Por Rafael Pacchiano Alamán

Con este logro histórico, nos unimos al reducido grupo de países que han cumplido o están cerca de cumplir la Meta 11 de Aichi en términos de conservación de zonas terrestres y de aguas continentales (10.88 por ciento), y de zonas marinas y costeras (22 por ciento).

Para lograr una efectiva protección de nuestros recursos naturales fue necesario el diseño de instrumentos congruentes que contribuyeran al cumplimiento de los objetivos de creación de las ANP.

Actualmente contamos con 111 Programas de Manejo publicados en el Diario Oficial de la Federación (DOF), de los cuales 44 han sido publicados durante la actual administración. En 2015 se logró una cifra récord con la publicación de 18 de estos instrumentos.

Para garantizar la seguridad e integridad de los pueblos que habitan en las ANP, así como para prevenir delitos ambientales y salvaguardar nuestro patrimonio natural, el Gobierno de la República recientemente creó un grupo especializado de la Policía Federal: la División Ambiental de la Gendarmería.

Está enfocada a prevenir los delitos y faltas administrativas en materia ambiental,  a través de operativos en diferentes ANP. Un ejemplo destacable, es la misión desplegada en la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca, en donde se redujo el 94 por ciento de la tala ilegal de 2016 al 2017.

Otro esfuerzo a destacar es el reconocimiento a nuestras ANP por la comunidad internacional. Hemos inscrito tres bienes de nuestro país como Sitios Patrimonio Mundial de la UNESCO: Antigua Ciudad Maya y Bosques Tropicales de Calakmul en Campeche, como Bien Mixto, y a la Reserva de la Biosfera El Pinacate y Gran Desierto de Altar y al Archipiélago de Revillagigedo, como Bienes Naturales.

Hasta ahora, he compartido algunos de los principales esfuerzos que se han realizado a favor de la protección y conservación de la naturaleza; sin embargo, prevalece la necesidad de divulgar el valor de nuestro patrimonio natural y la importancia  de encaminar acciones para lograr su permanencia.