Por Rafael Pacchiano Alamán 

Es la oportunidad de llamar la atención hacia esta especie, emblemática para los mexicanos por formar parte de nuestro Escudo Nacional, pero que desafortunadamente está catalogada en estado de amenaza tipo “A” dentro de la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SERMARNAT-2010.

Además de su elegancia para volar y su belleza animal, el Aquila chrysaetos canadensis —su nombre científico— tiene una importancia ecológica al fungir como regulador para las poblaciones de sus presas.

El Gobierno de la República reconoce su importancia y ha hecho un esfuerzo destacado por rescatar al águila real, que en 2010 registraba la cifra de apenas 70 parejas reproductivas.

Además de dar seguimiento y actualización al Programa de Acción para la Conservación de la Especie (PACE): Águila Real, a cargo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), en septiembre pasado inauguramos el Centro Nacional de Control y Protección del Águila Real (CNCPAR).

Los resultados son alentadores. Gracias al PACE de 2010 a 2018 hemos duplicado el número de parejas reproductivas de esta ave rapaz, al registrar 142. El incremento se dio principalmente en Sonora, Chihuahua, Guanajuato, Oaxaca, Morelos, Jalisco y Michoacán.

Además, la Conanp da seguimiento a cinco ejemplares de águila real con transmisores satelitales en diferentes puntos del país, para conocer sobre sus territorios de anidación o aspectos de su migración y distribución.

Fue durante esta administración que se liberó el primer ejemplar de Águila real rehabilitado clínica, física y conductualmente y ahora con el CNCPAR se prevé la reintegración de más ejemplares.

El Día Nacional del Águila Real ya no sólo es una efeméride de concientización, sino también una fecha de celebración por los esfuerzos exitosos para conservar esta especie. Sabemos que aún hay mucho por hacer y resultados así alientan a seguir trabajando.

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