Más de 2,500 visitantes diarios y 3,000 los fines de semana acuden al Parque Nacional El Histórico de Coyoacán, mejor conocido como los Viveros de Coyoacán, para disfrutar de la naturaleza viva, respirar aire puro, caminar bajo frondas, practicar atletismo, boxeo o algún arte marcial, yoga, tai chi o meditación.

La SEMARNAT administra este Parque Nacional que produce plantas destinadas a la forestación y reforestación de la capital del país y su zona conurbada con especies arbustivas que dona a todo público con iniciativa para apoyar esta causa.

Esta área natural protegida nació como proyecto de primer vivero forestal del país en 1901 en parte del rancho Panzacola del “Apóstol del Árbol”, Miguel Ángel de Quevedo. Lo validó así Porfirio Díaz en 1907, fue reconocido oficialmente en 1917 y declarado Parque Nacional por el presidente Lázaro Cárdenas el 26 de septiembre de 1938.

En una extensión de más de 39 hectáreas, conforman este emblemático sitio: semillero, arboretum, humedal, zonas árida y de composta, sendero didáctico, rotonda y auditorio, además de dos áreas donde se producen más de 20 especies nativas para reforestar grandes superficies y recuperar regiones sin alterar el equilibrio natural.

Hay eucaliptos, cedros y otras especies vegetales repobladas. Presenta ejemplos de la arquitectura colonial, como la que fuera residencia de Hernán Cortés, sede del primer ayuntamiento hasta 1524 y capital de la Nueva España.

 

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