El Parque Nacional Cañón del Sumidero cumple 37 años de cuidar y preservar a especies endémicas como la salamandra lengua hongueada occidental (Bolitoglossa occidentalis) o la cuija mexicana (Aspidoscelis mexicanus) y de ser centro de atracción para miles de turistas que acuden para admirar el majestuoso balcón geológico o cruzarlo en lancha por los más de 30 kilómetros del Río Grijalva.

El Cañón, de acuerdo con su Decreto, tuvo su origen en un largo proceso de perturbaciones telúricas, movimientos que permiten observar terrazas fluviales que fueron quedando al descender el río de sus antiguos niveles.

La erosión dejó simas y cavidades de extravagantes formas, así como enormes peñascos y canales subterráneos que al encontrar rocas permeables, dieron origen a fuentes internas de almacenamiento que afloran sobre los muros del cañón en forma de cascadas.

Todas estas características, además de otras, hacen de este lugar un laboratorio viviente ideal para propiciar actividades científicas, educativas y culturales.

Por todo ello, el 8 de diciembre de 1980 se declaró Parque Nacional, para la conservación, protección, conservación y revaloración cultural y natural de esta zona de bosque de encino, selva caducifolia y perennifolia que además fue designado sitio Ramsar en 2004.

Enhorabuena!

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