La huella ecológica es un indicador de sustentabilidad que muestra las consecuencias sobre el medio ambiente debidas a las actividades de personas, organizaciones, regiones, ciudades y países. La industria, la agricultura, la ganadería, el incremento de la población y, consecuentemente, el crecimiento de los pueblos y ciudades, han modificado las condiciones de vida en la Tierra provocando alteración y pérdidas de ecosistemas, extinción de especies de flora y fauna, disminución de la disponibilidad de agua, contaminación del suelo, aire y agua.

En 1961 se estimaba que la huella ecológica mundial equivalía al 70 por ciento de la capacidad de regeneración de la Tierra. En los años ochenta llegó al 100 por ciento y en la década siguiente excedió la disponibilidad planetaria. En efecto, el problema consiste en que usamos recursos más rápido de lo que pueden regenerarse y producimos desechos más rápido de lo que pueden ser absorbidos.

La huella ecológica es un sistema de “contabilidad ecológica” que determina cuánto espacio terrestre y marino se necesita para producir todos los recursos y bienes que se consumen, así como la superficie para absorber todos los desechos que se generan, usando la tecnología actual.

Si quieres conocer más acerca del tema, conoce la publicación Huella ecológica, datos y rostros, elaborada por el Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable (Cecadesu). Visita: http://biblioteca.semarnat.gob.mx/janium/Documentos/Ciga/Libros2013/CD001598.pdf

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El Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable elabora y difunde materiales educativos que contribuyen al uso sustentable de nuestros recursos naturales y a la formación de una ciudadanía ambiental, informada, responsable y participativa.

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