Visitar una o más de las 900 islas, islotes e isletas del Golfo de California o mar de Cortés constituye un verdadero privilegio, pero también una enorme responsabilidad. Se trata de ecosistemas frágiles con estrecha interacción tierra-mar, altamente vulnerables al impacto de la presencia humana, por lo cual todas las actividades que se realizan en ellas están reguladas.

Si quieres conocerlas, te recomendamos:

  •  Acude con un prestador de servicios turísticos autorizado para que te traslade a las islas.

  • Si vas en embarcación propia, realiza tu pago de derechos y obtén tu brazalete o Pasaporte de la Conservación.

  • Evita dañar o remover de su ambiente natural semillas y cualquier tipo de planta o animal.

  • Lleva contigo de regreso a tierra firme toda la basura que generes. En las islas no se degrada y para algunas especies puede ser catastrófico.

  • Evita destruir la vegetación. Transita sólo por senderos ya establecidos; nunca sobre las dunas de arena.

  • Evita la contaminación marina. NO derrames aceites, combustible o cualquier otro contaminante o basura en la playa o el mar.

  • Las bolsas y sujetadores de botes de bebidas son especialmente nocivos para la vida marina. Nunca los lleves a las islas, y ya en tierra firme, córtalos en partes y deposítalos en contenedores adecuados.

  • Al realizar buceo NO extraigas organismos o sus restos. Recuerda que está prohibido el uso de arpón con equipo de aire comprimido.

  • Al fondear tu embarcación asegúrate de que el ancla no caiga sobre algún arrecife o formación coralina.

  • Evita el uso de jet ski (moto acuática) en hábitat de tiburón ballena, delfines y tortugas marinas, entre otras muchas especies a las que podrías lastimar o molestar.

  • NO alimentes a los animales nativos.

  • NO introduzcas mascotas a las islas.

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