¿Quién eres y a qué te dedicas?

Mi nombre es Olindo Noel Pérez Vázquez. Sirvo como presidente del consorcio de cuatro centros ecoturísticos ubicados a riberas del río Santo Domingo, en el municipio de Maravilla Tenejapa [Chiapas], que se encuentra en la frontera con Guatemala.

¿De dónde eres originario?

Nací en Frontera Comalapa [Chiapas]. De pequeño, a la edad de siete años, vine a este lugar y desde ese momento vi mi lugar hermoso, porque estaba a la orilla de un río.

¿Cuándo comenzó a preocuparse por cuidar la selva?

Al principio no sabíamos mucho sobre la conservación. Poco a poco, a medida de que fue llegando más personas a este ejido, se vio que también iba a ser un problema la tala de árboles y todo eso. Entonces se fue regulando. Soy uno de los que me he esforzado al máximo personalmente.

¿Cuáles son los centros ecoturísticos que conforman el consorcio?

El primero es Causas Verdes Las Nubes, luego sigue Ciudad de Las Rocas, después Cascada Brisas Las Nubes y por último el Trópico Gallo Giro.

¿Cómo procuran la selva?

Tratamos de que los cuatro centros vayamos impulsando el desarrollo de esta causa, de conservar lo que ya tenemos como patrimonio natural, que son las montañas, algunas especies de animales que están extinguiéndose. Lo que hacemos es conservarlo en nuestra comunidad. En nuestro ejido tenemos algunos reglamentos que tratan que la tala de árboles no sea masiva, sino que sea bajo control. Si alguien quiere talar un árbol para la construcción de su casa, tiene que ir ante la autoridad y decir: “Sabe qué: tengo la necesidad de construir, así que tengo que talar un árbol”. Y lo hace. Si por alguna razón cierta persona empieza a derrumbar los árboles, puede ser sancionado, porque aquí estamos interesados  en que las montañas continúen.

¿Qué beneficios les ha traído el consorcio?

Antes de formarlo, los cuatro centros ecoturísticos jalaban cada quien por su lado. Gracias al consorcio nos hemos unido, ahora complementamos las actividades de uno a otro. Por ejemplo, Causas Verdes nos ofrece la vista panorámica de la Cascada Golondrina y también tiene senderismo. Pero los otros centros ecoturísticos tienen otras actividades. En Ciudad de las Rocas hay ciclismo, rappel en cuevas y tirolesa. Las Brisas tiene playa entre la selva y el Trópico Gallo Giro es el rapin, el descenso rápido sobre las corrientes de este río. Viene siendo, más o menos, un complemento de las actividades que el turista busca. Ahora se queda más tiempo y aprovecha esas actividades.

¿Cómo funciona el ecoturismo?

Se exige que todo esto [las actividades de cada centro] sea bajo esa normativa, respetando lo que es la naturaleza. De esta manera estamos dándonos la oportunidad de colaborar con nuestro planeta.

¿Es difícil dedicarse a la conservación de la selva?

Es algo que me encanta porque creo que estas cosas que tenemos van a continuar para el resto de nuestra vida. Esto es un legado, una herencia que dejo a mis hijos y mis nietos, que sigan conservando esto. A mí me gusta. Es cierto que como presidente del centro ecoturístico no es lo que me mantiene, no me da gran cosa económicamente, pero sí me da la satisfacción de proteger lo que es nuestro, nuestra herencia que tenemos. He sacrificado algunas cosillas, todo por el amor que le tengo a esto que tenemos aquí, a la naturaleza.

¿Qué mensaje quieres darle a la gente sobre el cuidado del medio ambiente?

Si allá por tu lugar en México, donde sea, hay lugares que conservar pues hay que hacerlo, hacer un máximo esfuerzo para poderlos proteger para poderlos conservar. Me encanta compartir igual estas cosas con algunas otras personas que nos visitan, ya sea del mismo estado [Chiapas], de la República [mexicana] o del extranjero. Darles este mismo mensaje de que conservemos lo que tenemos puesto que es para nosotros hoy y para nuestros hijos a futuro.

 

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