El cambio climático es hoy uno de los procesos cruciales que atentan contra la supervivencia de la naturaleza y de los seres humanos en el planeta. En el caso de México, se tiene evidencia científica de que en los últimos 50 años las temperaturas promedio han aumentado 0.85°C.
Para la Secretaría de Medio Ambiente es prioridad encaminar gran parte de los esfuerzos a la mitigación y adaptación a este fenómeno, y para ello la conservación de los bosques y las selvas es fundamental.
Los ecosistemas forestales tienen la capacidad de disminuir el efecto invernadero a través de la fijación o captura de carbono y de mitigar las emisiones.
De acuerdo con la Sexta Comunicación Nacional y Segundo Informe Bienal de Actualización que nuestro país presentó ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, en 2015 las absorciones (emisiones negativas) alcanzaron −148.3 MtCO2e.
No obstante, el sector está en riesgo de disminuir su capacidad de sumidero a consecuencia de los procesos de deforestación y degradación de los suelos, tan sólo en el periodo 2010-2015, la deforestación se estimó en 92 mil hectáreas anuales.
De acuerdo con el Programa Sectorial de Medio Ambiente, la protección efectiva y de largo plazo de la riqueza biológica nacional sólo será posible con la participación organizada de los tres órdenes de gobierno y la sociedad en su conjunto.
En este esfuerzo, las comunidades indígenas serán grandes aliadas ya que cerca del 75% de sus territorios se ubican dentro de los ecosistemas naturales y, a través de muchas generaciones, han conservado y fomentado el cuidado del medio ambiente mediante el uso y manejo de los bosques, selvas, zonas áridas, lagos, ríos y manglares.
Con estas y otras acciones se logrará una reducción en la pérdida forestal, de tal manera que el país avanzará a buen paso hacia la meta de una tasa de deforestación cero para el año 2030.
Fuente: Promarnat
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