Tanto los musgos como el heno son recursos forestales no maderables que se utilizan en la época de navidad para adornar los nacimientos. Es común usar la vara de perlilla en forma de artesanías, así como la doradilla como planta de ornato.

Los musgos son plantas pequeñas que carecen de tejido vascular o leñoso; viven en ambientes muy variados, desde las altas montañas hasta el nivel del mar, en las selvas húmedas o en zonas áridas.

Son el segundo grupo más importante dentro de las plantas verdes y unos de los primeros organismos vegetales que ocuparon el ambiente terrestre. A nivel mundial se reconocen alrededor de 12,800 especies. En México se reconocen 980 especies de musgos, de las cuales 106 especies son endémicas a nuestro país, esto es 10.8%.

Contribuyen a disminuir la erosión del suelo, la contaminación ambiental, y ayudan a la germinación de las plantas, así como a la infiltración del agua; brindan hogar y protección a un sinnúmero de pequeños animales, especialmente invertebrados como insectos, arácnidos, rotíferos, nematodos, moluscos y anélidos. Además, son el medio de vida de muchos microorganismos y sirven de material de construcción de nidos para varias aves y pequeños mamíferos, como el colibrí o picaflor.

El heno es una hierba grisácea que crece sobre las ramas de los árboles con tallos colgantes en forma de hebra muy delgadas (menos de 1 mm de grosor) ramificados y con entrenudos de hasta 8 metros de largo, usualmente sin raíces.

En época de lluvias capta la humedad del ambiente y forma enormes cortinas colgantes en los árboles aumentando la humedad relativa de los bosques.

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