Por Rafael Pacchiano Alamán

Estoy convencido que al término del Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto dejamos un mejor país del que recibimos. El esfuerzo y la dedicación de seis años hoy ofrecen buenas cuentas. Entregamos un México transformado y sobre todo, comprometido con el medio ambiente.

Hace poco me preguntaron por el mayor logro de la administración en materia ambiental. En mi respuesta intenté indicar el más importante; sin embargo, fue difícil pues afortunadamente fuimos capaces de llevar a buen término muchas acciones. Prácticamente en toda la agenda del sector logramos hacer cambios importantes.

Por supuesto las Áreas Naturales Protegidas (ANP) es uno de esos rubros. Triplicar su superficie es uno de los grandes logros. Recibimos menos de 30 millones de hectáreas y hoy protegemos más de 91 millones.

Esto nos llevó, incluso, a cumplir de forma anticipada y por mucho la Meta 11 de Aichi, en la que nos comprometimos a proteger el 10 por ciento de las zonas marinas. Actualmente, México resguarda el 22 por ciento.

El Parque Nacional Revillagigedo, que decretó el presidente Peña Nieto el año pasado, tiene un lugar especial. Ha sido de lo más trascendente que hemos hecho, al convertir casi 15 millones de hectáreas en la zona marina totalmente protegida más grande de América del Norte.

Pero nuestra política no ha sido solo decretar por decretar. A las Áreas Naturales Protegidas las hemos dotado de vigilancia, de reglas claras para su funcionamiento sostenible y de acompañamiento para que su protección no quede solamente en el papel. A este esfuerzo hay que sumarle la recuperación de las áreas que estaban invadidas y que no cumplían más con el propósito de conservación.

Cuidar el patrimonio natural de México como secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales ha sido el mayor privilegio de mi vida. Un compromiso del que difícilmente, los que colaboramos en el sector ambiental del Gobierno de la República, podremos olvidar.

Con orgullo reitero que la administración del presidente Peña Nieto ha sido la más ambientalista de la historia. Las acciones ambientales que realizamos son producto de la voluntad del primer mandatario y del esfuerzo de cientos de funcionarios públicos.

Gracias a todos, porque logramos mucho. El legado ambiental que dejamos es en beneficio de nuestros hijos y para todo el mundo.