291 lenguas vivas, riqueza excepcional que se conjuga con una megadiversidad biológica extraordinaria, por lo cual el conocimiento tradicional de la naturaleza está codificado en el léxico de las lenguas que se hablan en cada región biogeográfica.

La Conabio indica lo anterior en Capital Natural de México, Vol. I. Conocimiento actual de la biodiversidad, (Pág. 498), y agrega que las cuatro entidades más variadas en términos ecológicos: Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Veracruz, son asimismo las que mayor diversidad lingüística poseen.

La UNESCO, en tanto, promueve el fomento del desarrollo sostenible en el que que los educandos tengan acceso a la educación en su lengua materna y en otros idiomas.

En el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, la Agenda 2030 orienta hacia una educación de calidad y el aprendizaje permanente para todos los seres humanos, e impulsa el pleno respeto al uso de la lengua materna en la enseñanza y el aprendizaje.

Llama a promover y preservar las lenguas locales, especialmente las minoritarias e indígenas, pues a través de ellas se transmiten culturas, valores y conocimientos tradicionales que desempeñan un papel importante en la promoción de los futuros sostenibles, y el plurilingüismo es esencial para el logro de la Agenda 2030 en su conjunto, desde lo relativo al crecimiento, el empleo y la salud, hasta el consumo y la producción sostenibles y el cambio climático.

/cms/uploads/image/file/372636/BOTON_2_10_revista.jpg

Consulta nuestra revista digital